El flamante ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, no se anduvo con medias tintas. Afirmó que la política de seguridad “es la política del gobernador de la provincia”, que “nunca puede ser ajena a una política comunitaria” y se comprometió a “ser implacable con el narcotráfico” porque “la droga es un flagelo que corroe a la juventud y a la familia”
Lamberto, en su discurso tras asumir su nueva responsabilidad dentro del Gobierno santafesino liderado por el socialista Antonio Bonfatti, ratificó claramente que “la política de seguridad es la política del gobernador de la provincia”, sobre quien dijo “desde que asumió tuvo una especial obsesión con que el tema de la seguridad sea una prioridad para esta gestión”.
Por ello, destacó seguidamente que “necesitamos que la ciudadanía viva segura, con tranquilidad, como siempre se vivió en esta provincia. Y se debe volver a esa Santa Fe de la paz, la tranquilidad, la convivencia y la solidaridad.”
Asimismo, expresó su convencimiento sobre que “el tema seguridad no es estrictamente de la provincia de Santa Fe”, señalando que “el avance de los delitos, de las bandas, del narcotráfico, generan que la coordinación entre Nación, provincias y municipios sean fundamental, así como la coordinación entre fuerzas.”
También aseveró, en el mismo sentido de su razonamiento, que “una política de seguridad nunca puede ser ajena a una política comunitaria” y por ello dijo que “hay que escuchar a la sociedad, hablar con ella, con el vecino, con las organizaciones, que tienen mucho para decir porque son los que sufren los problemas a diario.”
Y agregó: “Hay que tener un diálogo con la Justicia” porque “no hay política de seguridad sino tenemos una Justicia que actúe en tiempo real, garantizando los derechos, pero que determine en momento oportuno cuándo una persona es imputable o cuándo es culpable”
Al respecto, recordó que “la justicia escrita, inquisitiva, forma parte del pasado, y todos tenemos la obligación de poner en marcha el Código de Procedimiento Penal que permita la otra cara de la seguridad, que es que no haya impunidad.”
En su discurso, Lamberto envió un mensaje directo a la Policía santafesina indicando que “siempre he sido profundamente respetuoso de la fuerza. Creo que es una actividad noble, sacrificada y de clara vocación de servicio, y entiendo que la comunidad así lo entiende y lo quiere”.
En tal sentido, el ex jefe del bloque de diputados provinciales socialistas afirmó que “necesitamos una fuerza cada día mas respetada, valorada y jerarquizada por la comunidad. Y para eso debe ser eficiente, profesional y honesta. Esto es fundamental para marcar una convivencia con los ciudadanos. Hay que volver al vínculo de solidaridad entre la fuerza y la comunidad, y tenemos confianza en que eso se va a lograr.”
Tras reiterar que “seremos implacables con el narcotráfico” porque “la droga es un flagelo que corroe a la juventud y a la familia”, aseguró también la necesidad de “terminar con la trata de personas, que es una forma de degradación, especialmente a las mujeres y a los niños”.
Y por ello, dijo que “es fundamental que haya una fuerza conducida verticalmente, pero absolutamente compenetrada con el poder político. La profesionalidad sirve, pero la mirada global de la política forma parte de un proyecto político que es insoslayable desde una medida de seguridad”.
Al cabo de su asunción, el ministro de Seguridad de la provincia mantuvo un diálogo con el periodismo, ocasión en la que aprovechó para expresar su respeto hacia el doctor Leandro Corti, quien renunció al cargo cuando el gobernador Bonfatti ordenó que el partido entre Rosario Central y Patronato de Paraná se jugase este lunes por la tarde en el estadio de Colón.
Asimismo, Lamberto anticipó que seguirán en sus puestos algunos de los funcionarios de la gestión anterior, pero advirtió que se van a “reforzar determinadas áreas que creemos importantes”.
En otro tramo de este primer encuentro con la prensa como ministro de Seguridad, Lamberto aseguró que “hace falta una política coordinada con la Nación” y, en ese sentido, ejemplificó sus dichos señalando que “los desarmaderos ilegales de vehículos, el robo de vehículos son en general políticas que terminan dándose luego en otros tipos de delitos muchas veces mayores”, concluyó. (Jackemate.com)