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Por Ricardo Marconi (*)

Segunda Parte

Con el surgimiento del grupo Majestic-12 en Estados Unidos se inició, de manera sistémica y minuciosa, el análisis de la aparición de objetos voladores no identificados. Con el tiempo se generó la decisión gubernamental de utilizar a los especialistas en operaciones encubiertas para determinar si, en otros países, habían caído naves desde el espacio.

Tuvieron que pasar setenta años para que una empresa privada denominada Academia de Artes y Ciencias de las Estrellas mostrara la primera filmación de un ovni, que se hizo viral y, en razón de ello el Ministerio de Defensa estadounidense se vio en la obligación de autorizar los videos, con lo que a partir de allí se admitió de manera reservada, que Estados Unidos investiga, en secreto, el tema que nos ocupa.

El encubrimiento

El físico nuclear Staton T. Friedman se dedicó por más de una década a la investigación del MJ-12 y publicó el libro Top Secret. Admitió estar convencido que los datos y documentos por él obtenidos, le permitían señalar que “si se examinan exhaustivamente y objetivamente se puede llegar a la conclusión que existió la operación de inteligencia del MJ-12, ya que la Inteligencia norteamericana no podía dejarla en manos del presidente.

Richard Nolan, un investigador de UFOS pudo precisar que del MJ-12 participaron militares y científicos, entre otros componentes, a lo que hay que agregar que luego se denominó MJ-13 y MJ-14, ya que el número de participantes creció. Quienes lo idearon ocuparon cargos fundamentales del gobierno norteamericano a partir de los sucesos conocidos de Roswell, del 7 de julio de 1947, que posibilitaron la cristalización de la formación del grupo primario.

Noviembre de 1975

En esa fecha se produjo el caso que tuvo como protagonistas a varios amigos entre los que estaba Travis Walton, ocurriendo el hecho en Snowhake, Estados Unidos. En este caso hubo una aducción múltiple, siendo calificada como la más documentada.

Travis y sus compañeros se hallaban acampando en un pequeño bosque cuando advirtieron que una luz muy fuerte apareció imprevistamente en el cielo. Sus amigos se asustaron, pero él decidió acercarse a la luz cuando advirtió que la misma provenía de una nave que emitía vibraciones.

Travis es atrapado por la luz y comienza a sentir que se eleva y los amigos, desesperado intentan que regrese, pero no lo logran y la nave, una vez que Travis se encuentra en su interior, cierra una compuerta y desaparece.

Las investigaciones policiales del hecho, permiten presuponer que, luego que Walton no es encontrado por cinco días, derivan en la presunción que fue asesinado y su cuerpo ocultado.

Al quinto día Travis es hallado y al ser interrogado, hace referencia a una historia muy poco creíble. Indica que en el interior de la nave fue colocado en una “extraña silla con luces” y al ser sentado las paredes laterales desaparecieron y le parece que se encuentra en el espacio.

Agregó que “humanoides con trajes azules y cascos transparentes lo llevaron a un hangar y luego a otra sala donde había otras tres criaturas lo esperaban”.

Sintió que los seres intervinieron en su cuerpo para reparar lo que le sucedió en su organismo, luego de recibir una descarga eléctrica cuando se acercó a la nave y a un vehículo que tenía un campo electromagnético y le había –presuntamente-afectado el sistema nervioso central. Finalmente lograron resucitarlo.

Travis declaró a las autoridades que “la sociedad de sus secuestradores, según le relataron a él, había evolucionado y habían logrado dejar de lado lo que en nuestro planeta llamamos el mal”.

El gobierno estadounidense, ante el cariz que tomaban los hechos, se limitó a obtener información y se abstuvo de intervenir, mientras que el FBI e incluso la CIA aparentaron no tener interés público en el tema , ya que querían que la gente dejara de atender ese tipo de cosas”, según Walton.

Junio de 1977

Luego, con el simple paso del tiempo, en junio de 1977, el fiscal Terry Lovelace, tuvo una experiencia particular en el parque Devil`sden de Arkansas.

Él y sus amigos advirtieron, sorpresivamente,  la presencia de una nave triangular y todos, con sólo observarla perdieron la conciencia.

Cuando Terry despertó, se arrodilló y comenzó a sentir un intenso dolor en las articulaciones. La nave, que era enorme, estaba a alrededor de 900 metros cuando la vieron por primera vez en el cielo y, en ese momento,  se hallaba a sólo 10 y recordó que en su interior había entre 10 y 12 tripulantes, a los que ahora recorrían la zona y le parecían niños que caminaban en pares y tríos por el lugar donde él había acampado.

“Esos no son niños”, le dijo su amigo Tobi, quien agregó:” nos tomaron por la fuerza, nos introdujeron en la nave y nos hirieron y no quisieron matarnos, aunque no eran benévolos.

“Nos colocaron en una camilla –recordó Travis-, y nos llenaron los pulmones de aire, mientras nos preguntaban telepáticamente ¿por qué gritás?, te devolveremos. Luego nos examinaron”.

Cuando fue hospitalizado en 1977, Terry recibió visitas inesperadas. Eran dos individuos con trajes azules que se identificaron como agentes de la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea para interrogarlo.

Un giro siniestro

Así calificó a la historia que sigue, ocurrida 30 años después de la experiencia en el campamento.

En 2012, Terry se tuvo que tomar 2 radiografías de una pierna. En la misma pareció una pieza de metal, del tamaño de una uña con dos cables.

Lovelace pensó: “¿estuve bajo supervisión extraterrestre desde hace años? Y, en 2016, finalmente se decidió a mencionar el tema públicamente.

Sobre su rodilla se veía un chip con 2 cables que iban hacia su cabeza. Le tomaron 24 placas y sólo 6 quedaron en su poder, ya que el resto –le dijeron- habían sido destruidas. Además, a la altura de la pantorrilla, a la luz, se veían varios objetos bajo la piel del tamaño de un tic tacs que formaban una flor, sin cicatriz, por lo que se presume que la intervención fue hecha casi sin fuerza y lo médicos le dijeron que los pusieron “con métodos quirúrgicos desconocidos”.

 Diciembre de 1984

En la casilla de correos, de la casa del productor cinematográfico Jaime Shandera, ubicada en Burbank, Los Ángeles, se coloca un paquete que en su interior había un rollo fotográfico de 35 milímetros, sin revelar.

Shandera, con curiosidad lo llevó a su cuarto oscuro y allí se encontró con copias de documentos desclasificados del gobierno, relacionados con la existencia del MJ-12.

Evidentemente lo ocurrido no era una casualidad. Shandera trabajaba como colaborador de Friedman y del Bill Moore, sobre un documental del incidente de Roswell y rápidamente los contactó. Entre la filmación había un memorándum elaborado en 1947 que estaba destinado al secretario de la Defensa James Forestal, que confirmaba la existencia del MJ-12 y que llevaba la firma del presidente de Estados Unidos Harry S. Truman.

De manera inmediata los tres investigadores se decidieron contratar a un especialista para que analizara la firma presidencial para evitar ser engañados con una falsificación.

Truman firmó un memo confidencial, de una sola frase, que autorizaba al ministro de Guerra y al ministro de Marina a continuar la colaboración en el campo de la Inteligencia de Comunicaciones en el Ejército, la Marina de Guerra de EE.UU y los británicos para ampliar, modificar o interrumpir esa colaboración , de acuerdo a los intereses estadounidenses.

Nick Pope, en una entrevista, opinó que “los diálogos gubernamentales sobre la existencia de ovnis, tuvieron lugar antes de que Truman tomara conocimiento”.

Pope trabajó desde el Reino Unido en el Ministerio de Defensa y halló un documento que sugería que Winston Churchill y el presidente Eisenhower hablaron sobre la cuestión ovni y durante la II Guerra Mundial acordaron que el tema era real, aunque decidieron que era mejor no darlo a conocer porque podría ser una carga psicológica para la gente que, en esos años, debía procesar la cuestión en tiempos de conflicto armado.

Entendieron, seguramente, que el poner a consideración de sus gobiernos y de sus poblaciones el tema ovni, desafiaría criterios religiosos y destruiría a la Iglesia.

El documento aludido era un relato de un científico, cuyo abuelo fue un guardaespaldas de Churchill y que estuvo presente en la reunión, según Pope.

El “Proyecto Acuario”

Transcurría el 2014 cuando un nuevo paquete anónimo llegó al correo de Shandera y en esta oportunidad se reiteró el envío de otros documentos sobre el MJ-12. Esta vez el destinatario final era el doctor Steven Greer, una celebridad entre los que investigaban secretos del universo ovni.

Greer recibió –también de una fuente anónima-, información clasificada sobre el Proyecto Acuario, un monitoreo secreto de ovnis por parte del gobierno estadounidense y la Administración Eijen Hower.

En el Proyecto Acuario se buscaba obtener información científica y técnica sobre el funcionamiento técnico de los ovnis por parte del gobierno. El informe, vale decirlo, fue cuestionado, pero a pesar de ello se admitió que había datos desconocidos desde lo ocurrido en Roswell en adelante.

La información obtenida, que se pudo conocer –extraoficialmente-, indicaba que, en 1966, más precisamente en Nuevo México, estuvieron seres que provenían de una civilización que se hallaba a 38.000 años luz de nuestro planeta y explicaron telepáticamente a sus interlocutores su preocupación por los desarrollos nucleares en la Tierra.

Los interrogatorios a un EBE

Una de las cuestiones más importantes a detallar en esta columna tiene que ver con el incidente de Roswell y la sobrevivencia de un EBE, esto es una Entidad Biológica Extraterrestre.

El EBE fue trasladado –supuestamente-, a una instalación militar de Nuevo México, donde fue interrogado, ya que hubo un diálogo telepático y con el correr de los días el EBE utilizó pictogramas para hacerse entender, pudiendo sus interrogadores establecer que provenía del Sistema Solar Zata Retículi.

El ser sobrevivió hasta el 18 de junio de 1952, momento en que falleció debido a una enfermedad desconocida.

Greer tuvo a su cargo una conferencia en Washington, en la que participaron varios ex oficiales militares y de Inteligencia. En esa convocatoria se mostraron pruebas sobre sus experiencias con el mundo ovni y ello implicó que esa reunión fuera considerada como de altísimo nivel de información y, obviamente,   por el nivel de los testigos que hicieron uso de la palabra.

Precisamente, Greer hizo referencia a más de 350 personas, pertenecientes a organismos de Inteligencia militar, que con sus datos “demostrarán que no estamos solos”.

Presidentes que no informaron

Los presidentes Kennedy y Ford nunca informaron públicamente sobre ovnis y la CIA tiene temor a que rebelen programas secretos sobre el tema. Lo propio ocurre con los contratistas militares. Eisenhower pidió revisar leyes que promueven la NSA y la CIA porque han generado homicidios por ocultar hechos.

George Herber Walker Bush siendo director de la CIA decidió no contarle nada al presidente Jimmy Carter ni a Ronald Reagan sobre el tema ovnis.

Reagan opinó que “si tuviéramos que enfrentarnos a una fuerza extraterrestre desconocida nos olvidaríamos de nuestras diferencias”.

Sin duda, el caso emblemático de la aparición de ovnis tuvo que ver con naves que, en contra del viento los ovnis “iban, contra el viento, a 120 nudos”, según testificaron pilotos de combate que intentaron interceptarlos.

Un video, conocido a nivel mundial, registrado por pilotos de Estados Unidos, confirma lo que acabamos de mencionar. El presidente de Estados Unidos admitió comunicarlo, pero nada dijo de los acuerdos secretos que existen sobre el tema con organismos privados, que no son otra cosa que empresas contratistas militares.

En otras palabras, el Estado norteamericano paga para que empresas contratistas investiguen y, a cambio, las corporaciones patentas y ganan por la tecnología.  En definitiva, las corporaciones controlan y definen cuanto deben durar las autoridades en el poder mientras las beneficien con leyes.

Científicos, en voz baja, opinan que hay pruebas de que seres extraterrestres estuvieron en nuestro planeta y Stephen Basset, exdirector de Paradigm Research Group dijo que “los gobiernos hacen campañas de desinformación con los extraterrestres”.

A su vez, el senador estadounidense Mike Gravel, dijo que “perdió su confianza en el gobierno. Estamos en punto muerto en relación al tema extraterrestres”.

Lo secretos están en manos de la industria aeroespacial y el dinero controla la información.

Robert Biguelow, presidente de Biguelow Aeroespace es el único que dijo que “los extraterrestres estuvieron en la Tierra. Lo aseguró en el programa de televisión “60 minutos”.

Es más,  estoy seguro que en nuestro planeta “hay presencia extraterrestre. Gasté muchos millones para investigar ese fenómeno”.

Derrell Sims, recordó en un simposio a Biguelow e hizo mención a “elementos extraídos de meteoritos que fueron a laboratorios de Los Ángeles, donde se descubrió que pertenecían a un meteorito raro”.

Sims admitió que “apareció un nuevo operador privado en el programa secreto del Pentágono para monitorear ovnis, siendo el mismo creado por el músico Tom Delonge, del grupo Blink -182, que se reúne bajo el programa AATP.

Al parecer, se sigue ocultando información para no generar conspiraciones. Y de ello surge la pregunta difícil de responder: ¿Dónde se mantienen ocultos todos los secretos sobre ovnis actualmente?  ¿Una persona puede ser la dueña de los secretos?

Y surgen entonces las preguntas finales: ¿existen naves ovnis ocultas en bases secretas? ¿Quiénes conformaron MJ-12? Estas últimas son preguntas que responderemos en la próxima columna. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

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