Por Ricardo Marconi (*)
No es necesario que el presidente de Estados Unidos Joe Biden afirme que una invasión militar a Ucrania, por parte de Rusia, “tendrá un elevado costo humano y económico para los atacantes”. Es una afirmación elemental para el titular del Ejecutivo de una potencia mundial. Admito desde ya que, desde el lugar de una declaración política, pueda decir que “será un desastre para Rusia”, si Putin decide ocupar militarmente Ucrania.
Biden agregó: “Nuestros aliados y socios están listos para imponer costos severos y significativos que devastarán a la economía de Rusia”, en el marco de una conferencia de prensa dada con motivo de exponer un balance del primer año de su gestión.
Incluso, hizo hincapié en que “Rusia pagará por no poder hacer transacciones económicas en dólares” y agregó: “Rusia será un infierno”.
El presidente estadounidense apuntó que Putin “deberá darse cuenta de que está cerca de un conflicto nuclear y no está en una buena posición para dominar al mundo. Debe desescalar la crisis mediante la diplomacia o confrontar y soportar las consecuencias”, remarcó.
El Ejecutivo luego descartó que “Putin quiera una guerra contra Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aunque intentará llevar adelante una presión importante”.
Biden ratificó su ayuda a los aliados de la OTAN en el Este de Europa. Es más, ya envió 600 millones de dólares en equipamiento sofisticado para defensa de los ucranianos, a la vez que consideró que “hay espacio para una negociación, aunque Putin pide a Ucrania no sea parte de la OTAN”.
Putin, a todo esto, ha señalado que no quiere “ninguna sede de armas estratégicas de la OTAN en Ucrania y Biden respondió que “Cada uno elige con quien quiere estar”.
Viaje urgente
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken viajó a Kiev para bregar por la vía pacífica para terminar con la crisis, mostrando así un apoyo al gobierno del presidente ucraniano Volodimir Zelensky.
Advirtió el funcionario de primer nivel que “Rusia concentró casi 100.000 soldados en la frontera con ucrania y esa cifra podría llegar a duplicarse en pocos días. La explicación -que nadie les cree a los rusos en Bielorrusia-, es que el movimiento militar se hizo para realizar “maniobras militares” y quien esto escribe se toma la licencia de agregar que “son innecesarias y solo sirven para demostrar estar dispuesta Rusia a presionar a Washington.
Blinken, cabe subrayarlo, desde Kiev viajará a Berlín, donde se reunirá con los aliados, esto es el Reino Unido, Francia y Alemania para exponer la posición unida de las potencias occidentales y tras ello mantendrá un encuentro con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en Ginebra, el paraíso del espionaje internacional.
Lavrov, se estima en ámbitos diplomáticos “hará el papel de inaccesible”, debido a que le constará volverse atrás en sus negociaciones con Occidente hasta que no reciba una respuesta por escrito a las demandas rusas, entre la que se cuenta la limitación de actividades militares en países del antiguo “Pacto de Varsovia” y por otra razón que ha comenzado a trascender internacionalmente: Rusia estaría siendo apoyado por China.
Rusia agudiza la tensión con Ucrania
Tanques, cazas y misiles de alta potencia destructiva, desde hace ya 48 horas, se desplegaron en la zona caliente del mapa europeo que nos ocupa.
La Unión Europea advirtió sobre las ya indicadas sanciones económicas y financieras en caso de ocupación territorial y Putin desoye el consejo, ya que piensa sólo en una victoria militar y territorial que le proporcionaría votos entre sus electores nacionalistas.
Un alto funcionario ruso descartó nuevas reuniones con EE. UU. y la OTAN hasta que Ucrania, Georgia, Suecia y Finlandia no dejen claro que no se sumarán a la referida organización.
Esas naciones están bajo amenaza militar directa de Rusia y en el caso ucraniano, el referido país tiene parte de su territorio invadido, al igual que Georgia que sufrió una quita similar de territorio luego de una breve guerra con Rusia en 2008.
Es evidente que Rusia está dispuesta a utilizar la fuerza militar, fundamentalmente en las fronteras desde Bielorrusia que permitirían a los rusos iniciar un conflicto armado con Polonia y las repúblicas bálticas.
Los rusos tienen pensado utilizar dos sistemas tierra-aire S-400 y 12 cazas Su-35. Es más, ya han comenzado a ser cargados trenes -que llevan el nombre de ciudades rusas-, con tanques blindados y equipos militares rumbo a la frontera occidental de Rusia.
Ya en una anterior guerra, en 2014, dejó 14.000 ucranianos muertos y separatistas rusos se quedaron con dos provincias orientales de Ucrania.
El aporte del Reino Unido
El Reino Unido tiene previsto enviar misiles antitanques a Ucrania y Alemania, por ahora se negó a aportar armamento debido a que tiene intereses económicos en Rusia como inversionista dese 1991.
En la crisis del 2014, Obama se negó a aportar armas con la excusa de no aportar a una escalada bélica, mientras Putin saltaba de alegría.
Suecia, ante estos episodios, comenzó a enviar tanques al puerto de Gotland, una isla que tiene valor estratégico en el Mar Báltico, ya que advirtió el aumento del movimiento de navíos y aviones rusos en la región donde hay un destacamento militar, al que ya llegaron carros de combate y piezas de artillería, a pedido de Estonia, Letonia y Lituania. “No nos van a encontrar durmiendo la siesta, señaló el ministro sueco de Defensa Peter Hultqvist.
La policía sueca detectó a un dron sobrevolando una de las centrales nucleares de país y el Palacio Real de Estocolmo.
Ya los suecos tuvieron experiencias sensibles con los submarinos y cazabombarderos rusos, por lo que aumentaron su presupuesto de defensa y ello generó un debate sobre la necesidad de ingresar a la OTAN, discusión que ha crecido también en Finlandia. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo Comunicación Política