Por Ricardo Marconi (*)
Hay decisiones políticas que se toman, a nivel gubernamental, que parecen, en primera instancia, tomadas a las apuradas y basadas en recomendaciones de allegados al poder y que terminan siendo el germen de un error descomunal imposible de justificar.
Uno de esos casos parece encuadrarse con el nombramiento del nuevo titular de la Agencia Federal de Inteligencia. Nos referimos a Sergio Neiffert, de 56 años, quien en su CV explica que no tiene título universitario compatible con el caso que va a ocupar, pero cuenta con experiencia “en presidir un Consejo Escolar”.
Sí posee, según él lo explicita, una «amplia experiencia en gestión de recursos, tanto en ámbitos privados como públicos». Un amigo de quien esto escribe, suelto de cuerpo y sonriendo atinó a señalar tras conocer la noticia: “El más gil de los espías lo va a dar vuelta como un guante”.
Los trascendidos indican que el novel interventor de la AFI, nombrado mediante el decreto 505/2004, buscaría desdoblar el organismo en espionaje externo e interno, un formalismo a nivel mundial que funciona en todos los Estados del orbe.
Espero que no sea la única modificación estructural generada por Neiffert, quien como corresponde, fue avalado por el presidente Javier Milei y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y que seguramente saben que se esperan modificaciones estructurales tras la caída en desgracia del exjefe de los espías Silvestre Sívori.
Luego de la eyección de Nicolás Posse como jefe de Gabinete, al que todos apuntan como el verdadero exjefe de la AFI, al que se lo señala en voz baja como el responsable de un escándalo por presuntos seguimientos y escuchas a ministros del propio gobierno.
El reemplazo, como apuntamos, no tiene experiencia de campo y menos política en el oscuro mundo de la Inteligencia. El nuevo “Señor 5” tiene 56 años y había sido designado en marzo último representante del Ejecutivo en el Consejo Directivo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo. Quien lo propuso para ese cargo es el ministro de Economía, Luis Caputo.
Lo referido me hace recordar a un programa de televisión que hace muchos años dejó de ponerse al aire y que concluía, cada domingo al mediodía, con la frase “Lo primero es la familia”. Ahora la frase ha sido modificada políticamente y debe leerse como “Lo primero son los amigos”.
Neiffert, con una cara de piedra difícil de igualar, citó entre sus antecedentes el haberse desempeñado como vicepresidente del Consejo Escolar de Malvinas Argentinas entre 1999 y 2003, cuando el partido bonaerense era conducido por Jesús Cariglino, que pasó del PJ al Frente Renovador y de ahí al PRO.
El jefe de espías también se desempeñó, entre 2007 y 2011, como presidente del Consejo Escolar del Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires. Eso fue durante la primera gobernación de Daniel Scioli, un saltimbanqui de la política.
Hay medios que nos hacen recordar el pasado del nombrado James Bond de cabotaje, ya que nos recuerdan que el designado fundó New Consuld SA, una consultora para la “gestión y administración de bienes de todos los derechos económicos que se deriven de la actividad de jugadores de fútbol y/o cualquier otro deporte”. Siete años después, trabajó como productor de radio y televisión y en Carteles Ya!, una empresa de publicidad en la vía pública.
Guillermo Francos, adelantó también una transformación en la estructura de la central de la AFI. “Hay que pensar exactamente en una reorganización de la inteligencia en la Argentina. Tiene que haber inteligencia exterior para tener en claro lo que está pasando en el mundo”, admitió.
Pero agregó que “tiene que haber inteligencia interior, para pensar lo que está pasando con el crimen organizado, con el narcotráfico, con las fronteras. Para eso hay que usar especialistas que hay y que no hay tampoco en el país”.
El desdoblamiento, no obstante, deberá pasar por el Congreso. La AFI fue creada en marzo de 2015 con la promulgación de la Ley de Inteligencia Nacional (25.520) que disolvió la hasta entonces Secretaría de Inteligencia (Side). (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación