Lo aseguró el intendente rosarino Pablo Javkin al presidir el acto por el Día de Rosario y de su santa patrona, la Virgen del Rosario, que se realizó frente al mástil mayor del Monumento Nacional a la Bandera.
También participaron la vicegobernadora Alejandra Rodenas; la presidenta del Concejo Municipal de esta ciudad, María Eugenia Schmuck, autoridades religiosas y funcionarios municipales y provinciales, así como una delegación de ex soldados combatientes de Malvinas.
Poco antes de las 9, Javkin y Schmuck ingresaron a la iglesia catedral rosarina para colocar una ofrenda floral a los pies de la imagen de la Virgen del Rosario. Posteriormente, y ya frente al mástil mayor, se llevó a cabo el izamiento de nuestra enseña patria y la entonación de Aurora, para luego dar lugar a la invocación religiosa, a cargo de Monseñor Eduardo Eliseo Martín, titular de la Arquidiócesis de Rosario.
A continuación, el titular del Ejecutivo municipal se refirió a la conmemoración de la fecha, el contexto excepcional en el que transcurre debido a la Pandemia y emitió un mensaje de esperanza y solidaridad.
“Vivimos tiempos difíciles. La Pandemia nos coloca frente a un desafío sin precedentes. Nuestra vida cambió y el virus ataca lo más sagrado de la humanidad: el amor que nace de la unión de unos con otros”, señaló Javkin y reconoció: “Hoy los rosarinos nos sentimos raros. Extrañamos lo que nos reunía, la familia y los amigos, nuestros refugios”.
Tras asegurar estar convencido de que existe una razón para “semejantes desafíos que nos pone delante la vida”, afirmó que “Rosario es una ciudad que se hizo peleando, que sobrevivió a las pestes que la azotaron en sus comienzos, que se opuso al dominio del gobierno central abriendo un puerto al mundo”.
Y recordó que Rosario “nació gracias a un grupo de mujeres y hombres que decidieron darle vida a un sueño. Muy cerca de acá, hicieron un pacto mítico y fundacional alrededor de la Virgen del Rosario. Estoy seguro de que en ese pacto se hicieron una promesa: construir una ciudad fuerte, unida y solidaria”.
El intendente también se refirió a los mantos que nos cobijan y nos protegen, que es el de la Virgen y también el de la Bandera, señalando que “bajo el sol radiante nos recuerda el valor de la libertad y la unión”.
También señaló que “tenemos un gran desafío: la reconstrucción colectiva. Será así, con un tejido hecho a mano, por cientos de miles de manos, como los retazos de bandera que unieron las mujeres de Rosario Solidaria, que seguiremos creando una Rosario libre, abierta, tolerante y diversa”, aseveró.
En este punto, Javkin hizo hincapié en la necesidad de estar unidos ante el desafío, sin distinción de credos, e invitó a rosarinas y rosarinos a reafirmar “a los pies de nuestro Monumento a la Bandera nuestro pacto de grandeza”.
Asimismo, puntualizó que “no da igual cómo nos comportemos ante una crisis como esta” y precisó que “confío en que de un tiempo a esta parte nos vamos a mirar a los ojos con el orgullo de saber que hicimos el mayor de los esfuerzos por cuidarnos los unos a los otros. Será gracias a eso, y sobre todo a los que trabajan de sol a sol para salvar vidas, que un día les podremos contar a nuestros nietos que, unidos, salimos de esta”, señaló.
A la par que consideró que “estamos vivos. Tenemos el privilegio de ver amanecer el sol todos los días al horizonte de nuestro río Paraná. Por eso siempre digo ‘Arriba Rosario’. Porque esta ciudad nunca se rinde, porque levantarse está en el espíritu de su gente. Hagamos honor a los valores que nos enseñaron nuestros primeros vecinos y vecinas, y a la fe de unión que profesaron”.
Para cerrar su mensaje, Javkin agradeció el esfuerzo de cada habitante de la ciudad, subrayando que “creer es alimentar el espíritu. Tengamos fe en que esto va a pasar, y que lo vamos a pasar juntos. Desde acá y desde casa, deseo que nos demos un abrazo al alma, que calme y alivie. Arriba Rosario”, concluyó. (Jackemate.com)