Rosario amaneció en calma luego de una jornada con mucha tensión en distintos barrios periféricos y en la vecina Villa Gobernador Gálvez por la ola de saqueos a comercios y pequeños supermercados de zonas periféricas del municipio
Pese a este calma, que muchos dicen podrían ser “relativa”, los dueños de los locales se mantienen en alerta ante la posibilidad de que se reiteren los ataques similares a los registrados este viernes último, que dejaron un muerto, al menos oficialmente reconocido.
Fuentes policiales precisaron que los operativos de seguridad seguían en los barrios para prevenir hechos delictivos. Unas 100 personas prosiguen detenidas por distintos intentos de robo ocurridos entre el atardecer del jueves y la noche del viernes último.
El secretario de Gobierno de la Municipalidad, Fernando Asegurado, indicó este sábado a la mañana que la intendenta rosarina Mónica Fein mantuvo una reunión con el ministro de Seguridad de la provincia, Raúl Lamberto, para coordinar las tareas de prevención.
El funcionario explicó que los operativos de seguridad se mantendrán en los paseos comerciales y en todos los barrios hasta el 1º de enero.
“Hoy retomamos el funcionamiento normal de la ciudad. En la noche no tuvimos ningún hecho de violencia”, dijo Asegurado en diálogo con un programa de Radio 2.
Agregó que ahora restará “saber quién estuvo detrás de esto” en referencia a los saqueos ocurridos en los barrios rosarinos, hechos que “no fueron espontáneos” según dijo el secretario de Gobierno.
Sobre los orígenes de estos actos delictivos similares a los sucedidos a fines de mayo de 1989, y que motivaron el final del Gobierno de Raúl Alfonsín, y los de sangrientos de diciembre de 2001, que terminaron con la renuncia del presidente Fernando de la Rua, aún nada se dice oficialmente, pero si existen muchas conjeturas y se tejen hipótesis.
Lo importante sería que en lo inmediato pudiese saberse oficialmente que razón o motivación y desde dónde provenían las mismas que llevaron a que ocurriesen estos actos de pillajes urbanos traducidos en saqueos.
Hay acusaciones que son pobladores de escasos recursos de barrios marginales o villas rosarinas, a quienes se los asiste con subsidios o con ayuda social desde los distintos gobiernos.
Así como otros apuntan a bandas organizadas de pobladores de escasos recursos que responderían a las mafias de las droga que aún existen en Rosario (bunkers) o en poblaciones vecinas y que vienen siendo destruidas por el accionar de la policía antidroga santafesina. (Jackemate.com)