La crisis internacional que pasó con diferentes grados de profundidad por las economías “desarrolladas” ancla por estos días en Grecia, España e Irlanda, países que hasta hace muy poco eran considerados ejemplos de crecimiento sostenido. Por estos días se suceden marchas y protestas casi diarias en el alicaído “Tigre Celta” con una voz unísona: “¡No Cuts!”, voz inglesa que alude a detener los recortes sociales que impulsa el Gobierno a fin de detener el déficit fiscal, siguiendo viejas recetas liberales donde es el ciudadano quien paga los desastres realizados por el sector financiero.
En este entorno aparece Alemania como el país mejor preparado, tradicionalmente fuerte en su estructura económica-financiera, sale adelante detrás de un sostenido nivel de sus exportaciones de bienes y servicios de alto valor agregado.
Estos mismos ingresos en euros que habiendo entrado en Alemania crearon las “burbujas” financieras en los países periféricos de la eurozona, son las que también hacen su fortaleza a la hora de salir de la crisis.
A las recetas liberales de reducción salariales y cortes en gastos sociales debe oponerse un fuerte control sobre las actividades del sector financiero, un rediseño de las presiones fiscales.
Los ajustes tributarios son resistidos en todo el mundo cuando se trata de que las grandes empresas beneficiadas durante años paguen lo que es socialmente justo.
En nuestro país el enorme flujo de dinero que ingresa producto de las exportaciones de materias primas, a causa de la demanda China y eventualmente de India, hacen que las Reservas crezcan de a miles de millones dando una sensación de seguridad donde pocos parecen saber realmente cual es su techo y su alcance.
Si bien y tal como el caso alemán ambas economías escapan hacia adelante arriba de sus abultadas exportaciones, sabemos que en nuestro caso no se sustenta sobre una estructura económica sólida y previsible.
Como elemento distintivo de esta gestión podemos considerar la postura diferente ante la crisis, descartando las viejas fórmulas liberales dictadas históricamente desde el centro económico de poder y los intentos sumamente positivos de búsqueda de cooperación sur – sur y cambio sustancial hacia un verdadero período de cooperación sudamericana.
Santa Fe, mi país.
¿Que sucede en nuestra ciudad, en nuestra región que parece tan alejada de los avatares económicos de aquellos lugares? ¿Qué podemos hacer desde aquí para estar preparados para los tiempos que corren?
Fundamentalmente comenzar a desarrollar aquello que definíamos como una de las tantas diferencias que tenemos con los alemanes, la estructura económica a través de varias medidas.
Para comenzar el establecimiento de vías de flujo comercial sólidas y ágiles. La logística, sabemos es uno de los puntos clave a la hora de definir la competitividad de un sector o de una región del mundo.
El aumento de los costos, producto de las dificultades en el tránsito de las cargas, tanto de ingreso como de egreso hacen a la caída de la actividad. En nuestra zona son fundamentales las obras en las autovías 168 y 19, y con la puesta en marcha de los proyectos del nuevo Puerto, el nuevo Puente Carretero que nos une con Santo Tomé y el Puente a Paraná podemos ilusionarnos con que aportaremos eficiencia al objetivo central de convertir a la región en un punto clave dentro del comercio internacional.
Claro está que debemos reclamar hasta el cansancio la inclusión del sistema ferroviario dentro de esta futura estructura de flujo de bienes, siendo más competitivo alejaría una buena cantidad de camiones con el consiguiente alivio en nuestro tránsito y en nuestro ecosistema.
El segundo punto podríamos expresarlo en alemán, “Vorsprung durch technik” es el slogan de una de las empresa alemanas mas reconocidas, podríamos traducirla como el progreso a través de la técnica, pero acá lo tomaremos mas ampliamente como la profesionalización del sector mas dinámico de nuestra economía, esto es la capacitación permanente de nuestra mano de obra calificada (y no calificada).
Con Programas coordinados con todos los municipios de la región y articulados con todas las entidades educativas tanto públicas como privadas.
El Estado tiene la responsabilidad de crear los grupos de trabajo capacitados a estos efectos. Todos comprometidos en saber que en nuestra región está el obrero o el directivo que seguramente contribuirá al crecimiento sustentable de nuestras empresas.
En este sentido, arribaremos a la noción de Clusters económicos que no es otra cosa que la asociación cooperativa de empresas del mismo sector en un espacio geográfico definido, asociadas inseparablemente con los actores estatales de la región.
‘Clusters económicos’
El Gobierno de la ciudad debe incorporar, en su futura política de fomento industrial, no solo las grandes empresas radicadas aquí y que contribuyen diariamente al crecimiento santafesino sino además a un cúmulo de pequeñas empresas que funcionando o incubándose, también hacen a una actividad incipiente que puede potenciarse hasta convertirse en un polo productivo ejemplo en el país.
Pueden erigirse clusters que tengan que ver seguramente con productos y servicios relacionados con la cuestión identitaria santafesina, los alimentos, el turismo, los deportes por nombrar algunos.
Finalmente y de la mano de los Clusters, encontramos el desarrollo de lo que denominamos
Es en este sector donde el apoyo educativo, formativo y financiero debe recaer por parte del Estado Municipal y Provincial.
De las crisis salimos o las evitamos todos, la inclusión es condición fundamental, a las puertas del desarrollo sustentable solo se entra con idoneidad, inteligencia y experiencia de quienes tienen la responsabilidad de gobernar y el esfuerzo y la grandeza de todos quienes diariamente hacemos nuestra querida Santa Fe. (Jackemate.com)
Por Cristian Riom y Oscar Belbey
Junta Provincial Partido SI