El proyecto de construcción de una cochera subterránea bajo la emblemática e histórica estación ferroviaria de ‘Rosario Central’, que fuera remitido desde el Gobierno de la ciudad para su aprobación por parte del Concejo Municipal, sigue generando rechazos. Ahora, además de los Asociación de Amigos del Riel, se sumó el precandidato a intendente rosarino por el Movimiento Evita, Fernando Rosúa
La instalación de cocheras en el lugar pretendido anularía cualquier posibilidad para el restablecimiento futuro de un servicio ferroviario de carácter metropolitano aprovechando la ubicación estratégica de la estación Rosario Central” afirmó Carlos Fernández Priotti, de Amigos del Riel.
La comisión de Gobierno presidida por el edil radical Jorge Boasso recibió este martes a integrantes de Amigos del Riel por intermedio de un pedido formulado por el concejal -mandato cumplido- Fernando Rosúa, preocupado porque el proyecto municipal de construir cocheras subterráneas en esta vieja terminal ferroviaria sea retirado del Palacio Vasallo.
Durante el encuentro se hizo referencia al proyecto de cocheras subterráneas previsto en la zona aledaña al Distrito Centro que la intendenta Mónica Fein remitió al Palacio Vasallo semanas atrás, y que sigue recibiendo rechazos más que aprobación.
La Asociación Rosarina Amigos del Riel y el ex edil Rosúa plantearon las objeciones a la playa de estacionamiento subterráneas debajo del edificio donde funciona el Distrito Centro, ya que esto inhabilitaría la traza ferroviaria principal dejando sin chances a que funcione la estación de trenes Rosario Central.
“En el proyecto no se contempla la posibilidad de una estación en Rosario Central ya que eliminarían la mayor parte del trazado ferroviario dejando sólo uno de los cuatro que existen” aseguróFernández Priotti.
“No nos oponemos a las cocheras, pero debe contemplar el trazado ferroviario”, aclaró el presidente de la Fundación Igualar y ex concejal, explicando que “corremos el riesgo de que el tren (de un sistema urbano e interurbano) no llegue al centro de la ciudad”, y por ello es indispensable modificar el proyecto para “preservar las trazas ferroviarias que llegan a la estación Rosario Central”, dijo Rosúa.
Además, insistió que con este tipo de actitudes “se pone en evidencia la nula planificación municipal de cara al futuro” y afirmó que “la ciudad que queremos para nuestros hijos y nietos, debemos pensarla hoy”.
Para finalizar, desde Amigos del Riel se presentó un escrito en la comisión con los detalles de las objeciones en el cual se propone realizar el mismo proyecto de cocheras pero contemplando el trazado ferroviario.
“Proponemos como sitio alternativo el área comprendida por el Río Paraná y las calles Corrientes, Entre Ríos o Mitre y Jujuy. Situado apenas doscientos cincuenta metros al Este del emplazamiento inicialmente propuesto por la Municipalidad” enfatizaron finalmente desde la asociación.
Un poco de historia
Rosario Central comenzó a ser construida en 1868 y finalizó en 1870. En esa época era una de las más importantes estaciones en el país debido a su tamaño, el costo de construcción, y el volumen de tráfico.
Se construyó con capitales británicos, siguiendo el estilo neogótico italiano en boga en esa época, con su característica torre del reloj.
El ferrocarril que comenzaba en esta estación unía a Rosario con la ciudad de Córdoba, distante 396 kilómetros al noroeste. Fue la primera de las ocho líneas que operaron en Rosario, la más larga del país en su momento, y la primera línea que unió dos provincias argentinas.
En 1908, después de la unión entre el Ferrocarril Central Argentino y el Ferrocarril Buenos Aires a Rosario, la estación se utilizó para atender los servicios de pasajeros de corta y media distancia, mientras que la Estación Rosario Norte se utilizó para los servicios de larga distancia y expresos. Entre 1935 y 1940 en Rosario Central había 70 servicios de trenes diarios, con un promedio anual de 438.000 pasajeros.
La mayoría de los servicios de corta y media distancia se cancelaron durante 1977, a los dos años de constituirse en la Argentina un sangriento gobierno dictatorial, por lo que la estación Rosario Central fue clausurada y quedó abandonada.
En 1987, se levantaron los rieles que unían esta estación con el puerto de Rosario para construir la avenida Ribereña Central. En los meses de octubre, noviembre y parte de diciembre de 1989 circuló un servicio de trenes de pasajeros experimental (Ferrobús de Materfer), pero se canceló el servicio aduciéndose que no era rentable, aunque nunca se mostraron oficialmente los números.
En 1993 se demolieron las instalaciones secundarias del Rosario Central, al norte de la misma estación (talleres, tiendas, etc.) para continuar con la construcción de la avenida, y en 1997 se removieron los rieles que llegaban a la estación para levantar un parque años después el llamado Parque de las Colectividades.
En 1999, el Ente Nacional de Administración de Bienes Ferroviarios (ENABIEF), la organización estatal que manejaba los antiguos bienes de las compañías ferroviarias, le cedió el terreno de la estación a la Municipalidad de Rosario.
La administración municipal decidió restaurar el edificio, preservando la mayor parte de su aspecto exterior, para emplearlo como asiento del Distrito Centro ‘Antonio Berni’, como parte de su programa de descentralización municipal en distritos, siguiendo las tendencias de París y Barcelona.
Otra parte de la antigua estación, separada del resto por un corto puente sobre un túnel automovilístico (antiguamente era la unión con el puerto local del ferrocarril), fue transformada en un centro educativo y de entretenimiento para niños llamado ‘La Isla de los Inventos’.
Esta emblemática estación se encuentra a apenas seis cuadras del centro rosarino (peatonal Córdoba y Corrientes), y de ponerla nuevamente en servicio mediante una nueva conexión con Rosario Norte (subterránea, lo más probable), permitiría recrear los viejos servicios urbanos e interurbanos que se extendían hasta poblaciones distante a más de cien kilómetros de Rosario. (Jackemate.com)