Las balas del opresor se convierten en agua como para bañar un cuerpo. Se mezclan con sangre en los agujeros que produce la pistola de un sicario, envenenado mental y fisiológicamente por la droga que le dio el referente de una fuerza demencial como paga o dinero para realizar el ataque.
A pesar del odio que lleva implícito el ataque contra la transitoria víctima, en su alma adormilada el atacante no siente nada. Ve la sangre de su víctima brotar a borbotones espasmódicos hasta que la misma cae al pavimento y huye a pie lo más rápido posible. El “trabajo” del sicario ha sido cumplido.
En este caso la víctima, Franco Gastón Batalla tenía 27 años fue abatida con 8 balazos, cuando se hallaba en el interior de su Peugeot 505, en Uruguay al 5900, en inmediaciones de su domicilio. En el lugar se halló una nota en instantes después del crimen, a las 21.20, donde también estaban ocho vainas de calibre 9 m.m. que fueron enviadas a analizar por orden de la fiscal de Homicidios Dolosos Georgina Pairola.
El crecimiento de los femicidios
La realidad no puede negarse: Ha crecido en la ciudad de Rosario el número de mujeres asesinadas. En lo que va del 2022 se triplicó la cantidad de víctimas en comparación con el 2021 (250), aunque cayó la incidencia de la violencia de género.
Ello revela, según opinión de criminólogos, un presunto aumento de la participación de las mujeres en las economías ilegales o como “blancos” de venganzas en el mundo criminal que estaba siendo considerado como altamente masculinizado.
Los datos del Observatorio de la Seguridad Pública (OSP) de Santa Fe, hasta el inicio de octubre indicaban que trepó al 19,7 % la participación de mujeres en cuanto víctimas del total de homicidios registrados a nivel provincial, cuando a lo largo de todo 2021 su incidencia fue del 9,4%.
La serie histórica, que publica el OSP, muestra que desde 2014 el porcentaje de mujeres víctimas de homicidios -que incluye casos de femicidios y asesinatos en otros contextos, como la narcocriminalidad o la participación en tramas ilegales- se ubicó alrededor del 10% a nivel provincial, hasta el salto del corriente año. En el Departamento Rosario, el más poblado de la provincia y el que desde hace años concentra la mayor parte de casos de violencia letal, el porcentaje de mujeres víctimas de asesinatos entre enero y septiembre últimos se elevó al 23,4% del total.
El año pasado ese porcentaje fue del 9,4% y en 2020 del 10,3%, según las estadísticas oficiales. Paralelamente, al aumento de la participación de mujeres en el total asesinatos, en los primeros 9 meses de este disminuyó el porcentaje de casos de femicidios, o en los que se investiga un componente previo de violencia de género.
Los indicadores puntualizan un crecimiento en el marco de disputas territoriales y de narcocriminalidad, tal como venimos enunciando en esta columna.
«Lo que se puede ver es un indicador de un mayor involucramiento en las organizaciones criminales de las mujeres«, según la fuente consultada, aunque en el circuito de violencia las mujeres actúan sin tomar las armas. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política