Tras poco más de 50 años, en este domingo en que se celebra el Día del Amigo, Rosario vivió una jornada histórica con la vuelta del tranvía –en este caso solo turístico-, y fue con la unidad 277 de la línea 15 que, con sus colores típicos de la época, su motorman y guardas con sus trajes de trabajo y el interior con sus asientos y demás elementos de origen, recorrieron por unas horas un acotado circuito por la avenida Wheelwright
Fascinación y admiración fueron los primeros sentimientos que afloraron en los cientos de rosarinos que se acercaron a la ceremonia de lanzamiento que se realizó en la plazoleta Don Bosco, ubicada en la citada avenida y Presidente Roca, a la que concurrieron la intendenta de la ciudad, Mónica Fein; el senador provincial departamental y ex intendente rosarino, Miguel Lifschitz, y los integrantes de la Asociación Rosarina de Amigos del Riel, que fueron los que con muchas horas de trabajo remozaron la citada unidad tranviaria.
En el primer viaje inaugural estuvo destinado a las autoridades y otros invitados especiales, pero después se abrió al público libremente, lo que motivó la algarabía de grandes y chicos. Unos porque volvían a revivir aquéllos momentos hasta el año 1633, cuando se desactivó el servicio en la ciudad, y los más pequeños –fueron los más alegres- porque sólo lo habían visto en fotos u escuchados los relatos de los mayores.
La unidad 277 aún resta terminarla completamente, porque falta reparar el segundo motor eléctrico que le permite movilizarse con el uso de la energía eléctrica. Y eso demoraría un par de meses más la puesta en marcha con regularidad de este servicio tranviaria en forma turística en Rosario, recorriendo un circuito acotado por ahora en la avenida Wheelwright entre las calles Balcarce y Presidente Roca.
"Cuántos recuerdos me trae volver a subir a este tranvía porque vivía en el campo y de chiquita cuando veníamos Rosario mis padres me hacían subir a un tranvía porque decían que era el medio de transporte más seguro", dijo unaq entusiasta señora pasajero que esta participando de uno de los primeros viajes dela unidad 277.
Y una señora muy mayor dijo al subir al tranvía "¡El quince cuando veces lo tomé cuando iba a trabajar. Qué recuerdo hermoso me trae volver a subirlo!"
Mientras un pequeño que iba acompañado de su padre, que no tendría más seis años de edad, mientras miraba por la ventanilla no dejaba de preguntar: ¿Papá por qué no hay más tranvías en Rosario y tampoco llegan trenes de pasajeros a esa estación (Rosario Central) que me mostraste antes de subir al tranvía?"
No hubo desde el padre una respuesta lógica y con sentido común. Solamente le dijo a su hijo: "Bueno Ricardito es lo que tenemos hoy. Hubo gente mala que los sacó porque no los quería, pero pronto lo recuperaremos para que vos puedas ir a la escuela o viajar a Buenos Aires".
Desde Amigos del Riel ya están pensando y planificando la extensión del recorrido: Hacia el oeste hasta la estación terminal ferroviaria de Rosario Norte, y al este hasta el inicio de la calle Corrientes, completando así un recorrido de casi 15 cuadras pasando frente a los parques de Colectividades y Norte, teniendo como paisaje, además, el río Paraná.
Carlos Fernández Priotti, el hoy el motorman de la unidad 277 e integrante de Amigos del Riel, recordó que estudiantes, trabajadores, y miles y miles de personas diariamente concurrieron a sus ocupaciones viajando en este tipo tranvía que, al igual que tantos otros, garantizaron el transporte público durante más de cinco décadas en Rosario y en el país.
“No es casual entonces, que a casi igual tiempo transcurrido desde su supresión, tantos rosarinos evoquen al tranvía”, siguió indicando Fernández Priotti.
La reconstrucción integral del 277 puede considerarse -sin exagerar- como una tarea ciclópea, partiendo de un conjunto de hierros corroídos a la magnífica realidad que es hoy.
Y el proyecto de los Amigos del Riel fue avanzando a paso lento pero seguro, y hoy gracias a la intervención de la Semtur regresa a las calles de la ciudad “para demostrarnos que hay una historia que valoramos y que hay sueños que podemos cumplir”, cerró Fernández Priotti.
Empezó a circular en 1939
El tranvía 277 comenzó a circular en 1939 y se mantuvo así hasta el año 1963 y, junto al 276 y el 278, conformó una trilogía de tranvías experimentales con diferentes equipos eléctricos, para evaluar calidades y desempeños con vistas a adoptar los mejores componentes en una nueva flota estandarizada, objetivo que no llegó a concretarse de la manera deseada.
La carrocería se fabricaba completamente en los talleres municipales, con un concepto y un diseño mucho más moderno que el resto de los tranvías.
"Fueron los últimos tranvías que se fabricaron y se incorporaron en la ciudad. Cuando salieron a la calle se distinguían claramente de los otros que ya tenían unos 33 años en servicio", apunta.
Este coche es la primera vez que circula por la costa central, ya que en otrora formó parte de la línea 15 que unía la esquina de San Lorenzo y Laprida con barrio Parque.
Por las vías de la avenida Wheelwright, en cambio, pasaban las líneas 1 que terminaba en Rosario Norte, el 2 que iba a barrio Ludueña y el 18 que llegaba hasta Arroyito.
La red tranviaria local llegó a ser la segunda del país, detrás de la de Buenos Aires, y sumó en su época de esplendor 192 kilómetros de vías y 300 coches, conformando una verdadera red tranviaria que permitía una eficiente circulación de pasajeros y unión entre los distintos barrios rosarinos. (Jackemate.com)