Estados Unidos y el Reino Unido, durante años, vienen trabajando en forma conjunta, y de manera secreta, en el desarrollo de un Proyecto Negro. Es un programa de defensa militar secreto, obviamente no reconocido por cada uno de los gobiernos involucrados, ni por el personal afectado ni por los contratistas de defensa que cobran millones de dólares y libras esterlinas por trabajar en el mismo
Los programas que nos ocupan violan la transparencia de los gastos de cada uno de los países participantes así como los detallados gastos de la Constitución de los Estados Unidos, esto es la sección 9, cláusula 7 de los denominados “gastos de todo el dinero público”.
Para transparentar sus costos ante los críticos, el Departamento de Defensa estadounidense deja de lado una porción más que importante de sus pagos anuales y lo oculta en su “presupuesto negro”.
Los gastos son subdivididos y de esa manera quienes realizan controles se ven en dificultades para develar cada uno de los trabajos secretos que se desarrollan y el dinero gastado en cada uno de ellos.
Incluso, los afectos a las conspiraciones teorizan, a veces sin datos confiables, sobre el origen de los dineros que se utilizan para financiar los proyectos que se quieren ocultar y que alcanzarían a millones de dólares.
Vale apuntar que un presupuesto negro es obtenido del ingreso total de un país por una corporación, una sociedad o por un Departamento Nacional estatal y por lo general es destinado a cubrir gastos relacionados con una investigación militar y se halla bajo la órbita de la seguridad nacional.
Según el analista de inteligencia Philips Schneider, la Base de Dulce, en Nueva México y el Área 51, en Groom Lake, estado de Nevada, son cubiertos por los programas negros para financiar sus costos por un valor estimado en 40 mil millones de dólares, aunque muchos críticos afirman que la cifra en juego es muchísimo más alta, siendo canalizados a través del área de inteligencia del Departamento de Defensa, en este caso del gobierno de Donald Trump.
Si los costos superan los valores presupuestados, se realizan ampliaciones presupuestarias secretas para que los contratistas federales avancen sobre las fronteras de la guerra a través de aviones más avanzados, armas de corto y largo alcance y satélites espías.
Steve Aftergood, en su momento director del Project on Govermment Screcy for the Federation of American Scientist señaló que “el problema inmediato con presupuestos negros, es que se pierde un alto grado de supervisión y rendición de cuentas. En el peor de los casos se produce un abuso de poder”.
Proyectos que dejaron de ser secretos
Entre los proyectos que dejaron de ser secretos figuran los desarrollo de los programas negros B-2 Sprit Stealth Bomber, Boeing Bird of Prey, F-117 Nighthawh Stealth Fighter, KH-11, SR-71 Blackbird, YF-23A Programa de Táctica Avanzada de Combate, LockheedU-2, Lockheed Martin Polecat, Norhop Tacit Blue y la denominada Operation Cyclone.
Proyectos secretos actuales
La nómina de los proyectos negros actuales se conforma con el avión hipersónico SR91 Aurora, el KH-13 Satélite espía, el avión de reconocimiento en gran altitud RQ3 Dark Star y el TR-3A Black Manta, un presunto avión con formato triangular subsónico con propulsión de plasma.(1)
Argentina, con motivo de la reunión del G20, es muy posible que haya recibido blindados y motos de China, helicópteros de Francia e Italia, por donación en algunos casos, de armamento que formaran parte de investigaciones realizadas con fondos secretos.
En esa oportunidad China dono equipos de seguridad por 18,3 millones de dólares para la cumbre -40 trajes de protección antiexpolosivos, 87 detectores de doble sensor para minas, drogas, cables y dispositivos electrónicos, así como un kit antiexplosivo con equipo para remociones a distancia y videoscopios; mientras que los estadounidenses entregaron 400 mil dólares en equipos de atención médica y de campaña, mientras que los israelíes –hicieron aportes sobre ciber defensa, ya que nos vendieron por 5,2 millones de dólares junto a dos lanchas artilladas-, franceses e italianos aportaron lo suyo. Italia nos entregó un helicóptero Augusta 169.
Quien esto escribe pudo saber que las lanchas israelíes son utilizadas por guardacostas en la Hidrovía, aunque hay que dejar claro que Argentina, ya fuera del marco de proyectos negros, habría adquirido a Francia aviones Super Etendard, que tantas satisfacciones nos dieron contra la Task Force que los ingleses enviaron a Malvinas, junto a un helicóptero Airbus 145.
El SR-91 Aurora
Para muestra de lo que resulta del aporte de fondos secretos aportaremos data sobre el SR-91 Aurora, utilizado por la Agencia Central de Inteligencia y la agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) de Estados Unidos.
Es un hipotético avión de reconocimiento que sería capaz de volar a velocidades hipersónicas superiores a Mach 5 y que fuera desarrollado en la década del 90 como reemplazo del SR-71 Blackbird.
Hay especialistas que sostienen que el proyecto Aurora -anunciado por error en el presupuesto de 1985-, luego fue reemplazo por aviones no tripulados con una asignación de 455 millones de dólares en 1987 para la producción del avión, ya que se había concluido la investigación y el desarrollo
La financiación finalmente alcanzó a 2.300 millones de la misma moneda, de acuerdo a un documento obtenido por Aviation Week.
Ben Rich, un exdirector de Lockheed Skunk Work, sostiene que Aurora fue el nombre clave para el financiamiento del B-52 Spirit y que como proyecto no llegó a existir. La compañía de Desarrollo avanzado Lockheed sería la financiadora final del programa.
Contraposiciones y correlaciones
Otros especialista en aviación y seguidores de proyectos “oscuros” aseguran que los únicos proyectos negros de desarrollo –según admitieron a regañadientes-, fueron los desarrollos del U-2R y F-117 Nighthawh y que, al menos se gastaron en el gobierno norteamericano 2.270 millones de dólares.
La nave habría realizado un primer vuelo en 1989 y que hasta 1992 FUE “extensivamente prototipeada”.
También se conocieron versiones de que existiría una correlación entre el proyecto conocido como HOTOL –Horizontal Take Off and Landing (Despegue y aterrizaje horizontal)-, para viajes internacionales como proyecto civil, pero fue cancelado por falta de financiamiento del gobierno británico.
Sin embargo, cabe subrayar que existen correlaciones con el supuesto proyecto Aurora en lo atinente a la velocidad crucero y velocidades crucero, sobrepasando el Mach 7, lo que convertiría a HOTOL en una plataforma de reconocimiento “negra”.
Durante la guerra en Yugoslavia (1992) muchos pilotos militares avistaron en vuelo a “un triángulo negro” secreto con capacidad hipersónica por encima de la barrera del sonido, motivo por el cual se detectaron explosiones sónica inusuales en el sur de California en 1991, lográndose grabar, al menos, en cinco casos por medio de los sismómetros del US Geological Survey, a través del sur de California –se utilizan para localizar con precisión los epicentros de los terremotos-.
Sismólogos estimaron que el o los aviones detectados volaron a velocidades Mach 3 y 4 (3700-4830 kim/h) a alturas de 8 y 10 kilómetros, respectivamente., en dirección norte-noreste, consistente con la ruta hacia campos de pruebas secretas en Nevada.
Esos mismos sismólogos no tienen dudas en que las explosiones sónicas eran compatibles con un vehículo más pequeño que un transbordador espacial que mide 37 metros de largo. Luego comprobaron que tampoco se utilizó en prueba operativa el transbordador, ni el único SR-71 B de la NASA. Terminaron suponiendo que era una prueba secreta del Aurora.
Don Maglieri, un experto en explosiones sónicas de la NASA, , subrayó que el 3 de julio de 1992 "concluyó que a 90 mil pies de altura , hubo una explosión entre mach 4 y 5”.
La conexión escocesa
Luego pudo saberse que el Aurora estuvo aterrizando y despegando de la Base Aérea Machrihanish, del Reino Unido en la Península de Kintyre, utilizando una rampa que se utilizó para el despegue de bombarderos durante la Guerra Fría, antes de que fuera cedida a la Armada de Estados Unidos, que la utilizó como base para sus SEAL hasta 1995.
Como características generales de la nave pueden mencionarse datos tales como:
Tripulación: 2 (1 piloto y un reconocedor del sistemas); longitud: 35 metros; envergadura: 20 metros; pesos máximo de despegue: 71.215 kilos y planta motriz: 4 turbofáns de postcombustión, cuyo empuje es desconocido; velocidad máxima: Mach 8 en altitud y techo de vuelo: 40000 metros.
Posee cámaras, sensores infrarrojos y sensores de reconocimiento.
El TR-3 secreto
Es un supuesto avión espía subsónico de tecnología furtiva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que, al parecer, se utilizó en la Guerra del Golfo para brindar láser de guiado a bombarderos F-117 Nighthawk.
El Black Manta –como se lo conoce-, al parecer posee tecnología antigravedad y es impulsado por energía nuclear.
Habría sido utilizado para explorar el espacio profundo sin poner pie en algún planeta Su forma triangular fue descrita por Edgar Fouché a finales de la década del 90, oportunidad en la que se dan detalles de su funcionamiento y capacidades de alta tecnología.
Su velocidad alcanzaría hasta 8.5 Mach y su techo máximo es de 20.000 metros de altura con una envergadura es de 37.5 metros de largo.
Expediente X
Para concluir, a modo de “aporte de color”, podemos señalar que el Aurora se ha ganado un halo de misterio fantasioso que alcanzó a la ficción de programas de televisión como el de la temporada 6, capítulo 5 en que la nave causa un accidente, alterando el espacio-tiempo y provocando que el agente Mulder intercambie el cuerpo con un agente que trabaja en el Área 51. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com
Fuentes: Propias; Eduardo Real: Zbigniew Brzezinski, Defeated by his Success; Ignacio Roncorini