El parque del Monumento Nacional a la Bandera, el mayor ícono patrio de la Argentina a su enseña patria, fue el centro de reunión para que miles de rosarinos festejaran en la ciudad natal de Lionel Messi y de Ángel Di María el triunfo de la Selección Argentina frente a Polonia y el pase a octavos de final del Mundial de Fútbol Qatar 2022, en el pequeño pero rico emirato árabe del Golfo Arábigo.
Familias, jóvenes, empleados que salieron rápidamente de sus sitios laborales se encaminaron por distintas calles hasta confluir en el Monumento donde miles de banderas, banderines y camisetas con nuestros colores patrios dieron rienda suelta a la celebración tan esperada.
También caravanas de distintos vehículos totalmente ocupados, portando banderas argentinas, atravesaron hacia uno y otro lado la avenida Belgrano haciendo sonar sus bocinas sin cesar, mientras desde las veredas del Monumento replicaban con cánticos el paso de los mismos.
Y se volvieron a escuchar, como en 1978, cuando por primera vez la Argentina conseguía un campeonato mundial de fútbol con aquella selección de exquisitos jugadores, muchos de los cuales hoy son abuelos, los mismos cánticos de la hinchada y, a más de uno de los que vivieron aquella disputa, se les escapó una lágrima mientras alborotado festejaba con sus amigos o seres cercanos este paso a octavos de final donde juegan dos hijos pródigos de Rosario: Lionel Messi y Angelito Di María, y cada uno representa a los dos clubes rosarinos.
Y no solamente fue ese el sitio de mayor presencia de fanáticos de la albiceleste. Los barrios más alejados del centro o cercanos también dieron rienda suelta a la celebración, embanderando el frente de sus casas o los balcones de sus departamentos de alto con nuestra enseña patria.
Y los bares de la avenida Pellegrini, una de las principales y emblemáticas arterias rosarinas, se llenaron de hinchas portando camisetas, banderas, banderines, gorros y otros atuendos para seguir cada minuto las incidencias del partido frente a la selección de Polonia, dando rienda suelta a la celebración de los goles argentinos.
Y este sábado que viene, cuando nuestra Selección enfrente a la de Australia, seguramente se llenarán de hinchas estos mismos sitios en los momentos previos al partido, durante el desarrollo del mismo y, si Dios lo quiere y Maradona nos ayuda del Cielo, para volver a celebrar una nueva conquista que nos encamine hacia la cima, hacia el logro del tercer escudo de un campeonato mundial de fútbol de selecciones. (Jackemate.com)