De haberse concretado la fuga del capo narco rosarino Lindor Alvarado del penal de máxima seguridad de Ezeiza hubiese tenido estilo hollywoodense. Pero el plan perpetrado para escaparse fracasó este viernes en el marco de un múltiple procedimiento cumplido en varias provincias del país.
Hacía seis meses que se venía planificando la fuga del capo narco e incluía el uso de un moderno helicóptero Robinson de doble plaza, que mediante múltiples argucias fue adquirido en el extranjero, donde no se descuenta la posibilidad de que hubiese “lavado de dinero” en esta compra.
Mientras muchos desde la política, vaya uno a saber por qué causas lo hacen, protestan con el uso de inteligencia criminal para saber qué sucede dentro los penales, aún en los más abiertos, en esta ocasión su implementación permitió secuestrar el helicóptero, un Robinson 44.
En esta operación de inteligencia participaron la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA, junto con el apoyo de las direcciones de Seguridad y de Inteligencia Penitenciaria del Servicio Penitenciario Federal y la PROCUNAR. El plan preparado por los narcotraficantes era más que espectacular y se acercaba a una escena de película norteamericana sobre los capos mafias del narcotráfico.
Estos pretendían rescatar a Lindor Alvarado con esta aeronave cuando se encontrara en el patio o zona de recreo del penal federal (alrededor de las 14.30 horas confirmaron fuentes del SPF) y llevárselo hacia una zona próxima a General Rodríguez, dicen unas fuentes, mientras otras hablan que pretendían transportarlo hacia la entrerriana Gualeguaychú.
Sobre esto último, que tendría más consistencia dijeron los investigadores, es que Gualeguaychú se encuentra frente a las costas uruguayas del río Uruguay y sería más fácil guarecerse en algún sitio poblado de arboledas en algún sitio cercano del lado Oriental.
Otros procedimientos
Junto con las detenciones y el secuestro del helicóptero, se registraron múltiples allanamientos en otras provincias, así como se requisaron celdas en la cárcel federal de Ezeiza, allanamientos en un aeródromo privado, se secuestraron armas, automóviles, elementos tecnológicos y gran cantidad de dinero en efectivo.
Según las fuentes consultadas interviene en esta casi espectacular fuga de un peligroso narco rosarino el juez federal Ernesto Kreplak y los fiscales Diego Iglesias y Cecilia Incardona.
Lindor Alvarado estaba cumpliendo condena en el Complejo Penitenciario Federal 1, en la unidad residencial 3, pabellón E de Ezeiza. En el pasado mes de junio el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Rosario lo condenó a cumplir una condena de 15 años de cárcel.
Alvarado, un capo narco criminal y archirrival de la banda ‘Los Monos’ de los Canteros fue acusado de ser el dueño de un cargamento de 493 kilogramos de marihuana que fue secuestrado el 24 de noviembre de 2017 en General Roca, provincia de Río Negro.
También tenía del 2021 una condenado a perpetua como responsable de la instigación del secuestro y crimen del prestamista informal Lucio Maldonado –cometido en noviembre de 2018–; también fue acusado de ser el planificador de balaceras contra el Centro de Justicia Penal, los Tribunales provinciales (diciembre de 2018) y el domicilio de una empleada de la Fiscalía que lo investigaba (enero de 2019). En el operativo del viernes pasado también fueron detenidos el piloto de helicóptero Andrés Alcides Donet en el aeródromo Gualeguaychú, Entre Ríos, y Gianluca Orpianessi.(Agencias/Jackemate.com)