Varados a la intemperie en la bonaerense estación de Pilar están desde hace un mes, por lo menos, las cinco duplas del llamado ‘Tren de los Pueblos Libres’, que pretendía unir por las vías del Urquiza a Lacroce con Montevideo, la ciudad capital del Uruguay
Se trata de un tren binacional concedido a Trenes de Buenos, que perdió la concesión de los ramales ferroviarios del Sarmiento y del Mitre por decisión del Gobierno nacional a poco más de dos meses de la llamada ‘Tragedia de Once’, donde murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas al colisionar una formación de pasajeros contra los paragolpes de la estación.
Según publicó el matutino porteño ‘La Nación’ en su sitio digital, Oscar Albesani, un efectivo a cargo de la seguridad desde hace 8 meses de la estación Pilar, contó que todavía hay gente que llega a este sitio para tomar el tren y es recién ahí cuando se entera que está suspendido este servicio, que en agosto pasado fuera presentado con una gran puesta en escena por la presidenta Cristina Kirchner y su par uruguayo, José Mujica.
Fuentes del sector ferroviario señalaron que no sólo el servicio del tren binacional está temporalmente suspendido y no hay precisiones de cuándo retomará su actividad, sino también el servicio que partía rumbo a Misiones desde esa misma estación de Pilar.
Pero desde el Ministerio del Interior y Transporte nada se pudo saber, a pesar del reclamo de información que se hizo desde el matutino porteño.
Lo cierto es que el servicio quedó interrumpido luego que el Gobierno nacional le rescindiera el contrato de concesión a fines de mayo a la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), a raíz de la tragedia ocurrida el 22 de febrero en la estación de Once.
Trenes de Buenos Aires, en coordinación con la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (Sofse) y la empresa uruguaya Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), eran los prestadores de este servicio binacional.
"Cuando cae lo de TBA, cae también este servicio. Todo estaba prendido de alfileres. Se suspendió el servicio, los 20 compañeros que estaban contratados fueron licenciados y no se habló más nada. Desde la empresa lo único que les dijeron a los trabajadores es que cuando terminara la intervención los volverían a convocar para retomar el servicio. Mientras tanto, permanecería suspendido", dijo Edgardo Reynoso, dirigente ferroviario y delegado de la línea Sarmiento.
Durante los poco más de seis meses que funcionó, el trayecto del ‘Tren de los Pueblos Libres’ cambió su recorrido más de una vez.
Había nacido con la idea de unir los 813 kilómetros que separan la localidad de Pilar con la uruguaya Paso de los Toros, y en una segunda etapa llegar a Montevideo.
Pero enseguida el viaje se acortó hasta Paysandú por el mal estado de las vías. Luego, otros factores, como la baja demanda, influyeron para que el recorrido finalizara en la ciudad uruguaya de Salto, una vez que el tren había cruzado la frontera desde Concordia. Incluso, con el correr de los meses se sumó un servicio hacia Misiones.
Consultado el presidente de la empresa uruguaya AFE, Jorge Setelich, dijo que, cuando asumió el cargo el pasado 2 de mayo, el convenio entre TBA y el Ministerio de Transporte uruguayo (MTOP) ya estaba inactivo, y que hasta donde conoce, ya que no le consta documentalmente, entiende "que se estuvieron realizando tratativas y no se llegó a un acuerdo definitivo para la regularización del servicio".
Y lo peor que aún que no se repondría en lo inmediato este servicio porque –como publica ‘La Nación.com’- la AFE estaría en una situación de crisis y se están concentrando en mantener los clientes de carga.
Pese a que una de las cinco duplas fue presa de los llamados ‘grafitis’ y uno de los parabrisas del coche quedó astillado por piedrazos, dentro, las duplas con capacidad para 140 pasajeros se mantienen impecables, con todo el equipamiento intacto: asientos reclinables, aire acondicionado, televisión digital, pantallas de plasma.
"Ojalá que no lo corten”, dijo Albesani, recordando que viajó tres veces en ese tren a Misiones para visitar a unos parientes y “la gente lo prefiere al ómnibus porque es más barato", afirmó.
Víctor Alegre, otro custodio que trabaja en esa zona, apuntó que diciembre, enero y febrero fueron los meses en que más pasajeros hubo.
"Lo triste del caso es que nadie sabe qué va a pasar", fueron sus últimas palabras antes de retirarse, aunque sin perder la esperanza que la formación de pasajeros ferroviaria vuelva a ponerse en marcha algún día.
Una nueva frustración de las tantas que se nos tiene acostumbrados a los argentinos en los últimos años los distintos gobiernos nacionales que hubo tras el ferrocida década presidencial del menemismo, que es cuando se destruye totalmente lo poco que quedaba de un sistema ferroviario que alguna vez fue ejemplo en Latinoamérica. (Jackemate.com)