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Por Ricardo Marconi (*)

La CIA comenzó a dar cuenta del apoyo informativo que entregó a agentes del Mossad, en el que se daba cuenta de la posibilidad de que se generaran episodios de violencia iniciados por el grupo Hamas. Lo hizo a través de dos informes clasificados que Israel le entregó a la comunidad de inteligencia estadounidense  en los que se hacía referencia al inicio probable de un conflicto palestino-israelí.

En el segundo de los informes que se les entregó a los espías israelíes el 28 de setiembre pasado se habría hecho referencia a que Hamas estaba preparando la intensificación de  ataques con cohetes a través de la frontera.

Un “cable” de la CIA del 5 de octubre –conocido por la agencia de noticias CNN-, advertía la creciente posibilidad de violencia por parte de Hamas y el 6 de octubre -un día antes del atentado-, funcionarios estadounidenses difundieron información procedente de Israel que indicaba una actividad “inusual” por parte del grupo terrorista mencionado. Era evidente que el atentado era inminente.

Ninguna de los datos logrado por la CIA estadounidense ofrecía detalles tácticos o indicaciones del abrumador alcance, escala y brutalidad de la operación que Hamas llevó a cabo el 7 de octubre.

Israel, Gaza y la ribera occidental también figuraban en una lista de «puntos calientes» que se incluyen habitualmente en las sesiones informativas de los servicios de inteligencia dirigidas a altos funcionarios, según un funcionario que recibe los resultados de dichas reuniones.

Las evaluaciones habituales son redactadas por la comunidad de inteligencia para informar a los responsables políticos y posibilitar que tomen decisiones. Y en primer lugar, son comunicadas, a primera hora, por un responsable de la CIA al presidente norteamericano con las sugerencias del Estado Mayor.

«El problema es que nada de esto es nuevo», dijo una de las fuentes familiarizadas con la información, según la agencia de noticias internacional. “Esto es algo que históricamente ha sido la norma entre Hamas e Israel. Creo que lo que ha ocurrido es que todo el mundo vio estos informes y se quedó en plan: ‘Sí, claro, pero ya sabemos cómo será esto'».

En este caso puntual, las valoraciones formaron parte de una oleada de advertencias de alto nivel dirigidas al gobierno de Biden tanto por su propia comunidad de inteligencia, como por sus aliados de Cercano Oriente a lo largo del año pasado, lo que suscitó dudas sobre si Estados Unidos e Israel estaban debidamente sensibilizados ante el riesgo.

Movimiento militar 

Tanques israelíes se movieron ayer jueves, cerca de la frontera de Gaza, mientras el ejército israelí desplegaba vehículos militares alrededor de Gaza al mismo tiempo.

Un alto funcionario de un país árabe de la región afirmó que su país había planteado repetidamente a funcionarios estadounidenses e israelíes su preocupación por el hecho de que la ira palestina estuviera alcanzando un nivel peligroso. «Pero nunca escucharon cada vez que les advertimos», dijo el funcionario, quien optó por solicitar que no se lo identificara.

Un embajador de Medio Oriente en Washington también declaró a CNN que su gobierno había advertido en repetidas ocasiones a la Casa Blanca y a los servicios de inteligencia estadounidenses de la acumulación de armas de Hamas y de la furia entre los palestinos, que estaba a punto de estallar.

«Las armas que existen en Gaza están más allá de la imaginación de cualquiera», advirtieron, según el embajador. «Las armas que existen en la ribera occidental, a través de Hamas, también se están convirtiendo en un problema real y el control de Hamas sobre ese territorio es un problema real».

En febrero pasado, el director de la CIA, Bill Burns, dijo ante una audiencia en la Escuela de Servicio Exterior de Georgetown que estaba «bastante preocupado por las perspectivas de una fragilidad aún mayor y una violencia aún mayor entre israelíes y palestinos».

Las dos agencias de inteligencia inmersa en un conflicto regional que puede desmadrarse

«Yo no llegaría a la conclusión de que la comunidad de inteligencia no estaba siguiendo esto desde un nivel estratégico, de hecho lo estaban haciendo», dijo otro funcionario estadounidense a la prensa.

Cruce mortal de la frontera israelí 

Las advertencias estratégicas no ayudaron en nada a los funcionarios estadounidenses e israelíes a predecir los acontecimientos del 7 de octubre, cuando más de 1.000 combatientes de Hamas cruzaron la frontera con Israel en una operación que dejaría más de 1.000 israelíes muertos.

Para la mayoría de los funcionarios estadounidenses e israelíes que seguían la información de inteligencia, la expectativa era que probablemente solo se produciría otra ronda de violencia a pequeña escala por parte de Hamas, tal vez algunos disparos de cohetes que el Domo de Hierro de Israel interceptaría, explicó una fuente familiarizada con la información de inteligencia.

«Si hubiéramos sabido o supiéramos de un ataque inminente contra un aliado, informaríamos claramente a ese aliado», dijo este viernes el secretario de Defensa, Lloyd Austin. 

Altos funcionarios del gobierno de Biden, así como actuales y antiguos responsables de los servicios de inteligencia, siguen afirmando que siguen centrados en la crisis actual e insisten en que es demasiado pronto para revisar cómo se pasó por alto el plan de un ataque tan masivo sobre el que se informó en esta columna.

En función de lo señalado funcionarios y los servicios de inteligencia, así como legisladores estadounidenses rechazaron la idea de que la falta de advertencia táctica del ataque fuera responsabilidad de Estados Unidos, porque gran parte de la información de los servicios de inteligencia estadounidenses sobre Gaza procedía de Israel. 

Otra fuente familiarizada con los servicios de inteligencia resumió la opinión de Estados Unidos: «Israel no vio las señales de esto, no nosotros. Tenemos un nivel de confianza en el Shin Bet, las FDI y el Mossad». El diario The New York Times también dio a conocer la existencia de algunos de los informes, los que no habrían sido comunicados al presidente Joe Biden.

Desde la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y la CIA declinaron hacer comentarios. «No hubo ninguna información que advirtiera del ataque terrorista con anticipación», dijo un funcionario del gobierno de Biden.

Incapacidad por las señales perdidas 

Basándose en las conversaciones mantenidas con docenas de funcionarios y exfuncionarios de los servicios de inteligencia, el Ejército y el Congreso, los funcionarios y legisladores estadounidenses coincidieron –según trascendió-, en que la incapacidad de Israel para predecir la explosión de ira latente en Gaza se debió principalmente a la falta de imaginación. 

Es probable que Hamas ocultara la operación mediante medidas de contraespionaje a la antigua usanza, como la celebración de reuniones de planificación en persona y el bloqueo de las comunicaciones digitales cuyas señales pueden rastrear los israelíes.

Los funcionarios estadounidenses también creen que Israel se había vuelto confiado respecto a la amenaza que suponía Hamas y no reconoció los indicadores clave de que el grupo estaba planeando una operación a gran escala.

Se nos dice, como versión confiable, que los funcionarios israelíes no reconocieron los ejercicios rutinarios de entrenamiento de Hamas como una señal de que el grupo estaba preparando un ataque inminente.

Una investigación periodística hizo referencia a que los combatientes se entrenaron para el ataque en al menos seis lugares de Gaza, incluido uno situado a menos de un kilómetro y medio de la frontera con Israel. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

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