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La tragedia de Palestina y sus brutales escenas producto de los continuos bombardeos de las Fuerzas Armadas de Israel sobre el pequeño territorio de Gaza fueron analizados por el presidente del Centro de la Amistad Palestino Argentino, licenciado Nicolás Forquera Yunes Harb, durante una entrevista emitida este sábado en el programa 500 de Jacke Mate (Canal 2 ‘Somos Rosario’ de Cablevisión)
Forquera Yunes Harb comenzó la entrevista destacando “el valor” del pueblo palestino “por defender su tierra y para vivir en un Estado con sus fronteras, con el respeto a los derechos humanos y con las condiciones que debe tener cualquier país del mundo para salir adelante”.
En relación con los ataques de la artillería de tierra y naval y de la aviación sobre la Franja de Gaza manifestó “su indignación” porque “estos ataques que sufre el pueblo de Palestina hoy en Gaza no son nuevos porque se vienen sucediendo desde hace muchos años”.
Calificó como “ocupación” la que atraviesan quienes habitan Gaza y señaló que esta injusta situación en estos tiempos del mundo “lo vienen sufriendo desde hace más de 60 años”, afirmó.
Desestimó que lo que sucede en Gaza fuese “una guerra” porque Forquera Yunes Harb entiende que “las condiciones (entre ambas partes en conflicto) no son similares porque hay una diferencia abismal entre el pueblo palestino y el Ejército y la sociedad de Israel”.
Por todo ello el entrevistado consideró que lo que viene ocurriendo en esa parte del Medio Oriente “es una masacre” y que la población que habita el territorio de Gaza “es una cárcel a cielo abierto que está controlada por el Ejército israelí”.
Puntualizó, más adelante, que el pueblo palestino de la Franja de Gaza hoy “no tiene recursos para vivir”, acusando al Estado y Ejército de Israel de controlar todo lo que sale y todo lo entra, como la ayuda humanitaria, los servicios de agua, gas y luz. Todo está controlado por el Ejército de Israel”.
Forquera Yunes Harb estuvo en dos ocasiones en Palestina (2008-2010) y, al recordar sus viajes a esta parte tan caliente del Medio Oriente, señaló que “fue cumplir un sueño” porque “por un lado fue volver a la tierra de mis abuelos y, por el otro lado, fue muy dura (esa experiencia) por el hecho de tener que comprender una realidad que resulta difícil de entenderla a nosotros los occidentales, como a los argentinos”, concluyó. (Jackemate.com)