En medio de la controversia por el anuncio del Gobierno nacional de expropiar la cerealera Vicentín, que se encuentra actualmente en concurso preventivo de acreedores, Héctor Vicentín, hijo de uno de los fundadores de esta cerealera nacida en Avellaneda, en el norte santafesino, dijo sin pelos en la lengua que “la política del Gobierno es directamente expropiar no sólo Vicentín, sino muchas empresas, y apropiarse del negocio de la comercialización de granos en el país”.
Este ex directivo y actual accionista de la empresa rompió el silencio este martes en declaraciones a Radio 2 de Rosario, donde reconoció “errores” de la gestión de la firma, pero afirmó no tener “nada que ocultar” y aseguró que el gobierno busca expropiar más de una empresa del sector para reponer la idea de la Junta Nacional de Granos, desaparecida en los años 90 durante la gestión presidencial del peronista Carlos Menem.
“La política del Gobierno es directamente expropiar no solo Vicentín, sino muchas empresas y apropiarse del negocio de la comercialización de granos en el país. Para mí el objetivo es bastante claro y ha empezado por nosotros lamentablemente”, aseveró Vicentín, en momentos en que participaba de una caravana de automóviles en la citada ciudad del norte provincial en contra la expropiación de la firma.
“Quizás no sea muy simpático para los productores hablar de la Junta Nacional de Granos porque la experiencia fue nefasta”, precisó Vicentín, pero “el Gobierno busca apropiarse de la comercialización de granos y Vicentín es una empresa importante”.
El accionista del grupo que declaró la cesación de pagos en diciembre pasado por una deuda de 1.350 millones de dólares y dejó sin cobrar a 2.600 acreedores (más de 1.800 son productores y cooperativas de la región) defendió también la forma en que Vicentín se endeudó con el Banco Nación por 300 millones de dólares.
“Soy ingeniero y no abogado y los por menores no los conozco, pero Vicentín facturó 4.500 millones de dólares, todo de exportación que es entrada de divisas, y por el Banco Nación pasó más de las mitad de esos dólares y cobró sus intereses a 8 por ciento (unos dos mil y pico de millones de dólares)”, sostuvo.
Negó que durante la gestión macrista haya recibido 150 millones de dólares, buena parte de forma ilegal y cuando el gobierno anterior ya estaba por dejar el mando.
“No es así, la asistencia crediticia para prefinanciar expropiaciones viene de hace un montón de años. Durante el Gobierno de Cristina, Vicentín recibió más asistencia crediticia que durante el gobierno de Macri”, recordó, para luego sostener: “Que lástima que no puedo explicar técnicamente el tema”.
También destacó que “los activos de Vicentín están intactos y alcanzan para pagar la deuda”, para luego afirmar que los bienes totales de la firma superan los 2.000 millones de dólares.
“No tenemos nada que ocultar”
Sobre la polémica venta del puerto de Renova en Timbúes, realizada días antes de la declaración de “estrés financiero”, Héctor Vicentín aseguró que la empresa era socia de Glencore (multinacional de origen suizo) y de Molinos Río de la Plata. Esa última firma decidió vender su tercio en partes iguales.
Vicentín recibió un crédito para financiar esa compra a través de Vicentín Uruguay. Con la venta de esas acciones de Renova (16,6%) a Glencore en diciembre pasado, la cerealera nacional canceló esa deuda “y el resto lo utilizamos para pagar a productores; eso está perfectamente aclarado y documentado”, dijo el accionista.
“Eso está a la vista de todo el mundo, no tenemos nada que ocultar. Si en algún momento alguno de los directores tiene algo que ocultar, quédese tranquilo que los accionistas de Vicentín van a ir a la Justicia para que las cosas se aclaren. Aunque sea el presidente del directorio”, respondió.
Contra la intervención y expropiación
Tras afirmar Vicentín que la intervención y expropiación «son ilegales», manifestó que este martes «los abogados de la empresa realizan una presentación judicial, un recurso de amparo de Vicentín contra la intervención del gobierno». Este acto de defensa de los bienes de la empresa ante el esfuerzo estatal de expropiarla alegando “soberanía alimentaria”, fue acompañada por una caravana de decenas de vehículos por distintas calles de la norteña ciudad de Avellaneda. (Jackemate.com)