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Por Ricardo Marconi (*)

El inicio de la Tercera Guerra Mundial puede ser silencioso, ya que sólo se necesitaría controlar el conflicto. Una vez más el engranaje de propaganda política es utilizado por el régimen chino.

En este caso, contra las fuerzas armadas norteamericanas y, más específicamente para enfrentar a la Armada del país del Norte, debido a que el portaaviones USS Ronald Reagan navega por aguas internacionales del Mar del sur de China.

El portaaviones realiza operaciones de rutina, en el marco de los ejercicios militares desde pasado 4 de julio. Ello fue utilizado para que una publicación –en tono amenazante-indique que la nave “estaba a merced del Ejército Popular de Liberación de China y que poseía “misiles mata portaaviones”.

Se refiere a los “DF-21D” y “DF26”, según lo publicado por el Global Times, un periódico producido por People Daily, del Partido comunista chino. El primero de los misiles vuela a 5 veces la velocidad del sonido.

La Jefatura de Información de la Marina estadounidense publicó, a su vez, un tuit irónico: “Y sin embargo ahí están”, para apuntar la despreocupación estadounidense. Luego agregó “Dos portaaviones de la Marina operan en aguas internacionales: el USS Nimitz y el USS Ronald Reagan y no están intimidados”.

El Nimitz que mencionamos (CVN-68), forma parte de una serie de 10 portaaviones de propulsión nuclear aprobados por el Congreso estadounidense. Fue asignado en 1975, mientras que el último de su clase: el USS George W. Bush (CVN-77), entró en servicio en el 2009.

De la práctica militar, a cargo del contraalmirante George M. Wikoff, participaron, además, otros cuatro buques escoltas de guerra. El militar señaló: El propósito es mostrar una señal inequívoca a nuestros socios y aliados de que estamos comprometidos con la seguridad y la estabilidad regional”.

Desde 2014 que dos portaaviones están en dichas aguas, dándole mayor importancia al movimiento de buques de la Flota del Pacífico que allí se dispuso durante el pasado fin de semana.

El USS Ronald Reagan (CVN-76) es un portaaviones de propulsión nuclear. Es el noveno buque de su clase y recibió su nombre en honor al ex presidente estadounidense que ocupó el cargo desde 1981 a 1989.

Cuenta con una tripulación de 3200 hombres más las tropas del grupo aéreo. Lleva 90 naves aéreas, entre aviones, jets y helicópteros.

El gobierno norteamericano recordó –para alertar a los chinos que atacar a sus portaviones “no será gratuito” y a través de los conductos diplomáticos hizo referencia al armamento que posee para responder de inmediato a cualquier uso de la fuerza militar agresiva contra sus fuerzas armadas.

En primera instancia le hizo saber a China que posee la GBU-43 Massive Ordnance Air Blast, conocida coloquialmente como “la madre de todas las bombas (MOAB), la que es guiada de manera convencional con gran radio de detonación y que fuera por Albert L. Weimorts [1], creada para ser lanzada desde un avión Hércules C-130.

Fue utilizada por primera vez por el ejército yanqui el 13 de abril de 2017 durante la administración Trump. Fue lanzada sobre Achin, en la provincia afgana de Nangarhar, en el marco del enfrentamiento contra el ISIS, con el que se destruyó una red de túneles de este grupo terrorista insurgente.

La bomba en cuestión posee un peso de 9.000 kilos de potencia, con los que se arrasaron todo lo existente en 12 km. a la redonda. La bomba tiene 9 metros de largo y su equivalente explosivo es el de 22 misiles BGM -109 Tomahawk y provoca que todo lo existente en un radio de 10 metros se incendie, ya que explota a 2 metros de la superficie de impacto.

Su diámetro es de 1.030 milímetros y del total de su peso, 8,4 toneladas son explosivos de alta potencia, debiendo ser guiado su lanzamiento por un sistema de posicionamiento global (GPS) por satélite y se usa un paracaídas para deslizarse fuera de la rampa de carga con un trineo que se desecha, luego queda totalmente liberada del paracaídas y cae guiada por láser, por lo que es más precisa que su predecesora bomba: la BLU 82.

Paisajes urbanos ficticios

Vale apuntar que se hicieron pruebas sobre paisajes urbanos ficticios para medir las ondas expansivas, así como las de choque, comprobándose que todo lo que se cruzó en el camino fue aniquilado.

La MOAB es la primera arma estadounidense en emplear aletas de control de rejilla como las usadas en sistemas de armas tales como el OTR-23 y en el Wympel R-77.

Las rejillas permiten que el aire pase y pueden cambiar la dirección de la bomba, al girar la base de la rejilla, que se comporta como varias aletas pequeñas de control al mismo tiempo y dejan pasar el aire entre las rejillas.

La potencia de la MOAB es comparable con el más pequeño de los artefactos nucleares al inicio de su desarrollo, tales como el M-388 Crockett.

Por lo que ha trascendido, desde principios de 2007 estas bombas han sido utilizadas, por lo que se presume que en su inventario hubo 15 unidades hasta 2017.

“El padre de todas las bombas”

Las fuerzas armadas rusas le puntualizaron a la Armada norteamericana que posee un artefacto explosivo que es más potente que la MOAB.

Donald Trump y Xi Ximping, líderes de las potencias mundiales

Lo hace a sabiendas que si Putin –quien logró que lo votaran como presidente hasta 2036-, decidiera un ataque frontal no tiene posibilidades de ganar, a pesar de que los soviéticos poseen “el padre de todas las bombas”, (la AUBPM), ya lanzada en Siria.

Es cuatro veces más potente y devastadora que la MOAB –según los rusos-, ya que absorbe el oxígeno y es termobárica, por lo que utiliza el aire de la atmósfera. Cerca te mata la explosión y en una distancia mediana produce la muerte por asfixia.

La bomba rusa produce dos explosiones con una diferencia de 5 segundos entre una y otra, generando una gran bola de fuego al mezclarse el combustible con el aire en una combustión de más de 100 grados.

Los especialistas argumentan que del análisis de la deflagración surge que “no hay punto frío”. El calor es uniforme.

De lo expuesto surge que la bomba rusa, de 15 toneladas, sería más efectiva, ya que todo lo vivo se evapora instantáneamente.

La onda expansiva penetra la tierra y la aplana para destruir todo lo que este a su alcance luego de penetrar un bunker explotando a pesar del concreto. Penetra hasta 60 metros de concreto y hasta 8 metros en caso de que sea un concreto especial.

Corea del Norte tiene lo suyo 

Sobre Corea del Norte hay que señalar, en torno al tema que nos ocupa que se ha tornado en el Estado más imprevisible con alrededor de 20 armas nucleares a su disposición.

Si osara atacar a sus enemigos, la respuesta que debería soportar sería abrumadora ya que para enfrentar sus misiles ICBM hay armamento como el THAAD, que es un arma previsible para responder desde una distancia de hasta 200 kilómetros hasta el objetivo. El THAAD lleva 8 misiles y parte al ser disparado hacia múltiples objetivos independientes uno de otros.

Sería como eliminar una bala con el impacto de otra utilizando un sistema computarizado complejo. Una vez que el misil entrante es blanqueado en su trayectoria el THAAD entra en vigencia. Por ahora la intersección de misiles en el espacio es la solución ante ese tipo de ataques.

El Raytheon EKV y su fuerza cinética

Contratistas privados firmaron un acuerdo por 636 millones de dólares con la Boing que trabaja de manera exclusiva con el Pentágono para concretar un ambicioso proyecto de un interceptor exo-atmosférico que enfrenta a misiles balísticos intercontinentales que vuelen a velocidades hipersónicas fuera de la atmósfera terrestre y destruirlos mediante fuerza cinética.

Es decir por impacto directo. Su velocidad de impacto es tan alta que no necesita ojiva para destruir el blanco.

El EKV es lanzado por un cohete del sistema GBI. El cohete y el combustible del propio EKV no sirven para acelerarlo sino para corregir su trayectoria.

Estando en trayectoria de intercepción el EKV se separa de su portador y en modo autónomo colisiona con el objetivo usando un sensor infrarrojo que discrimina señuelos y otros objetos utilizando su propia propulsión, enlace de comunicación, algoritmos discriminadores, sistemas de orientación y de control, así como computadoras que seleccionan objetivos mientras recibe información del centro de control.

El Raytheon EKV no es de gran tamaño y sólo pesa 64 kilos, mide 1,4 metros de largo y 0,6 metros de diámetro pero su velocidad le da una formidable fuerza cinética a 10 kilómetros por segundo.

Habría 40 armas de este tipo, las que vuelan a 24.000 kilómetros por hora antes de cumplir su misión antes que el arma atacante ingrese a la zona de impacto.

“Las Barras de Dios”

En este análisis no queremos dejar al margen un episodio histórico que tiene que ver con armamentos en la época de la “Guerra Fría”, a principios de la década del 90. Se trata de la que se denominó Iniciativa de Defensa Estratégica.

El arma que en la presidencia de Ronald Reagan se denominó “Las Barras de Dios” debía ser lanzada desde el espacio exterior en base a la conjunción de velocidad y masa para producir mucho daño al enemigo. Me dicen que el nombre proviene de la década del 50: “Barras de Wolframio”.

El arma penetraría el concreto utilizando carburo de Wolframio tras caer de la órbita (12.000 kilómetros) para penetrar 5 kilómetros en su objetivo. Aún hoy hay barreras políticas a superar para que el proyecto se haga realidad.

Armamento cinético

Lo más novedoso actualmente es el arma cinética. Poseen una súper velocidad de impacto (8.000 km. por hora) para penetrar un tanque y explotar en su interior.

De todo lo aludido, para Estados Unidos solo ha manifestado preocupación por los misiles hipersónicos, los que llegan a su objetivo sin anuncio alguno y para enfrentar el problema, los especialistas en armas habrían hecho pruebas de detección en el desierto de Gobi contra elementos que puedan compararse con portaaviones, pero, obviamente, todo se mantiene en secreto.

Aviones X51 y Laser LAWS

La Armada y el Pentágono siguen mejorando el avión X51 con misiles de alta velocidad que van de una costa a otra de Estados Unidos en sólo 30 minutos para impactar.

Ya ha sido probado el sistema de misil laser que funciona como un rayo aniquilador. Se lo considera perfecto para enfrentar armamento chino antes de que ataquen.

La energía transfiere calor y produce destrucción. Debe impactar en el sistema de combustible del misil atacante para que la ojiva caiga inerte.

El impacto sería de 36.000 vatios y en el compartimento del misil la explosión debe producirse en milisegundos.  Vale aclarar que hasta ahora no se logró cumplir el objetivo del tiempo necesario utilizando dicho mecanismo, a pesar de que Estados Unidos viene trabajando con rayos láser desde hace 4 décadas.

La Armada de EEUU está desarrollando actualmente rayos láser, pero enfrentan la problemática emergente de los factores climáticos que restan efectividad, aún desde lo defensivo.

Enjambres de drones

Funcionan como si fuera un enjambre de bombas que explotan todas juntas y en el mismo instante. Está pensado para el combate naval del futuro.

Los drones, ya probados en 2016, detectan primero al objetivo y luego, desde una cadena de mandos centralizado se dispone la decisión de ataque masivo, ya que los drones no toman decisiones por sí mismos.

Los drones, antes del ataque, se juntan en un punto del cielo y luego atacan engañando a los radares.

Los chinos están actualmente haciendo pruebas en el mismo sentido desde 2017, aunque siempre hay una cadena de mandos de por medio que toma la decisión final para no caer en la temática de los crímenes de lesa humanidad.

En el final, vale puntualizar que el ciberespacio puede llegar a ser el campo de batalla del futuro con una gama de amenazas con códigos cibernéticos para causar estragos utilizando la tecnología con una diferencia: La basada en el capital humano.

Presupuestos bélicos

A mayo de 2019 el gasto era de 138.700 dólares por minuto, lo que supone un aumento de 7.100 millones de dólares (un 10%) en comparación con el 2018 y representa un aumento de 7.100 millones de dólares (alrededor de un 10 %) en comparación con el año anterior para armas nucleares.

Las nueve naciones nucleares del planeta gastaron en 2019 alrededor de 72.900 millones de dólares en las más de 13.000 armas atómicas que acumulan, según un nuevo informe de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN).

Con un gasto de 35.400 millones de dólares, EE.UU. concentra casi la mitad del desembolso total mundial en 2019, señala el informe.

Rusia, que, según las estimaciones del organismo, tiene más ojivas nucleares que EE.UU., invirtió en ellas 8.500 millones de dólares en 2019, una cuarta parte del gasto nuclear de Washington. De esta forma, el desembolso de Moscú se sitúa por detrás de China (10.400 millones) y de Reino Unido (8.900 millones). (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com

 

[1] Ingeniero creador del “Bunker Buster Bombs”.

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