Por Dr. Jorge Galíndez
Es difícil que profesionales y técnicos con capacidad, prestigio y compromiso social participen de manera activa en agrupaciones políticas que carezcan de vocación de grandeza para el diseño y ejecución de los cambios que requiere el deficiente sistema de salud vigente.
Pero sí ese respaldo existiese, estoy convencido de que se acercarían los mejores con ideas innovadoras y proyectos novedosos para concretar las transformaciones por tanto tiempo postergadas, que la sociedad toda necesita y demanda.
Pese a que las sucesivas desregulaciones estatales delegaron en las provincias la responsabilidad de la atención de la salud, persisten todavía bajo órbita del gobierno nacional, importantes dependencias con impacto en todo el territorio de nuestro país donde las definiciones más trascendentes se toman con marcado centralismo.
Vayan como ejemplos, todos los planes nacionales con dependencia del Ministerio de Salud de la Nación, el ANMAT, La Superintendencia de Servicios de Salud, y el PAMI, que sí bien tienen delegaciones locales éstas no son más que transmisores y/o ejecutores de normativas elaboradas en las sedes centrales.
Quienes hayan pasado por la función pública en las provincias seguramente pueden abundar en ejemplos de resoluciones tomadas en el nivel central que no han sido desarrolladas desde una perspectiva federal sino siguiendo el pensamiento, visión e intereses de quienes viven en AMBA y no pocas veces, vale decirlo, influenciadas por expectativas personales o corporativos.
Como otra cara de esa misma moneda aparece la escasa presencia en Buenos Aires de referentes provinciales de la medicina en las principales Fundaciones y Centros de Estudios nacionales que evalúan y estudian la situación del sistema de salud en nuestro país.
Es por eso que nos resulta obvio expresar la necesidad de impulsar desde nuestra región criterios federales en el diseño de políticas de salud públicas que tengan impacto nacional, pero debo reconocer, como veremos más adelante, que el planteo de fondo es aún más profundo.
Definido así el problema, como decisiones tomadas con un marcado centralismo y ausencia o al menos escasa representación del interior en los sectores de decisión, proponemos un cambio de actitud que modifique este unitarismo “per se” y que nos conduzca hacia una nueva realidad que incluya la participación activa de profesionales locales en los centros de poder
Entendemos que es la política el instrumento –la polea de transmisión- que debe colocar a los médicos del interior en esos ámbitos nacionales. Para ello consideramos necesario que previamente los espacios políticos definan tanto sus objetivos prioritarios como quienes serán sus interlocutores en esta temática.
Todo esto me remeda a una reflexión central estratégica escuchada en otros ámbitos. ¿Tenemos en Santa Fe un proyecto de poder con proyección nacional?
De ser así, creo necesario, inicialmente, una instancia de conocimiento de nuestras posiciones que estoy seguro va a enriquecer las ideas previamente expuestas.
Considero, además, que es totalmente válido tener vocación por ocupar espacios que permitan estar presentes en las mesas de decisión, al menos en aquellas, que afecten los intereses locales y que nos trasciendan.
Ahora bien, eso no va a ocurrir, insisto, sí la política no ofrece respaldo o simplemente no expresa vocación de grandeza, pero de producirse este cambio éste traerá, además, como beneficio adicional y fundamental, que como fue dicho al principio, profesionales y técnicos con capacidad se sumen en forma contundente y muestren voluntad de participación en la elaboración de ideas, planes y proyectos que estén a tono con este Siglo XXI y produzcan los cambios que la sociedad toda está demandando.
Ante la inminencia de un recambio de autoridades renuevo una vez más mi esperanza de tener una Salud Pública Nacional con sentido Federal, comprometida con las demandas individuales donde quiera que se necesiten y que nos haga sentir orgullosos de haber sido capaces de modificar el ancestral status quo. (Jackemate.com)
(*) Jefe del Servicio de Clínica Médica del Hospital Escuela Eva Perón