por Jacke Mate | Nov 23, 2013 | Columna Dos
La cámara doméstica de Abraham Zapruder, residente en Dallas, Texas, siguió filmando la terrible escena mientras él gritaba: “¡Lo han matado! ¡Lo han matado!”. Eran las 12.30 de un luminoso mediodía, aquel viernes 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Estados Unidos...