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Por Ricardo Marconi (*) 

Witold Pilecki se dedicó al servicio público y fue considerado un patriota. Nació en el remoto norte del Olonets, sobre una vasta planicie de la Rusia zarista, teniendo junto él una familia noble, con larga tradición de servicio

Su abuelo fue Josef Pilecki, quien había sufrido las penurias del exilio en Siberia, debido a que había participado en el Levantamiento de Enero, la sublevación polaca más grande ocurrida contra el imperio ruso.

En 1910, la familia se trasladó a Vilna, donde de joven inició sus estudios comerciales y se involucró como explorador, siendo involucrado en los principios de la conspiración.

Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial y la ocupación de Vilna, en 1915, por parte de los alemanes, Pilecki se trasladó con su madre y sus hermanos a la vivienda de su tío en el noroeste de Bielorrusia

Fue allí que logró continuar con su educación y entró en contacto con la clandestinidad política polaca, uniéndose al Círculo Polaco y al “Grupo Puhacry”.

Al lograr Polonia su independencia en 1918, Pilecki regresó a su patria y participó de la guerra Polaco-Bolchevique (1919-1921), que detuvo el avance del Ejército Rojo hacia Occidente.

En 1931 se casó con la profesora polaca María Ostrowska, con quien tuvo dos hijos: Andrei y Sofía y ocho años más tarde, el 1º de setiembre de 1939, Polonia sufrió una doble invasión por parte de Alemania y –a los 16 días de la primera-, por la URSS.

El espía Pilecki  

Al concretárselas invasiones, Pilecki no sólo fundó el Ejército Secreto Polaco –Tajan Armia Polska o UTAP, sino que, además, se ofreció como voluntario revelar las verdades de lo que estaba ocurriendo en Auschwitz, el campo de concentración nazi.  Su misión era clara: recopilar información minuciosa sobre las atrocidades nazis y organizar la Resistencia desde dentro del mismo campo.

Redada

El 19 de setiembre de 1940, en Varsovia, los alemanes se hallaban organizando una redada de trabajadores y al ponerse la misma en funcionamiento detuvo a todos los hombres sanos entre 18 y 40 años: Pilecki se hallaba entre los detenidos, cuando fue capturado en el interior del departamento de su prima, en calle Alejawojska Polskiego Nº 40, donde hay una placa recordatoria.

En el operativo, Pilecki se identificó con un documento a nombre de Tomasz Serafinski y fue trasladado al referido campo de exterminio.

Durante la noche del 21 y la madrugada del 22 de setiembre de 1940, junto con el segundo transporte de prisioneros de Varsovia, -número 4859- se convirtió en el principal organizador de la conspiración en el campo.

Así, fundó la Red Clandestina Zow, una Unión de Organizaciones Militares, cuyas premisas eran cuidar en cada detalle el ánimo de los presos y transmitir noticias desde el interior del campo, así como obtener y distribuir alimentos y ropa en secreto,

El objetivo final era preparar tropas para un posible asalto al campo de concentración desde el exterior.

Los informes Pilecki

Los informes, que llevan el apellido de quien nos ocupa, detallan el genocidio en Auschwitz, siendo los mismos enviados a Varsovia y desde allí a una célula que operaba en Suecia.  Los informes llegaron también al Cuartel General del ejército Nacional de Polonia, a través de fugitivos.

Una de esas fugas se produjo el 20 de junio de 1942, cuando prisioneros salieron armados y disfrazados de hombres de la SS en un automóvil Stemr 220, perteneciente nada menos que al comandante del Campo Rudolf Hoess. Ellos lograron canalizar la información a los aliados occidentales, quienes -cuando aún Pilecki se hallaba en cautiverio- lograron que fuera ascendido a teniente.

Los datos iban al gobierno polaco exiliado en Londres. En la cerrada noche del 26 al 27 de abril de 1943, Pilecki y dos reclusos lograron escapar del Campo de Concentración.

Pilecki y los restantes prisioneros lograron llegar hasta el río Sola y luego al río Vístula, atravesando bosques y pueblos, varias veces tomando contacto con familiares de los prisioneros.

Finalmente, Pilecki encontró al verdadero Tomasz Serafinski, cuya identidad había utilizado y el mismo lo puso en contacto con unidades del ejército Nacional.

Pilecki presentó un plan para atacar el Campo, pero no fue aprobado por ser considerado imposible de implementar con las fuerzas clandestinas locales, ya que la guarnición de las SS contaba con 3.000 soldados.

A pesar de esa situación, Pilecki regresó a Polonia, bajo la órbita soviética y continuó con su lucha denodada, a punto de ser acusado de espionaje, resultando ser detenido en mayo de 1947, en un departamento de calle Pañaska, al que había llegado sin saber que el día anterior habían detenido a los propietarios.

A Pilecki le hallaron en su poder un cuaderno con direcciones de personas y unan clave, por lo que fue torturado por agentes de la Oficina de Seguridad, entre los que se contaba uno de los mayores torturadores: Eugeniusz Chimczk.

También lo torturó el hijo de otro agente que le arrancó las uñas, le aplastaron las piernas y lo empalaron. Durante una visita de su esposa, le confesó que al lado de lo que estaba sufriendo, lo que vivió en el Campo de Auschwitz “fue un juego o una obra de teatro de niños”.

El 3 de marzo de 1948 se inició el juicio ante el Tribunal Militar, en el que fue Pilecki el organizador de una red de Inteligencia y preparar un ataque contra dignatarios, aceptar beneficios financieros para beneficio de un gobierno extranjero y la tenencia de armas y la utilización de documentos falsos.

Se declaró culpable del cargo y fue condenado a muerte. La sentencia se cumplió el 25 de mayo en la prisión de Mokotów, mediante un tiro en la nuca.

El verdugo de la sentencia fue Piort Smietañaski, conocido como “El Verdugo de Mokotów”, desconociéndose el lugar de su entierro. La primera publicación del informe recién se conoció en el 2000, cincuenta y cinco años después de la finalización de la guerra. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

 

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