Los días del por siempre coronel Muammar el Kaddafi al frente del gobierno de Libia estarían a vencer en lo inmediato. El dictador de ese país árabe del norte de África ya estaría buscando un refugio donde exiliarse junto a su familia y, de no mediar inconvenientes, podría ser algún territorio vecino como Egipto, Marruecos, Túnez y Argelia. Se descuenta, por las primeras expresiones en contra, que pueda encontrar asilo político en Sudamérica.
Las señales de descomposición del régimen libio se multiplican y las naciones extranjeras hacen preparativos para evacuar a sus ciudadanos de la capital, Trípoli, mientras los rebeldes avanzan hacia esta ciudad, último reducto de Kaddafi.
Según periodistas internacionales, en un bombardeo de la Otán ocurrido la tarde del viernes cayó muerto un cuñado de Kaddafi, quien estaba a cargo de los servicios de inteligencia
El representante del Consejo Nacional de Transición libio en Egipto, Abdel Monem Al Houni, afirmó que Kaddafi está buscando un puerto seguro para su familia, ante la inminencia de la llegada de los rebeldes a Trípoli.
Al Houni señaló que los rebeldes podrían llegar a las afueras de Trípoli “en cuestión de horas”, tras aumentar ayer el control sobre Al Zawiya, ciudad ubicada estratégicamente a 40 kilómetros al oeste de la capital.
La toma de Al Zawiya cortó al régimen de Kaddafi la vía de abastecimiento terrestre a través de Túnez. “El régimen de Kaddafi tiene sólo un par de días antes de expirar”, arriesgó Al Houni.
Una portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Jemeni Pandya, anunció que comenzará en unos días una operación para evacuar a miles de egipcios y otros extranjeros atrapados en Trípoli.
“Estamos evaluando todas las opciones disponibles, pero probablemente será por mar”, dijo Pandya en Ginebra. Más de 600.000 extranjeros, la mayoría asiáticos y africanos, han huido luego de seis meses de guerra en Libia.
Pero aún quedan muchos miles, que han permanecido en Trípoli. Hasta esta semana la capital estaba lejos de los enfrentamientos y a unas dos horas de manejo seguro de la frontera con Túnez, ahora cortada por la caída de Al Zawiya.
Los avances rebeldes continúan: el jueves los rebeldes tomaron la ciudad de Sabratha, y ayer viernes el pueblo de Surman.
Pero desde el este los combates de aproximación de los rebeldes resultaron más difíciles, con muchas bajas: la lucha por la ciudad de Slitan dejó ayer al menos 32 muertos en las filas rebeldes. Slitan está en la costa mediterránea entre Trípoli y la ciudad de Misurata, ya en manos de la insurgencia. En las últimas semanas los rebeldes avanzaron velozmente, con el apoyo aéreo de la Otán.
El jueves último el régimen libio pidió un inmediato cese al fuego y conversaciones, pero siguió rechazando la exigencia de que Kaddafi deje el poder.
En tanto, la Otán se atribuyó la muerte del jefe del servicio secreto libio, Abdullah Senussi, cuñado de Kaddafi, mediante un bombardeo de su casa-búnker en Trípoli.
Posteriormente la Otán se retractó de esa declaración, pero el hecho, sin embargo, parece confirmado y en Trípoli se permitió fotografiar la devastada vivienda de Senussi.
Por su parte, el primer ministro británico David Cameron afirmó que es “optimista” en cuanto a los progresos realizados por los rebeldes. Cameron se reunió en Londres con Mahmud Nacua, representante diplomático del Consejo Nacional de Transición libio, reconocido por el Reino Unido el mes pasado. Reino Unido y Francia lideran el esfuerzo bélico de la Otán contra las fuerzas de Kaddafi.
Por otra parte, y en respuesta a versiones sobre la posibilidad de ser asilado Kaddafi en Sudamérica, el ministro de Comunicación de Bolivia negó gestiones diplomáticas para un eventual refugio en su país del dictador libio.
“No hay nada de eso”, dijo el ministro Iván Canelas al desmentir informaciones sobre gestiones que estaría realizando Kaddafi para hallar refugio en Venezuela o Bolivia. (Jackemate.com)