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Después de casi un cuarto de siglo, nuevamente Rosario se une mediante un servicio ferroviario de pasajeros moderno con Retiro, la terminal de trenes nacionales de la Capital Federal. Fue una mágica y ansiada noche la del primero de abril para los rosarinos. La formación del viaje inaugural entró en la estación Rosario Sur, la terminal que todos esperamos sea temporal, a las 22.39, donde el ministro de Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, parado en el andén mostrando una amplia sonrisa, le dio la bienvenida oficial al convoy

Una fiesta popular que esperaron más de 20 años los rosarinos después de aquella maldita definición política neoliberal de ‘ramal que para, ramal que se cierra’, dicha por el ex presidente Carlos Menem en 1992, de extracción justicialista, pero de paladar conservador.

La formación de coches chinos, incluida su locomotora diesel, partió a las 16.07 desde el andén 8 de la vieja estación Retiro. El tren que seguramente llevará el nombre de ‘El Rosarino’ partió con más de 200 pasajeros que habían comprado el histórico pasaje del primer viaje.  

Junto con Randazzo, en el andén de la estación aún en obras, estuvo la intendenta rosarina Mónica Fein, y un sinnúmero de pobladores que, con vítores, aplausos y agitando banderas argentinas, disfrutaron de la primera llegada de un moderno tren de pasajeros a esta ciudad.

Es que el último viaje en tren que había unido los 310 kilómetros de vías que separan Retiro con Rosario fue realizado el 31 de julio de 1992, con aquella formación de trenes que los trabadores ferroviarios llamaron ‘Brujita’ luego de que remozaran el interior de los coches en los ya desaparecidos talleres de portón 1, en Alberdi y Humberto Primo.

Tras recibir a los pasajeros del viaje inaugural del nuevo servicio, el ministro Randazzo expresó que la llegada de esta formación de origen chino "es muy importante no sólo para los rosarinos, sino para todos los argentinos".

Y aprovechó, además, para anunciar la posible visita a Rosario, el 18 de mayo venidero, de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para dejar inaugurada la Estación Sur del ramal Rosario-Retiro que, según dijo, "es emblema de la reconstrucción del sistema ferroviario en el país".

El ministro, tras sostener que “hemos podido lograr que vuelva el Tren otra vez a Rosario”, dijo están “muy contentos” y, por ello, afirmó que “vamos a redoblar la apuesta y a seguir trabajando” porque “nuestro compromiso es que donde hubo un tren, vuelva el tren", aseveró.

Poco antes de que el 31 de julio de 1992 Ferrocarriles Argentinos (FA) pusiera a rodar el último tren de pasajeros que conectó Rosario con Retiro, la ciudad tenía como mínimo cinco frecuencias diarias a Capital Federal (y hasta a veces llegaban a ocho) que cubrían el trayecto en no menos de cuatro horas y media.

Con la desaparición de este servicio de trenes hizo que todo se retrotrajera al pasado golpe, y con ello el sistema fue desmantelado, y lo que era una red dinámica y organizada se esfumó con el correr de los años, quedando estaciones cuasi abandonadas algunas, otras usurpadas y otras tantas destinadas a otros servicios.

Fue entonces cuando no sólo Rosario, sino el país, perdieran lo que muchos consideraban un orgullo nacional después de la nacionalización de los ferrocarriles concretada en su primera gestión presidencial por el entonces teniente general Juan Domingo Perón, allá en la década de los años 40 del siglo anterior.

Debieron pasar más de 20 años para que un servicio de trenes de pasajeros moderno y cómodo, aunque todavía falta mucho por hacerse para alcanzar el nivel que alguna tuvo.

Rosario y su región metropolitana tienen que sentirse contenta por la vuelta de los trenes de pasajeros para comunicarse con Retiro en la Capital Federal. Pero también se debe exigir a las autoridades políticas nacional, provincial y municipal que hagan el esfuerzo necesario para que las formaciones lleguen nuevamente Rosario Norte, al menos, porque está en el mejor punto equidistante de este municipio.

Obviamente, que con el regreso de los trenes de pasajeros nacionales de igual calidad a las terminales de Córdoba, Santa Fe y San Miguel de Tucumán, en Rosario se deberá construir una nueva estación ferroviaria, la que, como muchos opinaron y aconsejaron expertos en este tema, como fueron Jaime Remolins y Miguel Espósito (ambos fallecidos), debiera levantarse donde hoy está Patio Parada, entre el inicio de la avenida Alberdi y el viaducto Avellaneda.

¿Serán capaces nuestros venideros gobernantes en tomar la decisión de hacerla, más allá de los costos políticos y económicos que significa una obra de esta envergadura? ¿Serán capaces de mirar más allá del 2030, y no perderse en los avatares del presente, que siempre ya es pasado? (Jackemate.com)       

 

(*) Periodista – Director de Jackemate.com

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