Autoridades paraguayas han trabajado y continúan haciéndolo intensamente con el Departamento de Estado de Estados Unidos para terminar definitivamente con las operaciones de lavado de dinero que lleva adelante, en la zona de la Triple Frontera, la Red Hijazi.
Las indagaciones de los investigadores paraguayos se intensificaron a partir de agosto de 2021, cuando los mismos detuvieron a Kassem Mohamad Hijazi, en un procedimiento conjunto con agentes norteamericanos, a fin de lograr su extradición al país del norte.
Mohamad trabajaba como un simple despachante en Paraguay y, con el tiempo, logró conformar fuertes lazos con políticos, policías, fiscales y dueños de compañías de cambio de dinero que le suministraban protección y poder económico para operar sin problemas en la zona.
Conexiones y sobornos
Asimismo, desarrolló conexiones del más alto nivel con funcionarios paraguayos que trabajaban en su favor para que no se adoptaran acciones judiciales en contra de su organización. Hijazi empleaba firmas de importación y exportación para trasladar mercaderías desde Estados Unidos para comercializarlas en territorio paraguayo y las ganancias las canalizaba a través de oficinas de cambio y bancos en Ciudad del Este para enviarlas a China y Hong Kong, entre otros lugares.
Las averiguaciones del Departamento de Estado permitieron determinar que había intermediarios que abonaban sobornos a los trabajadores de los puertos, despachantes y responsables de aduanas paraguayas para tramitar las importaciones y exportaciones que se tramitaban por medio de los puertos de ingreso a Paraguay.
En su momento, Zully Rolón, ejerciendo la titularidad de la Secretaría Nacional Antidrogas del Paraguay dijo que en Ciudad del Este se consideró a Mohamad como “un testigo prioritario consolidado y de alto valor estratégico en el área de lavado de dinero para Estados Unidos y su captura coincidió con una evaluación del cumplimiento de las normas del Grupo de Acción financiera Internacional (GAFI), creado para combatir el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo”.
Quién es quién en la red
Kassem Mohamad Hijazi era el líder de la organización. Lavaba cientos de millones de dólares, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Khalil Ahmad Hijazi era el asociado de Kassem y presidente de la empresa importadora España Informática S.A. A este último se lo sancionó por “haber ayudado materialmente, patrocinado apoyo financiero, material y tecnológico para artículos o servicios o en respaldo del mencionado líder.
Liz Paola Doldán González fue identificada como una intermediaria de los envíos desde el país del Norte y se presume que abonaba los sobornos a portuarios, despachantes y funcionarios de aduanas del Paraguay para procesar las importaciones y exportaciones a través de la aduana paraguaya.
En 2019 Doldán fue imputada por la justicia paraguaya por contrabando a gran escala de teléfonos celulares a través de una firma fantasma, con lo que la gavilla generó millonarias ganancias ilegales registrando los dispositivos en la aduana por un precio más barato para pagar menos impuestos.
Trascendió que entre las empresas sancionadas figuran Emprendimientos Inmobiliarios Misiones S.a.; Aplo Informática S.A.; Mundo Informático Paraguay S.a. y Mobile Zone International Import-Export S.R.L.
Esfuerzo y sanciones
El secretario de Estado Antony Blinken, en un comunicado indicó que las sanciones “representan un esfuerzo gubernamental global para combatir la corrupción en la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay”.
A raíz de dicha medida, quedaron congelados los activos de los imputados y las entidades que tenían bajo jurisdicción estadounidense y se prohibieron las transacciones financieras con instituciones del mismo rango en Norteamérica. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política