Casi cinco mil millones de pesos distribuyó en el 2012 el Gobierno nacional en subsidios a las concesionarias ferroviarias metropolitanas para tener –como a simple vista se observa- un pésimo servicio de trenes de pasajeros sólo para aquellos argentinos que viven en esta área del país. El resto de los argentinos carecemos de servicios ferroviarios en una gestión presidencial de diez años que se proclama a viva voz ‘ser federalista’ en sus políticas
Según un informe especial que publica en su sitio digital el matutino porteño ‘Clarín’, tras casi una década de administración kirchnerista, los servicios ferroviarios de pasajeros de la región metropolitana muestran un marcado deterioro que, por ahora no pude ser neutralizado, pese a los crecientes subsidios que se destinan al sistema para no aumentar las tarifas y cubrir los gastos salariales y operativos.
“A lo largo de 2012, el Gobierno desembolsó la cifra récord de $ 4.603 millones en concepto de subsidios para el funcionamiento de los trenes metropolitanos”, precisa la nota firmada por el periodista Antonio Rossi.
Según los datos preliminares que manejan los técnicos del sector, el total de los pasajeros transportados el año pasado–entre los que pagaron el boleto y lo que no lo hicieron–alcanza a 394 millones de usuarios.
De esta manera, el subsidio por cada pasajero-viaje que terminó pagando el Estado en 2012 llega en promedio a $ 11,6.
El análisis de la situación de cada ferrocarril pone al descubierto las diferentes y complejas realidades que se registran en la red urbana de pasajeros, y que es la siguiente según la misma nota periodística:
* Línea Roca: Es la que más subsidios absorbió en 2012. En total recibió $ 1.894 millones y según las estimaciones privadas transportó unos 115 millones de pasajeros. Así el subsidio por cada pasajero se ubicó en $ 16,4.
* Líneas Sarmiento y Mitre: Operadas hasta mayo por la ex TBA y luego por la UGOMS –la sociedad que integran Metrovías y Ferrovías, las únicas operadoras privadas que quedan en pie–, las dos líneas recibieron un subsidio anual de $ 1.024 millones. Como terminaron transportando un total de 154 millones de pasajeros, el subsidio promedio por pasajero alcanzó a $ 6,6.
* Línea San Martín: El subsidio por cada usuario-viaje ascendió a $ 13,1. Entre enero y diciembre de 2012 tuvo un ingreso por subsidios de $ 629 millones y transportó un total de 48 millones de pasajeros.
* Línea Belgrano Norte: Para la operación de sus trenes que transportaron un total de 38 millones de pasajeros, el ferrocarril manejado por Ferrovías requirió un subsidio anual de $ 401 millones. Medido por usuario, el subsidio promedio de la línea fue de $ 10,5.
* Línea Urquiza: Los 22 millones de pasajeros que transportó la empresa Metrovías en 2012 le costaron al Estado $ 108 millones. Así el subsidio promedio por usuario quedó en $ 4,9.
* Línea Belgrano Sur: Este ferrocarril diésel operado por la UGOFE es el que transportó la menor cantidad de pasajeros, pero el que más subsidio individual necesitó para correr los trenes: $ 32 por cada usuario-viaje. En total cobró $ 545 millones de subsidios y transportó 17 millones de pasajeros.
Precisa, además, que “el fracaso de la política ferroviaria kirchnerista que el relato oficial no puede ocultar se manifiesta por una doble vía. Por un lado, en la falta de inversiones que afectan a la infraestructura (vías, señales y estaciones) y los trenes”.
Y por otro lado, “en la deficiente calidad de servicio que se aprecia en la menor cantidad de trenes, las demoras, cancelaciones, los mayores tiempos de viaje y falta de limpieza de las formaciones”.
Describe Rossi más adelante que “el estado y la limpieza de los coches es deplorable. Además en las horas pico viajamos mal y apretados. Hace 10 años que uso esta línea y no vi ningún cambio, según lo destacó Juan Godoy, usuario del ferrocarril San Martín”.
Según Estela Cisneros–usuaria del Belgrano Sur– “ahora se viaja peor que hace unos años. Hay menos trenes, pero más pasajeros y el principal problema, aparte de las demoras, es la falta de seguridad por los reiterados robos que se registran a bordo”.
Para Julio Fernández–empleado administrativo y usuario de la línea Roca a La Plata–” el servicio empeoró notablemente en los últimos años.
Indica, asimismo, que “los vagones, en su mayoría, son viejos y están casi siempre sucios. Las ventanillas no funcionan y los días de lluvia, algunos coches se llenan de agua”.
Lo más increíble, y que puntualiza esta nota, es que “por más que los usuarios decidan tomarse el trabajo de registrar sus quejas, en la mayoría de los casos las operadoras de los trenes no pueden ser sancionadas por un incumplimiento normativo del Gobierno (Nacional)”.
Cita, además, que “pese a que ya tenían que estar vigentes, las líneas Roca, San Martín, Belgrano Sur, Mitre y Sarmiento no tienen aprobados los regímenes de penalidades que establecen los contratos de concesión”.
Concluye diciendo que “esto determina que todas las deficiencias de servicios que detectan los inspectores de la CNRT quedan en el aire y sin ninguna clase de multa”. (Jackemate.com)