Por Ricardo Marconi (*)
El gobierno norteamericano reiteró que vetará el ingreso de Kiev a la OTAN y se comprometió el secretario de Estado Antony Blinken a considerar mediante “una vía diplomática a resolver la grave crisis” en su respuesta escrita a las peticiones planteadas por Moscú, a través de su homólogo ruso Sergei Lavrov.
«Dejamos claro que hay principios básicos que estamos determinados a mantener y defender, incluida la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y el derecho de los Estados a elegir sus propias disposiciones de seguridad y alianzas», afirmó el canciller de Joe Biden.
Sin embargo, con el correr de las horas se aceleró el despliegue bélico de la OTAN en la zona del Báltico por el conflicto en Ucrania, con lo que confirma que «está preparada para lo peor», según afirmó su secretario general Jens Stoltenberg, tras tomar debida cuenta de las maniobras en el Mar Negro de más de 20 buques de guerra, en el marco de un alto el fuego que todas las partes sostienen, fundamentalmente Bruselas que se muestra más negociadora.
Mientras tanto, en paralelo se despliegan acciones diplomáticas de altísimo nivel para detener la escalada militar desarrollada por las partes enfrentadas. En ese sentido, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, creada en 1950, autorizó el envío -al Este de Europa-, de buques y aviones de guerra adicionales.
Vale recordar que la OTAN se creó debido a que la por entonces Unión Soviética, en su lucha contra el nazismo, había llegado a Berlín y para evitar la continuación del avance 30 miembros occidentales conformaron una alianza defensiva que decidió que, si era atacado uno de los países, los restantes concurrirían en su ayuda.
Así, la OTAN quedó conformada por Estados Unidos, Canadá, Islandia, Noruega, Reino Unido, Francia, Portugal, España, Italia, Grecia y Turquía.
En su momento, anticipamos para Jackemate.com, la acumulación de 100.000 soldados con carros de combate, drones militares, helicópteros armados, piezas de artillería y medios de guerra electrónicos a sólo 30 kilómetros de la frontera entre Rusia y Ucrania, lo que fue acompañado por decenas de miles de hombres a Bielorrusia “para realizar maniobras desde el 10 al 20 de febrero próximo”, según el presidente ruso Vladimir Putin.
Las operaciones enunciadas fueron denunciadas a nivel internacional por Ucrania, Washington y Bruselas y la OTAN estimó en las horas siguientes que Putin podría dar una orden de invasión a Ucrania sin importarle que está obligado, mediante la firma de un tratado, a informar a la OSCE a los demás miembros si moviliza tropas para que Europa tome conocimiento.
Lo cierto es que Moscú movilizó efectivos de tierra a las ciudades rusas de Yelya, Klinsty, Pogonovo, Boguchar, Volgogrado, Persiavovsky y Roston del Do.
También envió vehículos blindados a esas mismas ciudades y a Crimea, a lo que agregó tanques rusos.
Las fuerzas armadas de Ucrania, evidentemente, no resistirían un ataque ruso sin ayuda de la OTAN, aunque, vale decirlo, ha mejorado su arsenal y la preparación militar de sus tropas.
La reacción sueca
Suecia es el país de la OTAN que más rápidamente movilizó tropas y material bélico de defensivo en favor de los ucranianos, remitiendo a militares a la isla de Gotland, en el Báltico, mientras que Finlandia y Dinamarca pusieron en alerta a sus fuerzas aéreas.
Estados Unidos, con conocimiento de Joe Biden a través del Pentágono y la CIA, que estarían haciendo un seguimiento minuto a minuto desde sus estaciones situadas en los países de la frontera occidental de Europa, Ucrania y Afganistán, por el momento -para evitar un conflicto armado directo-, infligiría sanciones económicas rigurosísimas, a la vez que reforzará la zona en forma masiva.
Asimismo, como una decisión no menor, sacaría a Rusia del Swift, esto es un sistema de transacción financiera internacional que implica, de facto, cortar la conexión de la banca rusa del resto del mundo, a lo que se agregarían sanciones comerciales y económicas que en anteriores columnas mencionamos.
El inicio del conflicto
Blindados y cañones ucranianos se dirigen a la frontera rusa para tomar posiciones defensivas
Como disparador inicial del enfrentamiento internacional que nos ocupa debemos remitirnos a lo que ha denominado el Euromaidán, ocurrido en el bienio 2013/2014. En esa oportunidad el gobierno de Ucrania suspendió la firma del acuerdo de asociación y libre comercio con la Unión Europea, provocando la medida disturbios que terminaron con el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich en febrero de 2014.
Los sucesos enunciados derivaron en la toma militar, por parte de os rusos, de la Península de Crimea y la ciudad de Sebastopol, aprovechando la invasión para dejar de pagar a Ucrania –con la anexión de Crimea-, una tasa anual para poseer una base militar en el Mar Negro.
Y el 12 de abril de 2014 se desencadena la que se denominó Guerra del Donbás, en el este ucraniano como reacción al Euromaidán, quedando firme la anexión de Crimea y Sebastopol a la Federación Rusa.
Esa situación generó, a su vez, un conflicto armado entre fuerzas independentistas que se autoproclamaron como repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Con fuerte presencia de movimientos pro rusos, los que era financiados por el Kremlin.
La tensión por un gasoducto
Como si esto fuera poco, ente los años 2018 y 2021 el tendido del gasoducto Nort Stream 2 (NS2) comenzó a tener implicancias geopolíticas y económicas.
Actualmente el tendido del gasoducto permite derivar el gas de Rusia a Europa a través de ucrania para que la apertura del NS2 llegue a Alemania, reticente aún hoy a disponer movimientos bélicos.
Hay que dejar claro que el envío el gas mediante el NS 2 implica que Ucrania dejaría de percibir un ingreso anual de 2.000 millones de dólares. Los analistas internacionales entienden que, si no fuera por eta circunstancia, Putin ya habría ordenado la invasión, ya que el traslado del gas se inicia en Rusia y concluye en Gritfswalia, Alemania, sin intermediación alguna.
Refuerzo
Hace pocas horas, Ucrania intentó acercar posiciones con la Unión Europea y la OTAN para que Estados Unidos cumpliera la promesa del expresidente George Bush de anexar a los ucranianos a esas organizaciones internacionales.
Es por esa razón que Rusia exige que la OTAN tome medidas para no aceptar la petición, ya que ello implicaría un pedido similar de Georgia, Moldavia, Armenia y Azerbaiyán. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política