Mientras el Parlamento argentino se prepara para debatir una ley que limite la cantidad de tierras que puedan adquirir ciudadanos y capitales foráneos, la empresa de productos lácteos más grande de Arabia Saudita estaría comprando más de doce mil hectáreas por casi cien millones de dólares para asegurarse fuentes de alimentación para animales.
El anunció se conoció este miércoles en torno de que se está comprando al operador argentino de granjas Fondomonte S.A. por U$S 83 millones, según da cuenta un despacho de la agencia de noticias internacional AP.
La adquisición le dará a Almarai Co., una empresa con oficinas centrales en Riad (la capital de esa monarquía islámica), control de cerca de 12.140 hectáreas de tierra.
Pero lo más contradictorio y paradójico es que la operación se efectuó mientras el Congreso se prepara para votar una ley que limita la cantidad de tierras que pueden adquirir ciudadanos y capitales extranjeros.
La firma dijo que el acuerdo se corresponde con la política del reino saudita de "garantizar el abastecimiento y la conservación de recursos locales» y que le permitirá asegurarse de tener acceso a alimento de alta calidad.
A pesar de su clima abrasador en el desierto, Arabia Saudita ha producido durante décadas millones de toneladas de trigo de cosechas propias, con la ayuda de subsidios agrícolas generosos.
El país donde habría nacido el profeta Mahoma trata ahora de reducir la producción nacional debido a preocupaciones sobre la disminución de los suministros de agua.
Almarai es una de las compañías de alimentos más grandes de Oriente Medio. Además de leche, yogur y queso, también fabrica jugos y productos de panadería y avícolas.
Fondomonte opera tres zonas agrícolas dedicadas a la producción de maíz y soja, de acuerdo con Almarai.
El portal de esta empresa argentina dice que también cultiva cebada, arroz y sorgo.
Almarai dijo que planea utilizar las cosechas para alimentar pollos y ganado. Espera concretar el acuerdo con efectivo y préstamos basados en principios islámicos, que por lo general prohíben el pago de intereses.
A medida que sus poblaciones crecen, los países del Golfo Arábigo ricos en petróleo han mostrado un interés creciente en los últimos años en comprar tierras y otros bienes agrícolas en el extranjero para asegurar un suministro fiable de alimentos.
Los inversores emiratíes han comprado tierras en Pakistán, mientras que el grupo Bin Ladin de Arabia Saudí ha tratado de desarrollar campos de arroz en Indonesia.
El fondo soberano de Qatar creó en 2008 la empresa Hassad Food específicamente para administrar inversiones agrícolas en otros países. (Jackemate.com)