Por Ricardo Marconi (*)
En este año, al iniciarse de manera soterrada las campañas políticas, vale decir en principio que, en varias de ellas, se enfocan gran cantidad de recursos para comprender y manipular elementos externos para aprovechar al máximo tendencias de la opinión pública, obtener recursos, concretar coaliciones y estudiar a la oposición en su conjunto, así como los componentes de la misma individualmente.
En el análisis de los elementos expuestos no se tiene, generalmente en cuenta, el ego de los protagonistas y esa circunstancia “afecta al equipo político para llegar al gobierno, según opina el especialista Maurice Florez-Morris.
En esta columna que dedicamos al análisis del “ego” en campaña, vale mencionar el estudio del mismo “como obstáculo para alcanzar el éxito y, lo que es más difícil, mantenerlo”, cuestión a la que ha hecho referencia Ryan Holyday en “El ego es el enemigo”.
Etapas
En su obra Holyday identifica al ego en tres etapas para los líderes: En la primera de ellas está considerado el momento en que los candidatos aspiran a dar basamento a su estatus y en un segundo momento el problema se transforma y puede empeorar cuando llegan a posiciones de reconocimiento social y poder.
Finalmente, el ego “tiene efectos devastadores cuando los personajes políticos sufren retrocesos o declives en sus carreras”.
No es el objetivo de este análisis hacerle publicidad al trabajo referido, sólo se pretende hacer mención a los temas que allí se analizan para que el ocasional lector tome de parámetro la cuestión para luego acceder a otros trabajos que tocan la temática y que permitirán evaluar concienzudamente a los candidatos que se presenten en el 2023 para ser considerados.
Antes de hacer referencia al temario, sólo expondremos la definición de Holiday sobre el ego. La suya es: “una creencia malsana en nuestra propia importancia… Es el sentido de superioridad y certeza que excede los límites de la seguridad en uno mismo y del talento”.
Sólo resta agregar que el temario toma cuestiones tales como:
- ¿Por qué el ego es un enemigo?
- Los problemas del ego en los aspirantes al puesto de liderazgo y algunos concejos para su manejo.
- Problemas del ego en personas exitosas.
- Problemas del ego en personas que fracasan
- Conclusiones
En un párrafo final sólo vale mencionar que, en las redes sociales, tan utilizadas en campañas por estos tiempos, se incrementa excesivamente el sentido de la autoimportancia al darnos plataformas para expresarnos y aglutinar grupos de amigos y seguidores que acrecientan el ego. Valoremos lo opuesto al ego como la humildad que rara vez nos son enseñados y que, lamentablemente no son considerados con idéntica valoración social.
A medida que los políticos ascienden en sus posiciones de poder, se van agregando aduladores y fanáticos, que terminan integrando “el comité de los aplaudidores”. Ellos competirán utilizando distintos mecanismos para acrecentar el ego de sus líderes.
Culturalmente, en los últimos tiempos se nota la necesidad de que pensemos en grande, que disfrutemos de la gran vida, que seamos recordados en el tiempo y que permanentemente estemos compitiendo para ser mejores. No se nota que se enseñe la humildad.
El ego distorsiona la realidad, limita la conciencia de las situaciones y obstruye el trabajo creativo en razón que hace lo propio con el trabajo creativo al frenar la colaboración en un equipo de trabajo y boicotea la posibilidad de construir relaciones basadas en la lealtad y apoyo mutuo. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política