Otra vez las crónicas policiales se nutren de la muerte de una persona joven que podría haber sido evitable si los controles municipales de la Dirección de Tránsito estuvieran en los sitios claves, donde las altas velocidades son pan diario y la gente del barrio lo viene comentando
Ocurrió en horas de la madrugada en la calle que continúa la avenida Belgrano en dirección al oeste, y que conduce al túnel que luego prosigue como avenida Presidente Illia, al salir a la altura de la calle Presidente Roca y el Parque de Colectividades.
Se desconocen las causas por las que este automóvil Corsa, a cuyo cargo iba una muchacho joven que sobrevivió al percance, se descontroló en una pequeña curva, impactando primero contra una columna de alumbrado público y luego terminando por volcar a unos veinte metros sobre la otra vereda.
El impacto fue de tal magnitud que el lateral del acompañante, donde iba sentada la joven fallecida, prácticamente fue cortado como con una cuchilla. Quedó volcado con tres de sus ruedas al cielo, porque la restante –delantera- fue arrancada por la violencia del choque.
Si bien fueron ambos jóvenes llevados a un centro asistencial de urgencia rosarina, la muchacha de 26 años, de quien se desconocen otros detalles de su identidad, murió antes de llegar al nosocomio, según fuentes policiales.
Este paso vehicular estuvo cortado al tránsito vehicular durante un tiempo prolongado por la presencia del vehículo volcado, los restos del mismo esparcidos por la calzada, así como por la presencia de combustible y aceite derramado sobre el pavimento a raíz del violento impacto.
Como dijimos una muerte más joven debemos lamentar los rosarinos. La imprudencia, la alta velocidad y hasta la ausencia de un control estricto y estratégico en el municipio fueron los elementos de este cóctel mortal evitable. (Jackemate.com)