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Por Ricardo Marconi (*)

Michael Collins, el veterano de la NASA sirvió como piloto del módulo de mando de la misión Apolo11 en 1969, cuando Neil Armstrong y Buzz Aldrin caminaron en la Luna por primera vez en la historia de la humanidad.

Él se quedó solo en la órbita lunar, esperando el regreso seguro de sus compañeros. Se retiró de la NASA en 1970, tiene 89 años y en más de una oportunidad expresó que la pregunta más apremiante que debe responder el ser humano es la que tiene que ver con considerarnos únicos en el Universo.

Él entiende que “es el colmo de la arrogancia pensar que la vida no se ha desarrollado en otras partes del cosmos infinito, donde el conocimiento avanza de manera exponencial, debido a que el conocimiento engendra más conocimiento.

Collins ha señalado que “los valores y sus muestras de funciones exponenciales, elegidos al azar, tienen cerca de cero posibilidades de ser comparables y es por ello ¿qué deberíamos concluir? La respuesta es evidente: No hay dos civilizaciones comparables”.

“Además –subrayó Collins-, como apenas estamos en nuestro período de alfabetización, estamos en el extremo inferior. Todos ellos están incomparablemente más avanzados que nosotros”.

“Incluso –recalcó-, si estamos en una simulación, sigo pensando que “los programadores” no nos habrían hecho sólo a nosotros”.

Hasta 1992, cuando se confirmó la existencia del primer exoplaneta, era incierto si había incluso planetas fuera de los de nuestro propio sistema solar y el pensamiento único solo hacía referencia que lo más probable era que la vida se había desarrollado hace millones de años en Marte, en el que se expone con crudeza un mundo estéril en su superficie y que se parece a una tierra joven y húmeda antes de que se secara y perdiera la mayor parte de su densa atmósfera.

Cráneos fosilizados

En el continente africano aparecieron cráneos fosilizados similares a los de los seres humanos y han generado discusiones entre científicos acerca de la antigüedad de los mismos.

El tamaño de la parte superior de la cabeza no guarda proporción y sus ojos son enormes, a la vez que se nota claramente que el mentón es puntiagudo.

Las cabezas han sido catalogadas como de 14 millones de años y poseen una cantidad increíble de iridio, que es un elemento común que se encuentra en los meteoritos. Vale apuntar que en universidades se están realizando estudios para determinar el origen de los cráneos.

Los misterios magnéticos de Europa

Otros misterios de los que queremos dar cuenta tienen que ver con el magnetismo existente en Europa, una luna de Júpiter.

El Hubble detectó que está cubierta de hielo, con un océano global que fluye debajo de su superficie. Hace pocos años el telescopio espacial había detectado columnas de vapor de agua que alcanzan 160km. de altura, las que podrían contener moléculas con elementos fundamentales para la vida.

Galileo, una nave de la NASA que estudió Júpiter, parece haber volado a través de una de las columnas de vapor de agua, cerca de donde el Hubble las observó.

Hay un proyecto para sobrevolar Europa en el 2022 con la nave Juice, de la Agencia Espacial Europea. El explorador espacial hará un vuelo de reconocimiento de las lunas de hielo de Júpiter.

Vale agregar que Galileo fue lanzada en 1989 y llegó a Júpiter en 1995. Pasó 8 años observando el planeta y sus lunas. El 16 de diciembre de 1997 los instrumentos del Galileo midieron una oscilación del campo magnético y un repunte en la densidad de los electrones.

Luego, en 2005, la sonda Cassini encontró Geiseres de cristales de hielo que emanaban de Encelado, una pequeña luna de Saturno que tiene un océano de agua líquida bajo su hielo, al igual que Europa.

Análisis de experimentos 

En 2017, vale apuntarlo, Melisa Mc Grath del programa SETI, en Montain Wiew, California, analizó los experimentos con radio, realizados por Galileo y allí pudo detectar que algunos vuelos de reconocimiento indicaban una densidad más alta de partículas cerca de su superficie.

La científica verificó que había relación entre algunas columnas de vapor de agua y el incremento de las partículas, lo que permitió tener una idea del tamaño de las columnas. Esto posibilitó, además, verificar que la anomalía magnética fue atravesada en 3 minutos por Galileo.

Willians Kurth contribuyó al experimento de ondas de plasma de Galileo y el instrumento utilizado notó un estallido de ondas de radio durante el vuelo de reconocimiento, ocurriendo ello justo en medio de la anomalía magnética.

La pieza final fue un modelo informático de una columna, realizado por Tianz Hejía, profesor de la Universidad de Michigan, que creaba los mismos efectos en el campo magnético y las ondas de plasma. Todo parecía concordar.

Collins, seguramente, al hacer sus apreciaciones, tuvo en cuenta al Mars Insight, que alcanzó un costo de 993 millones de dólares.

El ex astronauta sabe que la Mars Insight, lanzada en abril de 2018, es capaz de” “escuchar” terremotos y de estudiar el funcionamiento interno marciano luego de ingresar al planeta rojo a una velocidad de 19.800 kilómetros/ hora hasta reducir la misma a 8 km durante 6 ½ minutos.

Vale señalar que, de 43 misiones enviadas a Marte, a destino llegaron 18, con una tasa de éxito de 40%. Una vez amartizada, la nave, con carga completa de combustible y con un peso de 360 kilos – casi igual que una moto Harley Davison-, una investigación geodésica y sísmica, utilizando como instrumento central un sismógrafo y un sismómetro de detección de terremotos que fue fabricado en la Agencia Espacial Francesa (CUES), en base a seis sensores de extrema sensibilidad para reversar temblores pequeños de Marte, así como impactos de meteoros y la posible actividad volcánica.

El estudio de la sismología permitió explicitar mucho sobre la formación de la Tierra, hace 4.500 millones de años, pero gran cantidad de información se perdió con el reciclaje de la corteza terrestre, impulsado por el movimiento tectónico de las placas.

“Automartillado”

Felizmente, este proceso no existe en Marte por lo que se ve favorecida la sonda de la nave que se denomina “automartillado”, que puede excavar hasta 5 metros para precisar las temperaturas bajo tierra en Marte y la cantidad de calor que se fuga de su interior.

En su momento, el escudo protector de la nave ayudó a protegerla del ingreso a la atmósfera del planeta cuando descendió en Siuimplanitia, que la NASA considera “el mayor estacionamiento de Marte” Luego de más de 5 horas de estadía en la planicie, la nave confirma a la Tierra el despliegue de su equipo.

El objetivo final de todo el proceso de investigación aludido es comprender el pasado del planeta rojo y sus potenciales condiciones de habitabilidad, a la vez que detectar la cantidad de agua existente, el material orgánico y las fuentes de energía disponibles.

Es tan minucioso el trabajo que se hace que se tardó 4 años para hacer una publicación sobre la existencia de gas metano en Marte, lo que indica actividad biológica. El descubrimiento cambió la forma de explorar a Marte en la Tierra. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com

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