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La milenaria ciudad capital de Siria vive uno de sus peores momentos políticos. Miles rebeldes combaten en los suburbios para derrocar al Gobierno de Bachar El Asad, quien resiste la embestida política de la Liga de los Estados Árabes y de las principales potencias occidentales. Solo China y Rusia se expresaron en contra a cualquier intento de intervención.

Miles de soldados del Ejército sirio se encuentran de este domingo en los suburbios de Damasco, los que han caído en manos de las fuerzas rebeldes, según informaron activistas a la agencia de noticias internacional Reuters.

La movilización ocurre un día después que la Liga de los Estados Árabes suspendiera su misión en el país por la creciente violencia.

Al menos 2.000 soldados a bordo de autobuses y por lo menos 50 tanques han llegado a la zona de Ghouta, a las afueras de Damasco.

Raid, un activista en Saqba, describe que “las mezquitas se han convertido en hospitales y han cortado la electricidad”. El joven habló con Reuters, a través de un teléfono satelital.

Desde este pasado sábado, han muerto por lo menos 19 personas, entre ellos dos niños. La Liga de los Estados Árabes suspendió su misión después de pedir la dimisión del presidente Bachar El Asad para facilitar un gobierno de unidad nacional.

Un portavoz del Gobierno sirio, citado por la agencia estatal SANA, ha dicho que el régimen de Damasco está “sorprendido” por la decisión de la Liga Árabe, que “presionará la decisión [del Consejo de Seguridad de la ONU] de llamar a una intervención extranjera” en territorio sirio.

El Gobierno atribuye a “agentes extranjeros” la violencia del país. La agencia estatal también ha informado de los funerales de 28 soldados “asesinados por grupos terroristas” en Homs, Hama Deraa, Deir al-Zor y la provincia de Damasco.

Desde el inicio de las protestas, en enero de 2011, han muerto al menos 5.000 personas. Bachar El Asad ha decidido lanzar el ejército a las calles para intentar reprimir las manifestaciones, pero el número (cada vez mayor) de desertores ha aumentado la inestabilidad en el país árabe de 23 millones de habitantes.

Los combates en la capital son tan intensos que las explosiones pueden escucharse a kilómetros del área, según describe Jeremy Bowen, enviado de la BBC.

La insurgencia se ha acercado gradualmente a la capital, Damasco y la ONU anunció el sábado que le es imposible actualizar el número de muertes (la cifra conocida corresponde a diciembre) por el importante aumento de violencia. Rami Abdul Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (situado en el Reino Unido), ha dicho a la BBC que los combates cercanos a Damasco son "los más intensos desde que el inicio de las manifestaciones".

Está previsto que el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, se reúna con el Consejo de Seguridad de la ONU el próximo martes para buscar apoyos a la iniciativa árabe que propone, entre otras medidas, que el presidente sirio, Bachar El Asad, traspasase sus poderes al vicepresidente para dar una salida a la crisis en Siria.

Escalada de violencia

La violencia en Siria ha crecido exponencialmente en los últimos días. Además de los combates en Damasco (inéditos hasta ahora), las tropas de El Asad han asesinado a por lo menos 33 personas en los últimos días en Rankous, a 30 kilómetros al norte de la capital.

El pueblo, de 25.000 habitantes y situado en la frontera con Líbano, ha estado bajo fuego desde el pasado miércoles.

El Gobierno francés, que ha liderado la presión para actuar en Siria, ha señalado que la decisión de la Liga Árabe hace evidente la necesidad de actuar lo antes posible.

Un comunicado difundido por el Elíseo asegura que “Francia condena la dramática escalada de violencia en Siria. Docenas de civiles han muerto por la salvaje represión del régimen sirio. Los responsables de estos actos barbáricos deben responder por sus crímenes”.

El viernes pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU debatió sobre un borrador para una resolución que ponga fin a la violencia. Francia y el Reino Unido han dicho que esperan someterlo a votación la próxima semana.

En contraste, Rusia y China se han opuesto a cualquier intento de intervención. El Gobierno ruso ha calificado de “inaceptable” el borrador de resolución presentado ante la ONU, y tanto Pekín como Moscú han usado ya el veto para bloquear una resolución propuesta por los países europeos. (Jackemate.com)

 

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