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Por Ricardo Marconi (*)

No son pocos los nuevos términos que se van sumando día a día al lenguaje cuasi coloquial de los seres humanos y hasta ya existen obras literarias como la del que fuera ganador del premio Anagrama de Ensayo, Sergio González Rodríguez.

Me refiero a su trabajo literario “Campo de guerra”, en la que utiliza el término “la tecnofilia” para hacer referencia a que “vamos camino hacia las segurocracias”, fundadas en la idea del control y vigilancia militarizada para lograr imponer un modelo global por encima del concepto Estado Nación.

En el marco de ese concepto nuestros gustos, hábitos, preferencias, información sobre su vida y sus hábitos de consumo, podrían estar expuestos y sometidos al arbitrio de terceros.

El autor que nos ocupa reflexionó en forma profunda sobre las incidencias de la tecnología en la vida cotidiana y advirtió sobre lo que él entiende como la “militarización de las sociedades”, lo que ha sido encubierto por la revolución tecnológica en función del beneficio que reporta el espionaje integral para hacer funcionar la idea de control y vigilancia.

Esa cosmovisión integral nació a partir de la globalización en función de la sociedad de la información y la imposición de democracias formales. La otra cara de la moneda surgió como crimen organizado.

La formulación de un modelo global implica un gobierno idéntico, dominado por las corporaciones en la que el Estado se transforma en un elemento prescindible. González Rodríguez estima que este mecanismo comenzó a globalizarse hace dos décadas.

“Creemos que la tecnología nos va a salvar”, señaló en una de las entrevistas de que fue objeto  y agregó: “Eso es falso, ya que luego comprobamos que no todos los dispositivos son maravillosos, pero cuando los vemos en detalle comprobamos que no se respeta la sociabilidad, así como ni lo público ni lo privado y el sistema  pone a la máquina en el centro de los procesos civilizatorios, mientras el hombre es desplazado a tal punto que nos transformamos en una prótesis en la que jugamos el papel de usuarios o consumidores y podríamos llegar, en el futuro a perder nuestro estatuto humano”. (Jackemate.com)

 

 

(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com

 

 

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