El gobernador Miguel Lifschitz anunció este jueves que se tomó la decisión de suspender la consulta popular sobre la Reforma de la Constitución provincial, mecanismo que iba a aplicarse el próximo 16 de junio durante las Elecciones Generales, ante las excusas del Partido Justicialista, no obstante su candidato a gobernador, Omar Perotti, se había manifestado a favor de hacerlo meses atrás
"No quiero dar ninguna excusa para que se pueda enturbiar el proceso electoral, para que se pueda seguir adelante con esta campaña de desprestigio sobre un proceso que siempre ha sido transparente en la provincia", dijo un molesto Lifschitz rodeado de gabinete y legisladores provinciales del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS).
“Mi responsabilidad más importante, y primera prioridad como gobernador, es garantizar la transparencia del proceso electoral y de los resultados que surjan de la voluntad ciudadana, en una elección que suponemos que va a ser disputada".
Y aseguró: "Queremos preservar la discusión sobre la Reforma de este bastardeo sobre el proceso, que termina opacando lo que debería ser una discusión con altura sobre el futuro de la provincia, que priorice los acuerdos y no las disidencias, porque ese es el sentido de una Reforma Constitucional".
Lifschitz hizo el anuncio durante una conferencia de prensa realizada en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, en la que enfatizó que “siempre creímos en el Frente Progresista que el debate sobre la Reforma Constitucional debía servir para unir a los santafesinos en una discusión franca, abierta y con altura sobre el futuro, que priorizara los acuerdos y los consensos políticos y también los consensos y acuerdos sociales de una generación, como un legado para las próximas generaciones de Santa Fe”.
En ese sentido, subrayó que “durante mi gestión trabajamos intensamente en la formulación de un proyecto de Reforma Constitucional con múltiples actividades, consultas, foros de discusión y participación de especialistas. Con todo ese trabajo de dos años elaboramos un proyecto que se elevó el año pasado a la Legislatura de Santa Fe y promovimos el debate legislativo”.
Precisó que “se necesitaba un clima de acuerdo y de consensos y, por ese motivo, desistimos en aquel momento de seguir el trámite legislativo”, para luego destacar que “tomamos una iniciativa y propuesta que fue realizada en su momento por Omar Perotti, que era hacer una consulta popular en coincidencia con las elecciones generales de este año para que los santafesinos se manifiesten por la conveniencia o no de la Reforma. Y, haciendo propia esta iniciativa, formulamos un decreto convocando a una consulta popular que debía ser no vinculante y no obligatoria, para que fuera constitucional".
Prosiguió afirmando que "vemos con sorpresa que, lejos de aceptar este criterio que había sido propuesto por el propio dirigente del Peronismo, ya sin otra excusa, nuevamente se ponen obstáculos para evitar la participación ciudadana, un dictamen popular y un debate positivo sobre el futuro", sostuvo.
El ex intendente rosarino aseveró que "a esta altura, creo que a nadie le pueden quedar dudas en Santa Fe de que más allá de los discursos, no quieren la Reforma; se opusieron durante 24 años, le pusieron el pie encima y ahora, de diversas maneras, buscan evitar que haya un pronunciamiento ciudadano".
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Sin embargo, Lifschitz aseguró que esto "es más grave todavía, porque en todo caso si se abriera un debate sobre Reforma sí o Reforma no, sería apropiado y legítimo, pero en realidad lo que se está promoviendo es una campaña, a mi juicio artera y muy irresponsable, para generar sospechas sobre el proceso electoral que está en marcha en la provincia. Quizás, preparándose para, el 16 de junio, cuestionar un resultado si no lo favorece".
Sobre esto último, el gobernador mencionó que "primero se instaló la idea de que el software que se utilizaba en el sistema de escrutinio provisorio en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) tenía fallas, cosas ocultas, y es el mismo software que se viene utilizando desde hace muchos años, desde que está en vigencia el sistema. Esas sospechas fueron aclaradas, el proceso se desarrolló con absoluta normalidad más allá de alguna lentitud en las mesas propia de la cantidad de candidatos en cada categoría, y con absoluta transparencia; el cómputo definitivo reafirmó los resultados del provisorio, realizado la misma noche de las elecciones Primarias".
Explicó, asimismo, que "luego se presentaron dos veces impugnaciones ante el Tribunal Electoral respecto de la inconstitucionalidad de la convocatoria cuando, a todas luces, se encuadra en las constituciones Nacional y Provincial, con muchos antecedentes en otras provincias. Y, por otro lado, el propio Tribunal Electoral, presidido por la presidenta actual de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, María Angélica Gastaldi, en dos oportunidades rechazó esas pretensiones y habilitó la posibilidad de realización de la consulta, imponiendo algunos recaudos para evitar cualquier tipo de confusión entre el proceso electoral y la compulsa por la Reforma de la Constitución", agregó.
"No contentos con eso, esta semana tanto el propio candidato a gobernador como dirigentes de su partido, destacaron que van a desconocer el resultado de la consulta; incluso van más allá, argumentando que se van a enturbiar los comicios y que no van a a estar tranquilos por lo que pueda pasar en los lugares de votación, con urnas paralelas y militantes del oficialismo dando vueltas por las mesas, cosas absurdas porque el proceso está supervisado por el Tribunal Electoral y porque la elección de las autoridades de mesa para la Reforma de la Constitución iba a seguir los mismos recaudos que se utilizan para el proceso electoral; además, una comisión de organizaciones no gubernamentales de todo el país iba a supervisar todo el proceso. O sea que nada de esto iba a ocurrir, pero se insiste y se sigue planteando en la pública un debate sobre el proceso, en vez de ir a un debate profundo sobre la Reforma Constitucional que es el objeto de la consulta".
Por todo ello, Lifschitz aseguró que "llegado este punto, y preocupados por cualquier tipo de sospecha que pueda enturbiar el proceso electoral, decidimos suspender la aplicación del decreto para realizar la consulta popular", anunció el gobernador.
En el tramo final de su presentación, Lifschitz recordó que "hace varios años que dejamos atrás los tiempos en los que las urnas aparecían flotando en el río o en los que se demoraban tres meses un escrutinio definitivo. Hace varios años que Santa Fe se destaca por tener el régimen electoral más transparente de la Argentina, monitoreado por las organizaciones más importantes y prestigiosas del país y América del Sur en materia electoral, y queremos seguir manteniendo ese patrimonio que construimos todos los santafesinos".
También mencionó que "desde 1994, cuando se reformó la Constitución Nacional, Santa Fe está en mora porque en algunos aspectos nuestra Constitución está en contradicción con la Nacional reformada aquel año, y en otros aspectos está desactualizada, por lo cual tendremos que seguir esperando el proceso de Reforma, pero no por eso vamos a dejar de alentarlo y promoverlo”.
Concluyó aseverando que “no faltará oportunidad en los próximos tiempos para que volvamos sobre la idea de una consulta popular, que nos parece una experiencia que fortalece la democracia y le da voz al ciudadano común sobre el tema de la Reforma y sobre otros temas trascendentes de la provincia". (Jackemate.com)