Fue otro de los tantos percances ferroviarios evitables de esta Argentina, cuyo Gobierno nacional pareciera que no controla ni verifica el estado de los servicios públicos que concesiona a particulares
Otra vez tenemos que contabilizar muertes: esta vez fueron 49 –y puede elevarse en las próximas horas- y unos seiscientos heridos, y el percance fue en la estación terminal Once de la línea Sarmiento, que está concesionada a Trenes de Buenos Aires (TBA)
Una de los fallecidos es un menor de siete u ocho años que estuvo atrapado en uno de los coches durante casi tres horas. Los médicos intentaron reanimarlo, pero falleció en el mismo andén de la estación.
El titular del SAME, Alberto Crescenti, informó que por el operativo de rescate se estableció que la cifra de heridos se ubica en 550. Es la tercera peor tragedia ferroviaria en la historia del país.
Por su parte, el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, en una conferencia de prensa sin posibilitar de preguntar el periodismo dijo que el tren embistió a una velocidad de 26 kilómetros por hora la estructura de hierro ubicada como para-choque en la cabecera de las vías de la populosa estación de Once, “aparentemente por una falla del sistema de frenos”.
Según puede constatar ámbito.com fue incesante el traslado de los lesionados en el hall de terminal hasta pasado el mediodía, la mayoría de ellos con fuertes contusiones y cortes, pero algunos más comprometidos.
La formación de la línea Sarmiento, proveniente de la localidad de Moreno, no habría llegado a frenar e impactó contra el parachoques luego de ingresar a la estación. Ocurrió pasadas las 8 de la mañana, en plena hora pico.
Al menos 17 ambulancias y dos helicópteros del SAME trasladaron heridos hacia distintos centros asistenciales.
“El tren venía llenísimo. El impacto fue tremendo. Yo venía en el furgón donde uno puede viajar con la bicicleta. La gente estaba desesperada por salir”, contó un testigo.
En uno de los vagones, en los primeros momentos tras el impacto, podía verse a gente atrapada, con medio cuerpo hacia afuera.
Testigos indicaron que en el momento del choque, cuando los pasajeros se aprestaban a descender, la mayoría cayó al piso y en medio de escenas de pánico, fueron pisados por algunas personas que pugnaban por escapar hacia el andén.
“El tren venía muy rápido, no esperaba esto porque siempre para. Todo el mundo estaba desesperado, todo el mundo quería salir. Me duele el pecho porque me pisaron”, expresó una joven.
“Se escuchó un impacto muy fuerte y todos fuimos a parar al piso. Tengo un golpe muy fuerte en el brazo. Cuando salí, volví a ayudar a los que estaban peor, pero llegué hasta ahí porque el dolor era mucho”, expresó un hombre de unos 30 años al contar su propia experiencia.
El tránsito fue cortado frente a la estación, la Policía Federal acordonó la zona perimetral de la terminal y cortó totalmente la circulación de vehículos de la avenida Pueyrredón entre las avenidas Corrientes y Rivadavia.
Para destacar como negativo fue la seuda conferencia de prensa del secretario de Transporte de la Nación, quien sólo se limitó a comentar lo ocurrido a los periodistas, sin concesión de preguntarle al funcionario.
Schiavi, de quien se esperaba información más precisa sobre lo ocurrido y hasta avanzar en la posible dirección que adoptaría el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se limitó a comentar el accidente, como un relator de fútbol lo hace en torno de un partido que está viendo. (Jackemate.com)