Por Ricardo Marconi (*)
En un departamento de Laprida 2062, de alquiler temporal, la División Homicidios realizó un allanamiento y detuvo a Fernando Ezequiel “Fey” Cabaña, de 30 años, a quien se lo sindica como uno de los presuntos verdugos de “Larva” Fernández.
El detenido ha sido considerado como un sicario, secuestrándosele medio kilo de cocaína y elementos de corte de la misma. Los investigadores entienden que el detenido ha estado detrás de varios crímenes ocurridos en el noroeste de Rosario.
Se busca probar que es un tiratiros de Francisco Riquelme, líder tras las rejas de un grupo criminal que diariamente disputa sectores de los barrios Ludueña, Empalme Graneros e Industrial, donde se han concentrado en el año en curso, un número aproximado a 50 homicidios.
Riquelme, estiman los agentes de la Agencia de Investigación Criminal, respondería al narco Esteban Alvarado, condenado este año a cadena perpetua por liderar una asociación ilícita dedicada a diversos hechos delictivos entre los que se cuenta el lavado de activos.
El citado malviviente preso también fue sentenciado a 15 años de prisión en el fuero federal por tráfico de media tonelada de marihuana en el sur argentino.
Antagonistas
Como enfrentados al Clan Cantero y a la banda de Los Monos, se ubican el jefe de otra gavilla conducida por Mauro Geréz y que componen Andrés “Andy” Benítez, Julián Aguirre y Jonatán Almada.
En agosto, casi 30 componentes de la organización antagónica fueron imputados por el fiscal Pablo Socca en agosto pasado por Homicidios, extorsiones, tráfico de drogas ilícitas y tiroteos.
Imputaron a Julio Andrés Rodríguez Granthon
Luego de concluida la sexta audiencia culminó la imputación al grupo cuyo jefe es Julio Andrés Rodríguez Granthon. Diez imputados ya estaban tras las rejas. Casi una veintena de personas señaladas por integrar el grupo comandando por Granthon, de 20 años, quedaron presas por un abanico de delitos de jurisdicción provincial.
Así lo resolvió la jueza Melania Carrara tras jornadas de audiencias en las que los fiscales Franco Carbone y Valeria Haurigot desglosaron evidencia para atribuirle a la banda hechos de balaceras, extorsiones, encubrimiento, portación de armas y asociación ilícita. En este caso, de los 19 acusados, diez estaban tras las rejas.
El peruano Granthon, por caso, está detenido desde junio de 2019, ocasión en que cayó con tres kilos de cocaína en Empalme Graneros. En los allanamientos que antecedieron las audiencias, fueron secuestrados 40 celulares en las cárceles de Piñero y Ezeiza.
El fiscal Carbone destacó: “La jueza Melania Carrara dispuso la prisión preventiva para todos los imputados. Se imputó una serie de hechos en el marco de lo que es la estructura madre, o la organización de esta asociación ilícita: delitos contra la seguridad y salud pública, contra la vida”.
“Tenemos comprobado que los ataques armados, o la pata sangrienta en el cobrar deudas o imponer el poderío en el territorio, está rodeados por el narcomenudeo”, agregó el fiscal. Carbone, quien catalogó el peso de esta banda como “muy importante”.
“Tenemos –dijo– una estructura importante en lo que es la división de funciones. El área económica y lo que es la parte más sangrienta: el sicariato”. Según la teoría fiscal, uno de los “sicarios” era Jorge Daniel “Jorgito” Pérez (34), detenido desde septiembre como autor de los femicidios de Magalí Paíz, de 19 años y Carla Cabaña, de 33.
Carla era integrante de una familia que sufrió, en enero, una serie de aprietes a tiros en viviendas de Doctor Riva al 5600 y Espinosa al 5600. El trasfondo: el reclamo de una supuesta deuda de nada menos que 150 mil dólares que E. Cabaña mantenía con “el peruano”.
El entrecruzamiento de información de estas balaceras y audios del teléfono de Nazareno “Anteojito” Gauna, un tiratiros a sueldo que ya encuentra preso en la causa que investiga la estructura criminal de Ariel “El viejo” Cantero, conforman gran parte de la evidencia contra la banda del Peruano.
Del teléfono de “Anteojito”, que al comienzo de las audiencias amenazó al fiscal Carbone, surgieron conversaciones explícitas sobre cobrar plata por “hacer fiambre”, es decir, matar gente.
Granthon, desde prisión, domina zonas de Rosario
Del legajo fiscal, se desprende también que Granthon posee dominio en amplias zonas de la ciudad, como ser el norte y noroeste –Nuevo Alberdi, Zona Cero, Ludueña y Empalme Graneros– y sectores del oeste –Vía Honda, Triángulo, Villa Banana y Cinco Esquinas.
“En el barrio todos saben que todo se labura para «El Peruano». Desde el 2016 o 2017 que fue nombrado como el jefe y el que maneja barrio Ludueña, después tomo Empalme Graneros y se expandió para Nuevo Alberdi y Zona Cero, todo desde esa época entre el 2016 y 2017. Para 2019 ya estaba bien establecido como jefe en esa zona”, aseguró una fuente de barrio Ludueña.
Brian Emanuel “Negro” Villalba, alojado en el pabellón 9 de la cárcel de Piñero –conocido como el de la banda del Peruano–, fue señalado como el “jefe de sicarios” de la banda. A él responderían personajes como los hermanos Coronel, Javier Alvarena alias “Coco” y Luis Adolfo Lallana, integrantes del brazo armado de la banda, según expusieron los fiscales Haurigot y Carbone en una reunión de prensa.
Antes de caer preso, Alexis Mauro “Maurito” o “Rafa” Rial estaba considerado como el “cerebro logístico”, es decir, una suerte de encargado de gestionar vehículos robados, puntos a atacar y asuntos relativos a las armas de fuego.
Su novia era Ariana Anahí Lucero, de 20 años, una chica que fue baleada en Campbell al 3000 a mediados de mayo y murió semanas después. La investigación de este crimen llevó a la caída de Sandra Calegari, afincada en el Fonavi de Rouillón y Seguí vinculada con Pablo Camino, un recluso señalado como jefe de una facción de la banda de los Monos.
Entre los prófugos de la banda se destacan Gabriel Edmundo “Gury” Caminos y su madre, Silvina Verónica Gauna. El Gury es primo de otro conocido de las crónicas policiales, Alexis, uno de los hijos del malogrado barra brava Roberto “Pimpi” Caminos. A Gury le atribuyen el marcamiento de domicilios.
Otro fugitivo es Pedro Soria, (a) “Tres dedos”, a quien le atribuyen rol de tiratiros. Tres Dedos estuvo detenido en 2021, por el asesinato de una mujer en Urdinarrain 6900. Pero recuperó la libertad: el vecindario lo nombró pero nadie se animó a dejar asentado su nombre.
Los transeros Virginia Malvestiti y Pablo Pascua, están procesados junto a una decena de personas –entre las que se incluye el jefe de la banda de Los Monos Ariel “Guille” Cantero– por un secuestro extorsivo en Arroyo Seco. Para los fiscales, son gente de confianza del Peruano.
La pata económica
En cuanto a la pata económica, Yanina Messina fue señalada como presta nombre en beneficio del “Peruano”. Esto, a partir de la firma de transporte Messina S.R.L financiada con dinero de actividades ilícitas, según los fiscales. La empresa reporta al padre del Peruano, Francisco Antonio Rodríguez Villarreal, aseguró la Fiscalía.
En octubre de 2021, Granthon fue condenado a 12 años por narcotráfico. Y en la Justicia provincial está imputado con pedido de prisión perpetua como partícipe del homicidio del ex concejal y pastor evangélico Eduardo Trasante, quien fue ejecutado en julio de 2020. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política