Por Ricardo Marconi (*)
El seguimiento diario que esta columna, realizado en torno a la invasión de Ucrania, obliga a señalar que, en las últimas horas, Rusia inició, de manera acelerada, el abandono militar del perímetro externo de la ciudad de Kiev para que sus efectivos de tierra y el aparato logístico, en forma conjunta, se dirijan hacia el este ucraniano.
Debido a esta circunstancia, las fuerzas ucranianas retomaron poblaciones aledañas, tras durísimos enfrentamientos, mientras Europa decide el envío de tanques blindados y la aplicación de medidas agresivas de presión económica, a lo que al momento de redactarse este informe se está sumando, de parte de la UE, el aporte de 1.000 millones de euros diarios para adquirir combustible.
Se está agregando, por estas horas, el corte de la comercialización de carbón, madera y el aludido combustible que se va a comenzar a abonar en la Unión Europea con un incremento del 35 por ciento.
Las razones del cambio posicional ruso
No es casualidad que lo citado esté ocurriendo. Es que la tecnología satelital obliga a explicitar posiciones sobre mentiras rusas en torno al descubrimiento de cientos de fosas con civiles asesinados, en algunos casos, previamente torturados por negarse a dar datos –por desconocimiento-, sobre posiciones enemigas a los soldados rusos, aunque en algunos casos estos últimos, demostrando tener una crueldad inexplicable, hasta desmembraron cuerpos sin motivo alguno y, posiblemente por puro divertimento.
Obviamente los militares rusos desmienten lo apuntado, pero hay pruebas inconmovibles e irrefutables. Es que los satélites de la OTAN diariamente muestran cadáveres en las calles, junto a vías de trenes, en jardines de viviendas y, habitantes que lograron sobrevivir, expusieron a oficiales ucranianos que “hasta en los subsuelos de fincas han encontrado cuerpos sin vida de mujeres y niños atados a la espalda”.
Otros muertos, en avanzado estado de descomposición, corresponden a soldados rusos abandonados por sus compañeros de armas, ya que debieron escapar con desesperación ante el ataque de los combatientes ucranianos.
Reclamos por hechos infrahumanos
Todo este panorama favorece a los reclamos de Ucrania y de otros países que comenzaron a exigir la conformación urgente del Tribunal de Crímenes de Guerra de La Haya, para establecer responsabilidades, tras la exposición mundial de imágenes terroríficas, plenas de sangre y muerte por doquier.
El panorama expuesto, muestra con claridad que Moscú defiende a las dictaduras en Belarús y Kazajistán, pero, paradójicamente, no las quiere en Ucrania y para alejarse de la aparición de los civiles destrozados en las calles y ordenó a los generales retirar sus efectivos hacia el este ucraniano antes que sigan masacrando, sin necesidad, gente en poblaciones periféricas.
Putin se quedó con las ganas
Por el momento, Putin se quedó con las ganas de imponer sus intereses en Kiev. Quería tener un estado tapón entre Rusia y la OTAN para poder aplicar, sin pudor, su autocracia y, de paso, alejar el peligro del establecimiento de un gobierno democrático en Ucrania. Hasta ahora no lo logró.
Quien esto escribe, viene escuchando trascendidos que indican que en 48 o 72 horas, el carnicero moscovita de Rusia no dejaría un metro cuadrado del este ucraniano sin bombardear y, cuando el territorio yermo no tenga un ser viviente que resista, lanzaría sus fuerzas terrestres para ocupar el territorio.
Eso sí. A sus reclutas inexpertos no los enviará. No vaya a ser que los familiares de los mismos les inicien, internamente en Rusia, un conflicto de proporciones difícilmente de controlar, cuando comiencen a recibir los cuerpos de sus hijos muertos en cajas estándar metalizadas o les avisen que “su hijo está desaparecido en combate”, cuando en realidad ha sido abandonado por sus pares al huir o incinerado para no dejar pruebas.
Alternativas
Es por esa razón que en las próximas 48 horas habrá cinco alternativas para que la población civil de dicha zona ucraniana, deje el territorio si quiere salvar su vida.
A todo esto, hay que acotar un elemento de suma importancia que ha crecido en función del desarrollo de la invasión: Se ha incrementado la crisis que está teniendo que ver con el Régimen de no Proliferación Nuclear (RNPN).
En su momento, desde Kiev –como adelantamos oportunamente- se devolvieron a Rusia ojivas nucleares a la antigua URSS y ahora los gobernantes ucranianos deben estar lamentando esa decisión.
Para colmo, Estados Unidos, en 2002, se retiró del Tratado sobre Misiles Antibalísticos de 1972 y en 2019 tomó idéntica decisión respecto del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio –hasta 500 kilómetros-, de 1987. En ese momento Rusia negó tenerlos, pero nadie, con mínima inteligencia militar, le creyó.
En 2007, los rusos decidieron suspender la aplicación de algunos aspectos relativos del Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa, firmado en 1990 y en el 2020 los norteamericanos y los rusos firmaron el Tratado de Cielos Abiertos. Dos años más tarde lo abandonaron.
Cumbres
Hubo cumbres en 2010, 2012, 2014 y 2016 sobre seguridad nuclear para prevenir el acceso a armas nucleares por parte de terroristas y de armas de destrucción masiva.
En 2018, el expresidente Donald Trump tomó la decisión de retirar a su país del Acuerdo Nuclear con Irán y luego se enteró que los iraníes siguieron con el incremento de uranio para construir bombas.
Arsenales nucleares
Han trascendido números totales de armas nucleares acumuladas en países del orbe. En tal sentido pudo saberse que Rusia posee 5.977; Estados Unidos,5.428; China, 350; Francia, 290; Reino Unido, 225; Pakistán, 165; India, 160; Israel, 90 y Corea del Norte, 90.
Hay que tener en cuenta que las mayores potencias trabajan permanentemente en programas de modernización de arsenales con ojivas más efectivas y, en tal sentido, Australia, debido al conflicto Rusia-Ucrania solicitó la provisión de submarinos nucleares, en el marco del Programa AUKUS.
Japón no se quedó dormido al enterarse del pedido australiano y pidió que le provean tres armas nucleares, según la revista especializada Security Studies.
Un error que pudo ser fatal
Analistas internacionales ya tomaron debida cuenta de un dato histórico que pudo haber desarrollado una crisis inmanejable: Se habría producido un lanzamiento accidental de un arma nuclear de India a Pakistán, que felizmente no trajo un grave resultado. Hasta ahora nadie lo negó. Vladimir Putin, preventivamente, se tomó de dicha circunstancia para elevar el nivel ruso de alerta nuclear. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política