Por Jorge Metz (*)
La Reserva Naval sirve al propósito de completar, cuando se disponga, los efectivos del cuadro permanente de la Armada. Estará destinada para su empleo inmediato y recibirá alistamiento permanente, de forma que permita cubrir, sin demora, los cargos y puestos que fueran necesarios por funciones derivadas del servicio naval, en situaciones de guerra, crisis o emergencias locales, nacionales o de misiones internacionales.
No proveniente del cuadro permanente: compuesto por el personal del Servicio Militar Obligatorio y, el actual, Voluntario; los egresados de los liceos navales y de las escuelas de la Marina Mercante; y todo ciudadano argentino que sin haber cumplido con el Servicio Militar obtenga títulos, aptitudes o especializaciones calificadas para integrar la Reserva Naval, con un grado de oficial o suboficial, para el eventual caso de convocatoria.
El desarrollo y actividad de la Marina Mercante en la República Argentina actualmente depende del Ministerio de Transporte de la Nación, aunque existe sujeción de la Armada y Prefectura en tiempos que la ligan a los Ministerios de Defensa y Seguridad respectivamente.
En vista de los convenios internacionales y sus enmiendas aprobados por la Organización Marítima Internacional (OMI), agencia especializada de las Naciones Unidas, de los cuales nuestro país es signatario, resultaba imprescindible actualizar el sistema de formación, capacitación y titulación del personal embarcado de la Marina Mercante, a fin de adecuarlo a los cambios tecnológicos operados en los buques que determinan nuevos requerimientos de formación y titulación para poder obtener empleo a bordo.
Es de destacar que en el gobierno anterior fue la primera vez en toda la historia de nuestro país que un equipo de profesionales marinos mercantes egresados de esta escuela completaron las funciones en la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la Nación (SSPVNMM).
Lo hicieron desde el máximo rango de autoridad de aplicación, pasando por las Direcciones Nacionales hasta los asesores rentados y ad honorem. Nunca estuvimos tan cerca de lograr este cambio en nuestra marina mercante, a partir del nuevo Régimen de Formación del Personal Embarcado RETIMMAR. Nunca estuvimos tan cerca de una Escuela Nacional de Náutica civil dependiente de la SSPVNMM.
De nuestro lado tenemos la correspondiente autocrítica: fallaron los facilitadores del gobierno que intervinieron ante la Armada. También algún sector gremial operó en contra de estos intereses.
Después de mucho esfuerzo para el consenso entre las partes involucradas se publicó Res 390/19 Apertura al procedimiento elaboración participativa de normas sobre el Proyecto de adecuación del REFOCAPEMM. Obra monumental para la adecuación de la legislación nacional a las normas OMI actualizadas STCW 95 Manila y STCW-P Pesca denominado RETIMMAR a estándares internacionales de formación, entrenamiento y titulación, re jerarquización de la SSPYVNMM y armonización de normas PNA y la Armada Argentina.
Mantenemos la esperanza para que se valore y reconozca el trabajo realizado a pesar del tremendo lobby de los que perdían privilegios durante una impecable gestión 2015/2019!!!
Saben, en el conflicto participaron para Argentina ciudadanos de otras nacionalidades justamente entre los Marinos Mercantes Argentinos. No personal de la Armada o Reservistas Navales sino extranjeros.
La Armada solo después de una guerra judicial de más de 15 años reconoció a 33 buques (y sus tripulantes, obvio). Pero la verdad es que los que recibieron órdenes de la Armada para cumplir misiones de guerra fueron cerca de 60 buques, más de 2000 colegas Marinos Mercantes y entre ellos casi un centenar de extranjeros… todo eso permanece en la vergonzosa niebla del olvido en la historia.
Se conoce poco de la participación de los marinos mercantes
Horacio-Guillermo Vázquez Rivarola y de su investigación en Prefectura Naval Argentina en el Archivo General los Roles de cada embarcación y en la Sede de los Prontuarios y del Archivo de Transportes Navales para su Libro logro la siguiente información documentada.
Más de 100 extranjeros participaron del conflicto: 78 españoles (entre ellos 22 que eran residente en su país y fueron forzados a ir a la guerra); 15 italianos; 4 paraguayos; 2 uruguayos; 2 franceses (1 era buzo); 1 estadounidense (argentino nacido en Nueva York oficial del B/M Formosa); 1 ecuatoriano; 1 boliviano; 1 caboverdiano (constatado. Se cree que son más) y 1 libanés…
Entre los españoles todos menos 5 eran gallegos y entre ellos la mayoría eran coruñeses de Finisterre (los otros eran 2 vascos; 1 andaluz; 1 castellano y 1 leonés).
Los 22 que fueron forzados eran tripulantes del pesquero Usurbil propiedad de una empresa española. El buque zarpó con el agregado de un militar (que para peor ni figuraba en el rol como la mayoría de los “coordinadores militares” embarcados) que, cuando anunció a la tripulación que iban a la guerra, los españoles (no eran inmigrantes residentes en Argentina como los otros; sino españoles nativos y residentes en su país que habían venido contratados por su empresa) se negaron. Los llevaron a la fuerza…
Salieron varios artículos periodísticos en España sobre este tema que acá nunca se supo. De los 16 marinos mercantes muertos en Malvinas, 2 eran extranjeros. Los 2 españoles: el marinero gallego Manuel Oliveira, nacido en Finisterre y el cocinero Rafael Luzardo, nacido en Puerto de La Luz, Islas Canarias. Ambos murieron en el hundimiento del transporte naval mercante Isla de los Estados el 10 de mayo de 1982. (Jackemate.com)
(*) Capitán de Ultramar – Ex Subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante Nacional