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Por Ricardo Marconi (*)

La temática de los Objetos Voladores no Identificados (OVNIS) no ha cesado en el tiempo y, por el contrario, se acrecienta día a día el número de episodios en los que se da cuenta de la aparición de dichos aparatos con la utilización de tecnología inexplicable para la ciencia, o secreta, desarrollada en el orbe. Es más, la aparición de “oleadas de ovnis” no reciben de los países centrales explicaciones sobre miles de avistamientos que sólo han servido para justificar el fortalecimiento de sistemas de defensa en el espacio, las que sólo sirven, hasta el momento, para justificar el crecimiento exponencial de miles de millones de dólares para generar armamentos defensivos como excusa para prevenir ataques de otras potencias militares en la tierra.

Recientemente, en Jackemate.com hemos venido dando cuenta de desarrollos en naves espaciales cuyo objetivo es el de establecer bases en la Luna y el reinicio de carreras espaciales, como el caso de China, mientras los rusos “se despegan” de un trabajo conjunto con Estados Unidos en la plataforma internacional.

Sondas secretas 

Si nos referimos a la cuestión que nos ocupa, pero en clara referencia a la Luna, localizada a 380.000 kilómetros de la Tierra, se confirmó que entre 1957 y 1968, en secreto, se lanzaron 20 sondas automáticas que se estrellaron en la superficie de nuestro satélite.  Lo que sí fue admitido por Estados Unidos es que se generaron 230.000 imágenes que públicamente no fueron divulgadas y se caratularon como confidenciales.

En noviembre de 1966, se detectó la existencia de muros artificiales de 450 metros de ancho y otra construcción de 5 kilómetros, considerada como “una gran presa”, la que fue calificada de enigmática por los científicos.

El 19 de noviembre del mismo año se detectó otra extraña formación detectada por el Orbiter 2, que fue considerada como pilares y monolitos, alineados de 3 en fondo y que en total fueron considerados como 30 obeliscos de igual altura que no se consideraron como elevaciones naturales.

Censura de imágenes  

Los trascendidos indican que la NASA censuró 900 fotografías que se encontrarían en los archivos del Pentágono. En las mismas se notarían carreteras, cúpulas y caminos.

Extraños destellos provenientes de la Luna detectaron desde la NASA y la preguntan es: ¿Son OVNIS?

En abril de 1962, científicos presentaron en las cámaras de representantes de Estados Unidos un informe (informe Brukins) y en esa oportunidad se hizo referencia a la posibilidad de la existencia de vida extraterrestre, pero los legisladores habrían aconsejado la NASA que no difundiera datos sobre -para ese entonces-, la existencia de una carrera espacial.

El informe indicaba que la exploración espacial podría desembocar en la aparición “de artefactos no humanos” y la “civilización se vería amenazada por un irremediable proceso de desintegración”. Ello derivó en que los legisladores autorizaran el ocultamiento de datos.

También la NASA censuró que, en el viaje a la Luna, a 200 kilómetros de la Tierra, un extraño objeto se acercó a la nave terrestre y fue descrito como una “ele”, o una “maleta abierta”, aunque cambiaba de forma para transformarse en un “cilindro”.

La NASA sólo comunicó que “era el sobrealimentador del Saturno IV, siendo calificado el dato como absurdo, ya que la nave se hallaba a 10.400 kilómetros del Saturno, así como a 380.000 km de la Tierra.

La nave terrestre fue seguida “por luces” que volaban en formación y “la esperaban” que viajaban a más velocidad y luego desaparecieron para dirigirse a la superficie de la Luna, sobre la que el Apolo permanecía en órbita, a 110 kilómetros de altura, en la que era la madrugada del 20 a 21 de julio de 1969. 

En esos momentos, los astronautas tenían una frecuencia de los latidos del corazón entre 150/160 por minuto y ese dato que se transmitía en privado, fue ocultado por la NASA –aunque detallado en esta columna, aunque con el correr los años finalmente trascendió.

Ya en la Luna, mientras estaban haciendo trabajos previstos de investigación, ordenados por la NASA, se originó el siguiente diálogo:

¿Qué es eso? Se preguntó Armstrong al advertir la existencia de otras naves sobre la Luna.

“Es una forma de vida”, respondió Aldrin, respuesta que también se ocultó

La Base terrestre acotó: “Tranquilos. Ahora nosotros continuamos explorando el terreno”.

Armstrong manifestó de inmediato: “Nunca imaginé que existiera algo así”.

Y la Base respondió: “Entiendo, pero ahora vayan hacia el otro lado”.

Aldrin acotó: “Es espectacular, al increíble, ¿Qué es eso que está ahí?

Los hombres del Apolo XI vieron OVNIS en su alunizaje, pero poco dijeron tras su regreso a la Tierra

Es que, a sólo 60 metros de distancia, habían aparecido naves con seres y objetos con forma de disco perfectamente alineados en el terreno, que al verse detectados y al intentar filmarlos, desaparecieron. Eran seres con trajes blancos ajustados, altos. El lugar del encuentro era el norte del cráter Moltke, más conocido por el Mar de la Tranquilidad.

Astronautas realizaron una filmación de 14 minutos mediante una sonda automática el 8 de setiembre de 1967 –difundida extraoficialmente-, donde se ven construcciones en la Luna y, además, se enviaron a la NASA 19.000 fotos de edificios, los que habrían sido construidos con una apreciable antigüedad en el tiempo, obviamente levantados por una civilización no humana.

Para que quien sigue habitualmente esta columna tenga una idea más precisa de lo que significó el Proyecto Apolo, podemos señalar que en su inicio participaron 17.000 empresas contratistas para generar la nave Saturno en la que se instalaron más de 5 millones de piezas y el combustible que consumía equivalía al de 3 millones de automóviles. 

La nave Apolo tenía 600 palancas y botones, de mando, así como 47 motores, mientras que su peso era de 40 toneladas, el equivalente a la carabela “La Niña”, de Cristóbal Colón que fue utilizada en el viaje a América.

El asteroide Psyche 16            

Vale hacer mención, en este contacto con nuestros lectores, a los nuevos detalles obtenidos por científicos espaciales en torno al asteroide Psyche 16. 

El mismo es la conjunción de la combinación de hierro, níquel, platino y oro, valuado en aproximadamente 10 mil cuatrillones de dólares. Para poner en contexto tal cifra, debemos decir que representa unas 70 mil veces mayor que el valor total de la economía global.

El Psyche 16, descubierto en 1852, confundido con un planeta mal formado mide 226 kilómetros de diámetro y se localiza a 370 millones de kilómetros de nuestro hogar y se encuentra en la mira de la NASA para ser explorado en una misión conjunta a Space X. La economía global de nuestro planeta tuvo un valor aproximado de US$142 billones.

«Hemos visto otros meteoritos que son mayoritariamente metálicos, pero lo que hace único a Psyche es que puede que esté hecho totalmente de hierro y níquel», afirma Tracy Becker, científica planetaria del Southwest Research Institute en Texas, Estados Unidos.

En toda la historia de descubrimiento de asteroides, Psyche ocupa el número 16 de los objetos cósmicos observados de este tipo. Fue localizado por primera vez en el siglo XIX, y se estima que tiene el tamaño de Eslovenia. En contraste, posee por sí mismo el 1 % del material del cinturón de asteroides del Sistema Solar, que se expande entre Marte y Júpiter.

Además de ser notablemente poroso, refleja la luz del Sol de una manera diferente a otros cuerpos celestes parecidos. Por esta razón, se logró determinar que no es tan metálico como se creía originalmente, con hasta 95 % de composición estimada. Sin embargo, no será hasta 2026 que se determine su densidad y composición exacta, cuando la NASA alcance a Psyche.

Ceres, el planeta enano 

En el marco de un nuevo descubrimiento científico, Ceres insinúa el potencial de vida no terrena, en una ubicación con química orgánica y superficie escarpada, así como depósitos de salen en el cráter de impacto del cráter Urvara, datos que surgen como resultante de una misión.

El tercer cráter más grande del planeta enano Ceres estuvo geológicamente activo al menos una vez, hace muchos millones de años, luego de su formación.

Luego de evaluarse imágenes de las cámaras de la última fase de la misión Dawn de la NASA, se revelaron estructuras geológicas de sólo unos pocos metros de tamaño. La nave Dawn, vale recordarlo, entró en órbita alrededor de planeta enano en 2015 y lo estudió durante un período de tres años y medio.

El cráter Urvara en Ceres, de 170 kilómetros, generado hace 250 millones de años, pudo haber sido escenario de actividad crio volcánica, según los investigadores de la India, quienes sustentan la teoría detallada de que un océano salino global se extendía debajo de la corteza de Ceres.

Las imágenes de alta resolución del Urvara revelan un paisaje geológicamente distinto, ya que múltiples paredes de cráteres en terrazas encierran la cuenca de impacto que se eleva lejos del centro del cráter.

Su flanco sur es un acantilado escarpado con áreas salpicadas de rocas y material brillante que, además, muestran una depresión central profunda con superficies lisas llenas, también, de depresiones pequeñas y redondeadas.

Estudio de pistas esclarecedoras 

Para llevar adelante este tipo de estudios, los investigadores cuentan los pequeños cráteres que cubren cada superficie de cuerpos sin atmósfera. Además, los modelos de la fuerza del bombardeo en diferentes momentos juegan un papel en la determinación de la edad exacta del cráter y pozos que probablemente se formaron por el escape del gas en el subsuelo.

Otras pistas sobre el pasado del cráter son suministradas por imágenes tomadas utilizando los filtros del color del sistema de cámaras que permiten concluir qué rangos de longitud de onda de luz visible reflejan determinadas superficies en el espacio.

Es necesario hacer notar que numerosos cráteres cubren la superficie de Ceres, el cuerpo más grande del cinturón de asteroides con uno de 960 kilómetros de diámetro, siendo el más imponente el cráter Occator, ubicado en el hemisferio norte, el que contiene restos salinos de una salmuera subsuperficial que emergió a la superficie a través.

Asimismo, en otro gran cráter, denominado Emutet, hay evidencia de compuestos orgánicos expuestos y químicamente complejos. El impacto del aludido cráter reveló material de profundidades de hasta 50 kilómetros.

“Resulta que la topografía actual y la composición mineralógica de Ceres –según el científico Andreas Nathues, investigador principal del equipo de cámaras de Dawn-, son el resultado de procesos geológicos complejos y duraderos que alteraron la superficie del planeta”.

Preguntas sin respuesta 

El origen y la formación de compuestos orgánicos en Ceres siguen siendo preguntas abiertas que tienen implicaciones para la historia geológica del planeta enano, así como sus probables vínculos con la astrobiología y la habitabilidad. Los compuestos orgánicos hallados en la cuenca del Urvara Sur permitirán responder a esas preguntas, según el científico del NISER Guneshwar Thahgiam, quien está trabajando en esos aspectos utilizando datos espectrales FC y VIR. 

Profecía

Peter Konstantinov Deunov, también conocido como Beinsa Duono y que falleció en 1944, dejó una profecía que había obtenido en un estado de trance. La profecía encaja en los tiempos que estamos atravesando, en relación con el cambio de conciencia y los cambios de la Tierra en la que él anticipó la Era de Acuario.

En el final de esta columna solo nos resta preguntarnos: ¿Hay un nivel de conciencia y de tecnología para absorber adelantos tecnológicos extraterrestres? (Jackemate.com)

 

 (*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

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