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Por Ricardo Marconi (*)

El transero José Matías “Tucu” Ruiz, en una decisión que en el mundo de los narcotraficantes suena a increíble, declinó ser el conductor de los sicarios de Los Monos, en razón que no compartía el accionar de los mismos en Rosario. Ruiz estuvo preso en el penal de Marcos Paz, donde según las escuchas judicializadas habría acordado lazos de relación con una banda de narcos.  Su pareja le “aconsejó” no ingresar para conducir el accionar de los sicarios.

En el 2022 la fiscalía de Santa Fe solicitó que el “Tucu” y su pareja fueran enviados a juicio por comerciar estupefacientes, luego de que se le secuestraran algo más de 100 gramos de cocaína.

Las escuchas solicitadas por un fiscal, a partir de una denuncia anónima al Juzgado Federal de Morón, permitieron establecer que Ruiz aprovechaba las autorizaciones de salidas transitorias del penal aludido para comerciar cocaína en un sector del conurbano bonaerense y en Capital Federal.

El anónimo indicaba que la gente de el “Guille” Cantero –jefe máximo de Los Monos, también alojado en Marcos Paz-, le proveía la droga.

El “Tucu” había sido puesto tras las rejas en marzo de 2021 para que cumpliera una condena de cuatro años por ser responsable de poseer estupefacientes con fines de comercialización, logrando para abril del 2022, salidas transitorias destinadas a afianzar y optimizar sus lazos familiares y sociales, fundamentalmente con su pareja Stefanía Peñaloza.

Salidas autorizadas

Se le concedieron, en principio, dos salidas mensuales: Una de 24 horas, bajo la responsabilidad de Peñaloza y posteriormente otra de 48 horas bajo palabra de honor.

En junio se le ampliaron las ventajas que incluían una salida mensual de 72 horas, tiempo en el que debía “evitar relacionarse con personas vinculadas al expendio o consumo de estupefacientes”.

En octubre a Ruiz se le valoró su “proyección laboral y habitacional, así como su contención familiar ante un eventual egreso”, por lo que se resolvió otorgarle la libertad asistida.

A todo esto, el fiscal como funcionario del Ministerio Público afirmó que “Ruiz “hizo todo lo contrario”, ya que no sólo construyó lazos de naturaleza delictiva” con Los Monos, sino que además “llevó a cabo una serie de acontecimientos de la misma naturaleza de aquellos que justificaron la imposición de una sanción penal”.

Las escuchas determinantes

Las grabaciones telefónicas permitieron determinar que el 30 de setiembre lo escucharon al “Tucu” en una conversación con un interlocutor al que mencionaba como “Tordo” y en ese diálogo no reparó en autodefinirse como “delincuente. Toda mi vida fui delincuente, yo ando matando gente, tirando tiros, vendo droga, robo”.

Más adelante, en su diálogo afirmó: “Voy a llevar dos 9 m.m. más; los vamos a afeitar. Yo no quiero agarrar un fierro porque yo sé lo que hago, bolu”.

En otra escucha judicial, con un tal Héctor, en noviembre “Tucu” afirmó que, tras “no tener un peso” y, luego de salir de Marcos Paz, “ya controlaba la mitad de Santa Fe” donde el mundillo narco “se pelea por dale una mano”.

Fue en ese diálogo que confesó, según las escuchas, declinar ser “jefe de sicarios” del clan Cantero, ya que “Los wachos están haciendo cualquiera en Rosario”,

“Quieren un vago grande que no se drogue”, le señaló Ruiz a Héctor y no justificó que “los pibes de Rosario quieran meter corte mafia a todos los penales”.

En la página web de Rosario 3 se publicó que el “Tucu” no tuvo en cuenta que las comunicaciones sobre sus negocios estaban siendo monitoreadas.

Es así que en diciembre lo allanaron en el barrio 29 de Abril, momento en que le secuestraron la cocaína, junto a anotaciones sobre su actividad delictiva.

A ello se agregó la detección de una pistola Bersa Thunder, que habría sido utilizada para asesinar a Julio Oscar Aquino, el 24 de abril de 2016 en Hilarión de la Quintana y San Martín, en la zona sur de Rosario.

En otra escucha él delincuente que nos ocupa se involucró en un homicidio cometido en la ciudad de Santa Fe, más precisamente en el barrio Barranquitas.

Vale recordar que le efectuó un disparo, que le impactó en el cráneo a Matías González, que se hallaba junto  a su novia, el 19 de octubre de 2014 y luego habría hecho lo propio con su cómplice, al que mencionó como “El Cani”. González estuvo varios días en estado crítico y finalmente dejó de existir el 25 de octubre. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

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