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Por Ricardo Marconi

El conflicto palestino israelí comenzó el 12 de junio de 2023 con el secuestro y asesinato en Cisjordania de tres adolescentes judíos e Israel se lo adjudicó a Hamas.

A la semana un niño palestino fue quemado vivo por judíos nacionalistas y esa situación se sumó a los violentos allanamientos realizados por las fuerzas israelíes, generando fricciones de origen racistas, a lo que se sumaron manifestaciones de uno y otro lado de los contendientes e incluso choques con autoridades policiales.

Era obvio que la violencia escalaría y ante la detención de palestinos y los operativos israelíes el grupo Hamas respondió con el lanzamiento de un cohete sobre territorio de Israel.

El 8 de julio Israel inició una serie de bombardeos sobre Gaza y una semana después acompañó a esos ataques con una ofensiva terrestre con miles de soldados. Así, en cuatro semanas perdieron la vida 1.900 palestinos, siendo civiles el 70 % y 67 israelíes.

Mesa negociadora

En el inicio de agosto se estableció una mesa de negociaciones de tres días en El Cairo con la mediación del gobierno egipcio y en ese período hubo varias treguas humanitarias, aunque las negociaciones en El Cairo no avanzaron, ya que fueron rotas debido al lanzamiento de misiles por parte de las milicias palestinas.

El analista político Alberto Spektorowaki, opinó oportunamente que “a Benjamín Netanyahu un grupo como Hamas le viene bien” y agregó: “Hubo avances del islamismo radical en Siria e Irak y por ello a Hamas no le convenía seguir dialogando a pesar de la estela de muertos existente por su situación en el marco de la política palestina y regional, ya que piensa que la devastación de su propia gente golpea a Israel y lo desprestigia”.

“A Hamas –estima Spektorowaski-, la guerra le permite decir: “Estamos de pie y tengo al jaque al ejército más poderoso de la región y, además, estoy en los medios de comunicación del mundo entero.”

“Hasta es posible que Hamas llegue a pensar que se puede llevar a Israel ante la Corte Internacional, a cargo de una interdicción como en el Líbano, desde 2006”, apuntó el comentarista.

Ya en el 2014 Israel combatió a Hamas en la Franja de Gaza y destruyó 30 túneles y el lector recordará que el 8 de julio de 2014 el gobierno judío generó una campaña militar de 25 días con fuerzas navales y aéreas, luego de recibir el impacto de cohetes lanzados por Hamas y otras guerrillas. Una vez más hubo muchos civiles muertos.

En ese momento histórico, el Centro Palestino por los Derechos Humanos denunció el desplazamiento de 520.000 personas y fueron destruidas 3.000 viviendas. Israel termino ocupando el 44 % de la Franja de Gaza, donde habitaban 1,8 millones de personas, a la vez que perdieron la vida 1.100 palestinos, entre ellos 220 niños y 120 mujeres, mientras que los heridos alcanzaron a 6.200.

Del otro lado

El conflicto determinó que 43 israelíes murieran en combate y 3 civiles, entre ellos un tailandés, debido a la caída de 2.400 cohetes lanzados por Hamas.

Una nueva fase del conflicto nace con las primeras luces del alba del 7 de enero de 2024, en momentos en que en Gaza la hambruna escala a pasos agigantados a pesar de la entrega de alimentos a las víctimas civiles de la guerra que nos ocupa.

«Las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) utilizarán inmediatamente toda su fuerza para destruir las capacidades de Hamas», dijo el primer ministro Netanyahu, quien dejó saber que sus fuerzas “han eliminado a miembros de alto rango de Hamas”. Sin embargo, el alto funcionario advirtió que “una guerra prolongada se podría extender por todo 2024”.

Organismos internacionales admiten que el conflicto se desarrollará ante una comunidad internacional cada vez más horrorizada por la extraordinaria crisis humanitaria y la espiral de muertes de civiles en Gaza. A medida que aumente la presión internacional, también podría hacerlo el malestar interno hacia Netanyahu, un primer ministro asediado y ansioso por señalar victorias tangibles.

Es más, el primer ministro israelí ha recibido comentarios negativos sobre su decisión de seguir combatiendo y se estima que la derrota total de Hamas “es muy ambiciosa para Israel”.

Otros posicionamientos

El general de división Aharon Havila, jefe de inteligencia de las FDI, omitió la destrucción de Hamas al enumerar los objetivos militares en un discurso pronunciado el jueves, según señalaron los medios israelíes.

Y más tarde el jueves pasado, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, desveló los planes para la siguiente fase de la guerra en Gaza, haciendo hincapié en un nuevo enfoque de combate en el norte y en centrarse en los líderes de Hamas que se sospecha que están presentes en el territorio del sur del enclave.

En la tercera fase, las operaciones de las FDI en el norte de Gaza abarcarán «redadas, destrucción de túneles terroristas, actividades aéreas y terrestres y operaciones especiales», según Gallant.

«Esta fase será menos intensa, pero llevará más tiempo», declaró a CNN Yohanan Plesner, presidente del Israel Democracy Institute y exmiembro de la Knesset (el Parlamento israelí) por el partido Kadima.

Gaza es el infierno tan temido por expansión del conflicto

Si el objetivo más realista es una severa reducción de la capacidad de combate de Hamas, muchos analistas afirman que en los últimos tres meses se han logrado avances tangibles.

El éxito es destruir a Hamas

«La definición de éxito no será atrapar o matar a todos los operativos de Hamas, sino garantizar que Hamas ya no pueda gobernar eficazmente Gaza», afirmó Plesner.

«Hamas está organizado como un ejército, con centros de mando y control, regimientos y brigadas. Esta estructura de mando está siendo seriamente desafiada y desmantelada», completó su opinión Plesner.

En declaraciones a periodistas en Tel Aviv, Netanyahu dijo la semana pasada que el ejército israelí está «combatiendo con fuerza y nuevos sistemas por encima y por debajo del suelo» y afirmó que han matado a 8.000 combatientes de Hamas en Gaza.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamas, afirma que “casi 23.000 personas han muerto en el territorio desde que comenzó la guerra. El ministerio no distingue entre civiles y combatientes, pero tanto el ministerio de Gaza como su homólogo en la Ribera Occidental ocupada sugieren que aproximadamente el 70% de los muertos o heridos son mujeres y niños”.

Israel creía que Hamas tenía unos 30.000 combatientes en Gaza antes de que comenzara la guerra el 7 de octubre, según declararon las Fuerzas de Defensa de Israel en diciembre. Los combatientes estaban divididos en cinco brigadas, 24 batallones y aproximadamente 140 compañías, dijeron las FDI, cada una con capacidades que incluían misiles antitanques, francotiradores e ingenieros, y baterías de cohetes y morteros.

A la caza de los líderes de Hamas

Las FDI dieron cuenta de un video que, según afirman, mostraba el desmantelamiento de una ruta de túneles bajo el hospital Al-Shifa, el mayor complejo médico de Gaza, que acusaban a Hamas de excavar.

El mes pasado, publicó otros videos que mostraban una red de túneles que conectaban con residencias y oficinas de altos dirigentes de Hamas, entre ellos Ismail Haniyeh, Yahya Sinwar y Muhammad Deif. El ministro de Defensa prometió a finales de diciembre que Sinwar «se encontraría pronto con los cañones de nuestras armas».

Ya hemos mencionado en esta columna que Sinwar -figura de larga trayectoria en el grupo islamista palestino-, fue responsable de la construcción del ala militar de Hamas antes de forjar nuevos e importantes lazos con las potencias árabes regionales como líder civil y político del grupo.

A todo esto 100 rehenes siguen en cautiverio tomados por Hamas desde el pasado 7 de octubre, estimándose que 25 ya han fallecido y sus cuerpos siguen en Gaza. Otros 107 seguirían vivos. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

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