Hora local en Rosario:
Comparte este Articulo...

 

 

 

 

Por Ricardo Marconi (*)

Vale recordar el ofrecimiento del expresidente Carlos Saúl Menem a la Fundación Nacional Cubano Americana de Jorge Mas Canosa para llevar adelante una operación de la CIA y el narcotráfico en el que habría intervenido el ex agente de inteligencia Félix Rodríguez, uno de los ejecutores del “Che” Guevara en Bolivia.

Menem se había comprometido a fundar en Argentina una Policía Internacional, con base en la Organización de Estados Americanos para garantizar mayor seguridad continental en el terreno del tráfico global de drogas.

Fue el incriminado traficante Jorge Morales el que habría revelado a la DEA, -actualmente conducida por Anne Milgran-, un pacto con el sistema judicial norteamericano, a través de la fiscalía, para aliviar su condena. Morales había sido buscado por años por la DEA en Miami y detenido en 1986.

La defensa del buscado lo hizo declarar al ex director de la Central de Inteligencia Americana William Casey; al ex secretario de Estado George Shultz y al expresidente George Bush.

Morales, que no aceptaba ser considerado como traficante de drogas ilegales, sino contrabandista de dinero y provisiones a los Contras, admitió haber recibido en 1984 a dos agentes de la CIA que le propusieron un negocio: Arreglar sus problemas legales –esto es un proceso por contrabando de marihuana-, si aceptaba  transportar armas para los Contras y, al regresar a Estados Unidos, como contraprestación, se le permitiría  llevar consigo cargamentos de cocaína sin problemas, a la vez que se le otorgaría una parte de las ganancias para los Contras, en el marco de una estrategia que se denominaría: “Drogas por armas”.

Jorge Mas Canosa influyó en la vida política norteamericana desde su ‘Little Habana’

Morales agregó –siempre a través de sus abogados-, que durante 18 meses llevó aviones cargados de armas de los aeropuertos Executive, de Fort Lauderdale y de uno cercano a la ciudad de Miami hasta El Salvador, Honduras y Costa Rica, para traerse toneladas de cocaína. Los contras-hizo saber Morales por medio de sus representantes legales-, que los Contras recibieron 4,5 millones de dólares.

Obviamente, la operación habría tenido el visto bueno de la CIA, del Departamento de Estado y de la Casa Banca, a lo que hay que agregar que, en mayor de 1984, incluso, le habían agendado un encuentro con el mismísimo Bush.

Pero la reunión fue postergada cuando la Casa Blanca comprobó el afán con que la DEA perseguía a Morales, quien comenzó a “recordar nombres”, entre ellos el del referido Rodríguez, un cubano exiliado en 1961 que habría trabajado para la inteligencia estadounidense en Centroamérica asesorando a regímenes militares en Brasil y Uruguay.

Contratos irregulares de la DEA

En nuestra anterior columna hicimos referencia a las implicancias de la comercialización clandestina e ilegal de fentanilo, que ha generado una crisis interna en la DEA por no investigar debidamente respecto de dicha droga que se cobra más de 100.000 muertes por sobredosis al año y que la titular de la DEA consideró como “la amenaza de narcóticos más letal que nuestro país ha enfrentado en su historia”.

En la presente columna dimos cuenta de dichos antecedentes desconocidos para los que no siguen habitualmente temas relacionados con el tráfico de drogas a nivel global, como introducción a informaciones de una agencia internacional de noticias que dio a conocer, en las últimas horas que, un auditor federal inició una indagación sobre la DEA por otorgar indebidamente contratos millonarios, por adjudicación directa, a sus antiguos colegas.

El inspector general del Departamento de Justicia de EE.UU. investiga un contrato para realizar “planeación y comunicación estratégica” para reclutar a personas que Milgram conoció cuando era fiscal general de Nueva Jersey y profesora de Derecho de la Universidad de Nueva York.

Ha trascendido que, al menos, una docena de personas han sido beneficiadas con esos contratos, incluidos “algunos del círculo cercano a la titular de la DEA”, quienes manejan datos de inteligencia, análisis de datos y poseen suficientes relaciones públicas.

Esos tipos de trabajo deben realizarse con autorizaciones especiales de funcionarios del área de seguridad de primer nivel para que los desempeñen los 9.000 empleados de la DEA.

Otro pago millonario 

El auditor también indaga sobre un pago de 4 millones de dólares a un despacho de abogados de Washington por la realización de un análisis reciente de las escandalosas operaciones de la DEA en el extranjero, criticado por desestimar casos de mala conducta de agentes.

Se dice que el análisis fue hecho por un agente cercano a la jefa de la DEA, de apellido Johnson, que había sido mano derecha de uno de los amigos de Milgram: Preet Bhara, cuando fue fiscal federal de Nueva York, el que había logrado tener un puesto en el despacho, al mismo tiempo en que realizaba la revisión.

Hay que señalar que está prohibido que os contratistas desempeñen “funciones que correspondan al gobierno”, como dirigir a empleados federales.

Detalles de la investigación fueron aportados por personas que compartieron documentos sobre los contratos, con la condición de que se mantuviera el anonimato y si todo esto se comprueba fehacientemente, puede surgir la decisión de aplicar sanciones administrativas o acusaciones penales. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

Déjanos tu Comentario
Comparte este Articulo...