Pablo Javkin, al asumir su segundo mandato como intendente municipal rosarino en una ceremonia celebrada en la sede de la emblemática vecinal ‘Empalme Graneros’, aseguró que “hay que hacer obras donde más hacen falta”, mencionó que “el gran desafío que tenemos es caminar de nuevo tranquilos por las calles” y anticipó que este barrio de la zona oeste del municipio lo agrandarán e integrarán con otros barrios linderos.
Javkin, a 40 años de la asunción del radical Horacio Usandizaga como primer intendente de la democracia moderna, concurrió junto a integrantes de su nuevo gabinete, autoridades provinciales, referentes de distintas organizaciones sociales, estudiantes de escuelas de la zona y vecinas y vecinos de la ciudad.
El jefe del ‘Palacio de los Leones’ comenzó recordando estrofas de la canción «Ciegas Banderas», de Víctor Heredia: “Quiero un solo corazón como una hoguera, que ilumine una bellísima bandera, que unifique para siempre nuestra casa”, para luego señalar que la decisión de hacer el acto en Empalme Graneros fue “simbólica, pero a su vez, para marcar lo que será uno de los ejes de su segunda gestión: gobernar cerca, por afuera de cualquier grieta, donde más se necesite, con obras, con iluminación led, con más espacios verdes y plazas para las familias. Integrando la ciudad, haciéndola más justa y con más oportunidades”.
Tras recordar su primera actividad como militante, en el centro de estudiantes de la escuela secundaria, que fue ayudar en la carga de camiones con distintos elementos para ayudar a los vecinos que se habían perjudicado por la inundación de Empalme, que lo marcó para toda la vida, Javkin señaló que tuvo el privilegio de inaugurar como intendente el anexo de la Vecinal, un espacio “que simboliza los próximos cien años de la vecinal de Empalme. Fue una noche maravillosa, donde vimos cómo ese esfuerzo que se plantó, se hizo. Lo quiero decir porque vale como compromiso, las obras hay que hacerlas, y Empalme es un barrio que necesita obras”.
Y agregó: “Hay que hacer obras donde más hacen falta, miren yo cuando asumí, en el 2019, nos pusimos una meta que seguro íbamos a cumplir, porque después uno no sabe cuáles son las circunstancias en las que le toca gobernar, y nosotros hemos aprendido que las circunstancias pueden ser muy bravas y muy inesperadas, yo me acuerdo que esa fue convertir a Villa Banana en un barrio”, algo que se logró, aunque destacó que “por supuesto que falta hacer más”.
Y ese marco, adelantó que “en este mandato, el objetivo principal está acá, está en Empalme, tenemos que resolver el problema del pavimento definitivo. Estamos empezando, pero hay que seguir, esto es un inicio”.
Afirmó que “a Empalme hay que agrandarlo entero, y hay que integrar (los barrios) Pumitas, Sorrento y Cullen. Hay que hacer las obras que integren el barrio. Estamos firmando el mismo crédito que tuvimos para Banana, de un organismo internacional, para tomar Sorrento y Cullen y poder integrar el barrio entero”.
También mencionó que “el gran desafío de esta ciudad es la paz, el gran desafío que tenemos es caminar de nuevo tranquilos por las calles, ese compromiso que le escuché con mucha precisión asumir ayer al gobernador (Maximiliano Pullaro), y es lo que siempre hemos dicho: esta ciudad merece que nos cuiden más, merece que nos cuiden en serio, no hoy, siempre”.
Al respecto, aseveró que “la paz se construye con justicia, en términos de justicia urbana, de tener un lugar en el que nuestros chicos tengan un lugar para jugar, y justicia también en torno a que en la calle los buenos no estén presos de los malos, y este lugar tiene que ser el desafío más grande, porque las dos cosas las tenemos que hacer a la vez”.
Prosiguió sosteniendo que “Empalme es un barrio que tiene una tradición y un corazón político distinto al gobierno de la ciudad, pero sobre todo tiene una pluralidad en su vecinal que probablemente sea ejemplar en Rosario. Venir a asumir acá tiene que ver con el compromiso de que lo que tenemos que hacer por delante no se hace con grieta, no se hace peleando, no se hace agraviando al otro, no se hace en esta moda acá de que el que insulta es más famoso, se le viralizan mal los videos”.
Aceptó, en ese sentido, que “es verdad que es una época en la que parece que lo exitoso es gritar, agredir, enojarse con el otro. Nosotros tenemos un propósito y nunca ese propósito se logra gobernando para una fracción o gobernando lejos de los que a lo mejor no piensan como vos. Al contrario, la ciudad se hace cuando los que pensamos una cosa y los que pensamos otra, en vez de discutir en el aire o agraviándonos personalmente, ponemos el mapa del lugar que queremos cambiar, venimos, hacemos y lo cambiamos. Y eso es lo que hoy, yo no tengo duda, va a recomponer el vínculo de la política con la gente”, destacó.
“Para mí es un enorme privilegio y creo yo una señal importante de unidad en el enorme desafío que tenemos de paz y de justicia, iniciar este mandato, que es medio raro porque es un traspaso a mí mismo, hacerlo en esta vecinal, en sus 100 años, en su ejemplo de lucha, en la tradición de pelea desde lo más difícil, como fue esa circunstancia tan terrible, pero sobre todo en el enorme futuro que tenemos para trabajar juntos, sin indiferencia, mirándonos a los ojos, y por qué no, con un enorme abrazo cuando encaramos el desafío. Arriba Empalme, arriba Rosario”, cerró el jefe del Gobierno municipal.
Concurrieron al acto la recientemente reelecta presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck; los secretarios y secretarias del Gabinete municipal Sebastián Chale (Gobierno), Rogelio Biazzi (jefe de Gabinete), Carolina Labayru (Cercanía y Gestión Ciudadana) y Nicolás Gianelloni (Desarrollo Humano y Hábitat); el presidente de la vecinal Empalme Graneros, Osvaldo Ortolani e integrantes de la comisión directiva.
También estuvieron el escribano Raúl Pallotti, abanderados y escoltas de las escuelas del barrio ‘Carlos Pellegrini’ y ‘San Luis Gonzaga’; comerciantes; representantes de diversas instituciones, y vecinos de Empalme Graneros, entre otros. (Jackemate.com)