La esperada conferencia de Ginebra para buscar una salida pacífica a la guerra interna que se está librando en Siria parece maldita porque se ha postergado en este mes, tal como estaba prevista, y todo porque no se permitiría la participación de la República Islámica de Irán que reclama Rusia, pero se oponen los rebeldes sirios. Un verdadero caos de la diplomacia liderada por la ONU
Según ha trascendido, tras la reunión que el emisario especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, que mantuvo con delegaciones de Estados Unidos y Rusia este martes se habría decidido posponerla, al menos, hasta el mes venidero.
“Todos aquéllos que tienen una influencia en la situación deben ser invitados a la conferencia sin ninguna duda. Esto incluye a todos los vecinos de Siria, incluye a casi todos los países del Golfo Pérsico, no sólo a los países árabes sino también a Irán”, dijo el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov en una rueda de prensa
Irán mantiene relaciones estrechas con el presidente sirio Bachar al Asad y se sospecha que arma a las milicias de Hezboallah que luchan codo a codo con el Ejército sirio.
La oposición siria, muy dividida en cuanto a su participación en la cumbre, también exige garantías de que ésta concluya con la salida de Al Asad del poder, lo que el régimen rechaza por activa y por pasiva.
Mientras la diplomacia hace aguas, la ONU calcula que el número de sirios que necesitan ayuda humanitaria se ha disparado hasta los más de nueve millones, y aún la diplomacia en Ginebra no logra por ahora acallar el ruido de las bombas en Siria.
Tampoco los datos alarmantes difundidos por la ONU que avisan que el 40% de la población siria, más de 9 millones de personas, necesitan ayuda humanitaria.
La muerte llega del cielo
Varios misiles cayeron este pasado lunes en Daraya, en un área suburbana de Damasco, donde desde el inicio de la guerra los rebeldes se resisten al asedio de la aviación, la artillería y los blindados gubernamentales.
En el sur de Damasco, en Yarmouk, las bombas cayeron cerca del campamento de refugiados palestinos, por lo cual muchos huyeron del lugar buscando lugares más seguros.
Más al norte de la capital, en Dourma, la población retiraba los escombros en busca de heridos tras el impacto de varios misiles.
También este lunes las bombas del Ejército leal al presidente sirio cayeron sobre focos de resistencia rebelde en la provincia de Latakia, en el noroeste del país, de mayoría alauita.
Y para completar este trágico ‘puzzle’, combatientes kurdos también anunciaron la toma de 23 localidades del norte del país dominadas por grupos yihadistas. Un auténtico caos al que aún no han podido poner fin, como fue en la Iraq de Saddam Hussein, en la Afganistán de los talibanes y en otros tantos sitios donde la ONU posa su manos buscando la paz. (Jackemate.com)