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Fieles a sus convicciones profesionales y en su afán de informar, aún a costa de exponer su propia vida, periodistas internacionales, que se quedaron en los sitios más ‘calientes’ de la convulsionada Siria, dieron a conocer las pruebas de las masacres y de la represión que lleva adelante el Gobierno de Damasco contra la población

Esos escasos periodistas que todavía permanecen en las ciudades como Homs y Deraa, donde han tenido lugar los violentos enfrentamientos entre los soldados del ejército del régimen dirigidos por el presidente Bashar al Asad y su hermano Asad y los rebeldes, informan en una situación muy precaria e insegura para sus propias vidas.

Por esta razón, proliferan en internet y en las redes sociales documentos gráficos de personas y colaboradores de agencias humanitarias que denuncian a través de sus teléfonos móviles las masacres que a diario suceden en Siria, en la que Naciones Unidas ya habla de más de 7.500 muertos por la abierta guerra civil.

El último ejemplo conocido gracias a internet es el de un vídeo grabado en un hospital estatal en Homs y que muestra a unos pacientes torturados por los soldados del régimen, según da cuenta un informe que publica en su sitio digital ‘La Vanguardia’ de Barcelona, España.

Precisamente, en Homs las tropas del ejército (junto con varios comandos de élite muy violentos) consiguió retomar el control de la ciudad el pasado sábado, tras masacrar a decenas de personas, bombardear edificios (incluido el centro de la prensa, donde murieron los periodistas Marie Colvin y Rémi Olchnik hace dos semanas), disparar desde edificios con francotiradores contra los rebeldes y expulsar a los rebeldes.

El vídeo difundido por la cadena de televisión británica Channel 4 muestra lo que parecen ser pacientes sirios torturados por médicos del centro.

Esta ciudad siria ha sido centro de una intensa campaña militar para apagar las protestas contra el gobierno del presidente Bashar al Assad.

Naciones Unidas dijo que más de 7.500 civiles han muerto en casi un año de sangrienta represión.

El canal británico ‘Channel 4’ ha explicado que obtuvo la grabación de las impactantes imágenes en el hospital militar de Homs.

Fueron filmadas en secreto por un empleado y pasadas por un fotoperiodista francés identificado como ‘Mani’.

"He visto detenidos torturados por electrocución, golpeados, apaleados o a los que les han roto las piernas. Les giran los pies mientras la pierna se rompe", dijo a Mani el empleado que grabó el vídeo.

"Operan sin anestesia… Les vi golpeando las cabezas de los detenidos contra las paredes. Encadenan a los pacientes a las camas. Les niegan el agua. A otros les atan el pene para impedirles orinar", relata el testigo.

Torturados heridos con sus ojos vendados 

El vídeo, que según Channel 4 no ha podido ser verificado independientemente, muestra a hombres heridos y con los ojos vendados encadenados a las camas.

Un látigo de goma y un cable eléctrico están sobre la mesa de una de las salas. Algunos pacientes mostraban lo que parecían signos de haber sido golpeados con dureza, según informó la agencia de noticias británica Reuters.

El empleado del hospital explicó que algunos de los hombres eran soldados que se negaron a acatar órdenes y otros eran civiles. El más joven tenía 14 años.

El ejército sirio llevó a cabo este lunes operaciones de "limpieza" en Homs, en donde la Cruz Roja intenta acceder al antiguo bastión rebelde de Baba Amro.

Los opositores han acusado a las fuerzas sirias de torturar, matar civiles y otros crímenes, pero sus informes son difíciles de verificar por las restricciones del gobierno a los medios independientes.

Algunos hospitales sirios se han convertido en centros de tortura de los heridos en las protestas contra el régimen de Bachar al Asad, aseguró el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas.

"En varios casos las misiones de investigación de la ONU han podido comprobar que los hospitales se han convertido, de hecho, en centros de tortura de los heridos en los disturbios", afirmó en rueda de prensa Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

Asimismo, Colville confirmó que las autoridades exigen al personal sanitario "no tratar, no curar" a los heridos que llegan al hospital y que claramente han participado en las protestas.

"Sabemos que las autoridades han advertido al personal sanitario de que no deben curar a los heridos. De hecho, piden a los que trabajan en las ambulancias que lleven directamente a los heridos a las casernas o a los centros de detención, en lugar de a los hospitales".

Colville afirmó que se ha comprobado "la complicidad" de algunos médicos en los procesos de represión en los hospitales.

Como esta situación era conocida por la población y por el personal médico, en las últimas semanas se han creado clínicas y centros hospitalarios clandestinos en garajes, apartamentos y otros escondites.

"Lamentablemente, parece que las fuerzas de seguridad han descubierto algunas de estas clínicas y también las han convertido en centros de tortura", explicó Colville.

El portavoz recordó que la tortura no es una "novedad" en Siria, sino que se ha registrado desde 1963 "bajo el escudo de la permanente ley de emergencia".

"Maltrato severo, tortura psicológica, suspensión por los pies, confinamiento es algo que ha sido común en las últimas 4 décadas en Siria, una situación que se ha agravado a niveles indescriptibles en los últimos meses".

El portavoz recordó que la tortura, cuando es sistemática constituye un crimen contra la humanidad. (Jackemate.com)

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