Rusia mantiene la presión sobre las regiones del este y del sur de Ucrania, especialmente en torno a Járkov, la segunda ciudad del país. En Mariupol, en el sur, Naciones Unidas sigue negociando la evacuación de civiles.
Unos dos mil soldados y un millar de civiles ucranianos siguen encerrados en los túneles subterráneos de la acería de Azovstal. Y alrededor de 100.000 personas siguen atrapadas en el puerto marítimo.
«En la ciudad que solía ser una de las más desarrolladas de la región, hay simplemente un campo de concentración ruso entre las ruinas. Las reglas de los ocupantes en la parte de Mariupol, que por desgracia está bajo su control en este momento, no difieren mucho de lo que hicieron los nazis en los territorios capturados en Europa del Este», ha lamentado el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, se ha emocionado al denunciar la «brutalidad» de la guerra que ha lanyado el presidente ruso Vladimir Putin. «Es difícil mirar algunas de las imágenes e imaginar que cualquier líder bien pensado, serio y maduro haría eso. Así que no puedo hablar de la psicología de Putin, pero creo que todos podemos hablar de su depravación», ha dicho.
Envío de armas a Ucrania
Por su parte, Putin insiste en que su principal objetivo es garantizar la seguridad de Rusia y proporcionar ayuda a su pueblo en la región del Donbas. Y ha recomendado a occidente que deje de enviar armas a Ucrania si quiere ayudar al fin de la guerra.
La ayuda militar al gobierno ucraniano ha aumentado considerablemente desde el inicio del conflicto. Esta semana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió al Congreso un aumento del presupuesto de 33.000 millones de dólares para impulsar aún más estas entregas de armas.
Y los efectos empiezan a verse sobre el terreno, donde las fuerzas rusas tienen a veces dificultades. Este es el caso, en particular, de Rouska Lozova, un pueblo reconquistado por los ucranianos al norte de Járkov, desde donde, según dicen, las fuerzas rusas estaban bombardeando la ciudad.
El pueblo fue liberado tras intensos combates y más de 600 habitantes fueron evacuados, según el Ministerio de Defensa ucraniano.
Entretanto, la huida se ha estancado por la falta de corredores humanitarios. Quienes logran escapar de la ocupación rusa en el este se dirigen en su mayoría a ciudades cercanas más occidentales como Zaporiya. (Euronews/Jackemate.com)