Por Ricardo Marconi (*)
Estados Unidos se ha adaptado a las nuevas estrategias militares en función de los conflictos bélicos en los que intervino luego de la II Guerra Mundial. Mientras que los rusos continúan interpretando el desarrollo de los pasos previos para derrocar gobiernos, acaparando, en primera instancia, los recursos naturales para sí mismos y utilizando la prepotencia de una invasión, en este caso contra Ucrania, para evitar que se pase a la organización del Tratado del Atlántico Norte, más conocida como la OTAN.
Hora a hora se incrementa la tensión bélica en Ucrania por la probable invasión rusa y Estados Unidos ya denunció ante organismos internacionales que Rusia reclutó a funcionarios ucranianos traidores a su país, con el objetivo de controlar el gobierno.
Ya hemos adelantado que Washington aplicó sanciones a 4 de ellos y autorizó oficialmente a las naciones bálticas a transferir armas de Estados Unidos a Ucrania para apoyar la resistencia en caso de un ataque.
Rusia, hace semanas, activó servicios de inteligencia para que ex funcionarios ucranianos controlaran, tras la invasión, la estructura gubernamental crítica de ucrania con apoyo de una fuerza de ocupación.
Paralelamente, el Departamento del Tesoro estadounidense indicó que los 4 individuos mencionados -2 del Parlamento de Ucrania-, venían actuando bajo órdenes de los servicios de inteligencia rusos para tener acceso a documentos sensibles de Ucrania y para promover disturbios antes de concretarse la invasión, en el marco de otras acciones de alto nivel estratégico.
El secretario de Estado norteamericano Antony Blinken advirtió que “ya se han tomado medidas sancionatorias para terminar con campañas de desinformación rusas” y agregó que “junto al gobierno ucraniano se está trabajando para identificar a los desestabilizadores”.
Por otra parte, como ya adelantamos en un informe previo, está prevista una reunión de Blinken en Ginebra, Suiza, con el canciller ruso Serguei Lavrov, al parecer a cargo de la diplomacia mientras se arma el ataque.
Envío de armas
Blinken ya ordenó, mientras tanto, el envío de armas antiaéreas a Ucrania para rechazar a cazabombarderos rusos, que se prevé enviará como punta de lanza en la invasión y Estonia ya recibió la autorización para transferir misiles antitanques Javelin que son livianos, portátiles y no requieren montaje en un vehículo, siendo eficaces para destruir tanques rusos. Además, Estados Unidos transferirá 5 helicópteros de fabricación rusa, con lo que se impide la detección de adelantos armamentísticos.
Esperando el error de Putin
Joe Biden está esperando que Putin ordene el ingreso a ucrania a través de Bielorrusia, ya que prevé un ataque simultáneo desde Bielorrusia, al norte; Rusia desde el este y desde el sur mediante Crimea.
Alemania, por el momento, está renuente a enviar armas, aunque en las últimas horas admitió que “cooperará con transferencia de equipamiento bélico”.
Biden, al momento de este informe, no decidió el envío de tropas y sólo está pensando en ejercer sanciones económicas que impactarán en una Rusia quebrada, según analistas de política internacional.
Sí vale subrayar que delegaciones de la CIA en países lindantes con Rusia estarían informando permanentemente sobre el movimiento de tropas rusas que alcanzarían a 100.000 hombres. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política