Por Ricardo Marconi (*)
Es evidente que la aparición, en una filmación con sonido y armas de altísimo calibre, de un grupo perteneciente a una banda narco obligó a las autoridades de seguridad nacional y provincial a investigar de apuro para salir a responder con hechos concretos a amenazas mortales contra un ministro nacional del Seguridad y a un gobernador provincial.
En este caso, la respuesta inmediata de organismos de inteligencia permitió, en muy pocas horas –a partir de las amenazas-, a concretar a través de la Policía de Investigaciones, a pedido del fiscal César Pierantoni, allanamientos múltiples por una causa por microtráfico de droga. La resultante fue el apresamiento de cuatro sujetos detenidos y secuestro de drogas ilegales, armas y dinero en la zona “caliente” de noroeste de Rosario.
Es así que, en 18 allanamientos realizados al mismo tiempo -para evitar “chivatazos” como se les dice a los alertas entre las bandas-, en el presunto territorio de “Los Menores”, mencionados en el doble homicidio del jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte y su segundo al mando, Daniel Raúl “Rana” Attardo, ocurrido el 9 de noviembre pasado. Hay que apuntar que Pierantoni está trabajando el estos episodios junto al fiscal Franco Carbone.
Allanamientos
Los procedimientos tuvieron lugar en Villa La Bombacha y los barrios 7 de Septiembre y Stella Maris, en el marco del programa Intervención Barrial Focalizada (IBF) puesto en marcha por parte del gobierno provincial.
Hay que hacer notar que los principales cabecillas de Los Menores están prófugos. Se trata de L. D. C., alias «Licha» o “Limón”, y Matías Gazzani, la cara más conocida entre los policías que, de acuerdo a lo que se pudo constatar en distintas investigaciones judiciales.
Bracamonte había mencionado a la banda de Los Menores en una entrevista que le dio al periodista Germán de los Santos. Allí, el asesinado jefe de la barra brava de Rosario Central los citaba como uno de los grupos emergentes que intentaban desplazarlo del paraavalanchas canalla.
En una página web rosarina señaló que en esa nota del diario La Nación, «Los Menores se quieren quedar con parte de la ciudad»,.
Y como si ello fuera poco vaticinó: «Si me matan, la ciudad se incendia». Y precisó: «Me quisieron matar 29 veces, esas son las cicatrices que tengo en el cuerpo». A partir de esa declaración, la posible autoría de esta banda del crimen de «Pillín» pasó a ser una de las principales hipótesis, aunque es preciso remarcar que no es la única que está siguiendo la Justicia.
Red de facciones
Hay muchas hipótesis sobre la constitución de la gavilla que nos ocupa. Para algunos investigadores actúa conformando alianzas, junto a integrantes de Los Monos, Leandro Vilches y Camino, mientras que otros criminólogos estiman que habría acuerdos con un representante del clan Alvarado y del clan Riquelme.
En organigramas que utilizan los investigadores para armar un listado de responsables y su función dentro de los grupos se habría mencionado insistentemente a un prófugo: Mauricio Mauri” Ayala.
Precisamente Ayala ha sido mencionado, en voz baja, cuando se hace referencia a que habría pagado a policías para que plantaran armas al chofer de un componente del clan Tripi, que dedica sus esfuerzos a incriminarlo como vendedor, al menudeo en un Complejo Fonavi y en atentados en los que se dejaron notas contra autoridades de la nación y la provincia.
Indagaciones permitieron establecer, a partir de una denuncia de una víctima de secuestro que un policía, de apellido Molina, era el encargado de cobrar coimas a los búnkeres para dejarlos comerciar estupefacientes. Precisamente las autoridades judiciales provinciales y nacionales tenían en su mira a Matías G. y Ezequiel D., a quienes se los consideró como los “terratenientes” de Los Menores, los que operaban bajo órdenes de Matías Gazzani y “limón”, que se estima eran los que daban las órdenes desde Buenos Aires.
En ese legajo que fue trabajado en conjunto entre la Justicia provincial y federal habían sido apuntados Matías G. y Ezequiel D. como los “terratenientes” de Los Menores, bajo las órdenes de “Limón” y Matías Gazzani, quienes se cree que daban las instrucciones desde Buenos Aires.
Detuvieron a un líder del Tren de Aragua
Un alto dirigente de una institución rosarina, hace muy pocos días, a quien esto escribe, le expresó su preocupación por las insistentes versiones que viene escuchando respecto a la posible infiltración, en nuestro territorio, de componentes de una célula criminal del Tren de Aragua.
Ahora, las autoridades federales han dejado trascender datos sobre la célula criminal que opera, preferentemente, sobre el tráfico de migrantes y el narcomenudeo. En ese sentido pudo saberse que en la ciudad de México, un líder del grupo venezolano relató con la estructura criminal opera para reclutar víctimas de explotación sexual y entre los migrantes.
Se trata el detenido de Euclides Manuel Arias Suárez, conocido con los alias Morgan, Kilin Morran y/o Morant, quien es señalado como el autor material del asesinato de dos mujeres en julio pasado.
La detención de Arias Suárez se llevó a cabo en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde las autoridades ejecutaron una orden de cateo en un inmueble sospechoso de ser utilizado para actividades delictivas.
En el operativo, fueron incautadas 295 dosis de marihuana, un arma de fuego con cartuchos y dos celulares, a lo que hay que agregar el apresamiento de cuatro personas, una de las cuáles es una mujer de 26 años, siendo en su totalidad venezolanos.
La captura de Morgan fue el resultado de una investigación que incluyó vigilancias y entrevistas con ciudadanos, lo que permitió obtener una orden judicial para intervenir en la propiedad ubicada en la Privada Ejido Cuautepec, según informó AP.
En el operativo participaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), la Guardia Nacional (GN), la Secretaría de Marina (Semar), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Los detenidos fueron presentados ante el Ministerio Público para determinar su situación legal.
Las fuentes federales accedieron en señalar a medios que las entrevistaron que El Tren de Aragua recluta a sus víctimas a través de propuestas laborales, fuera de sus países de origen, les financian cirugías estéticas y una vez recuperadas son enviadas a su país de destino.
Además, este grupo criminal les cobra una comisión a estas mujeres para que puedan trabajar como sexoservidoras y también les cobran los gastos generados de su traslado. La organización se introdujo ya en el Estado de Chiguagua e incluso ya expandió sus actividades a la frontera entre México y Estados Unidos, donde se ha vinculado a la estructura criminal del Cártel de Juárez -La Línea y La Empresa-, que operan en la zona.
Esto último obligó a las autoridades a crear un grupo especial por parte de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) de Chihuahua, en colaboración con autoridades de Estados Unidos, según informó el titular de la SSPE, Gilberto Loya Chávez. Asimismo, la organización criminal que nos ocupa tiene presencia en las alcaldías Tlalpan, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política