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Por Ricardo Marconi (*)

El pasado 29 de julio falleció, a los 75 años, Fred La Rue, el “monje negro” del ex presidente Richard Nixon, a principio de la década del ’70. La Rue fue el ideólogo de la interceptación de teléfonos y el pago de “silencios” por 300.000 dólares, tarea que estuvo a su exclusivo cargo, a la vez que se le endilgó la responsabilidad de ser la fuente que se conoció a nivel mundial, como “Garganta Profunda”. 

Los forenses aseguraron que La Rue falleció “mientras leía un libro en su habitación de Hotel de Biloxi, en Mississippi. Era cardíaco y el corazón le jugó una mala pasada final. Era “evasivo, anónimo, operador secreto al más alto nivel de la destrozada estructura de poder de Nixon. Un hombre con un alto grado de misterio personal, un personaje sacado de una sureña novela gótica”, según lo catalogó The Washington Post. Puede ser descripto como un hombre insignificante que buscó apasionadamente el anonimato a lo largo de sus días de buscavidas.

‘Bubba’ 

Bob Woodward y Carl Bernstein, los periodistas que dialogaron con ‘Garganta Profunda’

Su familia lo llamaba “Bubba” y era un geólogo egresado de la Universidad de Oklahoma, que usando la riqueza familiar se introdujo subrepticiamente en el mundo político del Partido Republicano como adinerado contribuyente.

Por ello terminó formando parte de la ‘Casa Blanca’ como asesor de Nixon, aunque vale resaltar que no figuraba en ninguna nómina de empleados, no tenía cargo formal ni cobraba sueldo.

Fue uno de los pocos presentes en la reunión en la que se orquestó el ya célebre “operativo en el hotel Watergate”, donde el partido Demócrata tenía su cuartel central.

Nixon ¿no sabía nada? 

En todo momento La Rue aseguró que “Nixon no sabía nada del plan materializado el 17 de junio de 1972, cuando “los plomeros” entraron a las oficinas del comité del partido Demócrata, ubicadas en el sexto piso del hotel para instalar micrófonos.

La policía arrestó a los cinco hombres, cuyo silencio fue sellado con dinero que el mismo La Rue entregó.

Se le había encomendado encubrir todo lo sucedido, destruyendo la documentación, lo que le valió la acusación de obstrucción a la justicia, cargo del que se declaró culpable para terminar en prisión durante el lapso de 4 meses y medio.

Era una condena a 3 años y medio que se redujo por cooperar con la fiscalía. Poco después Nixon renunciaba con su popularidad hecha polvo.

Concluida la condena, La Rue negó ser la «Garganta profunda” de Bob Woodward, uno de los periodistas que pusieron blanco sobre negro sobre el caso Watergate. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com

 

 

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