Con la finalización de las reuniones del G 20, llegó el momento de dar cuenta de las conclusiones a las que, entendemos, se arribaron.
- El G 20 marcará de aquí en más el rumbo futuro de las relaciones internacionales.
- EE.UU y China conforman para sus interlocutores internacionales, a nivel global, el hilo conductor que los restantes países tendrán que tomar para adaptarse ante el desencadenamiento de cualquier tipo de crisis.
- Macri, como presidente de los argentinos, seguramente, habrá advertido que la guerra de intereses políticos y económicos del Grupo de los 7 nos queda grande para participar en sus decisiones, aunque –vale decirlo-, sí advirtió tempranamente y eso jugó en su favor, a la hora de organizar el G20 en Argentina, que la revolución técnica ha reemplazado a la Guerra Fría.
- El titular del ejecutivo también seguramente comprendió, en tiempo y en forma, que las tecnologías avanzadas, en el siglo XXI, se han transformado en la razón última de todo.
- También consideró, entendemos en esta columna, que la hegemonía en Sudamérica es de Brasil y que nuestro país debe estar integrado a lo que podríamos denominar como el BRiCS de segunda generación. Allí, entendemos, debe buscar Argentina su lugar.
- El documento tiene 30 puntos, entre los que podemos mencionar la protección del medio ambiente, el cambio tecnológico, la lucha contra la corrupción, los objetivos globales sobre educación, salud, seguridad y género, así como la protección de la fuerza laboral, la alimentación sustentable, la reforma de la organización mundial del comercio, la política fiscal para reconstituir reservas, la generación de una red de seguridad financiera mundial, a partir de un FMI sólido, la búsqueda de sistemas de energía más limpia y el abordaje de las causas de desplazamientos y a las crecientes necesidades humanitarias para reducir la malnutrición, la obesidad infantil, y el SIDA, la tuberculosis y la malaria.
- A ello deben agregarse cuestiones tales como la utilización de reservas fiscales de manera flexible para ayudar al crecimiento de los países del orbe, el logar un tránsito sostenible de las deudas públicas, el logro de sistemas de protección social más fuerte, acciones para erradicar el trabajo infantil, el tráfico de personas y la esclavitud moderna en el mundo del trabajo, -que ya llegó a Argentina y amenaza con quedarse-; el acuerdo de París, al que se consideró irreversible y por ende se comprometieron los participantes del G20 a implementarlo, con excepción del presidente Trump.
Si nos ponemos a referenciar los alcances concretos de la reunión debemos hacer referencia, en lo atinente al documento final a:
- La suspensión, por 90 días de la guerra de aranceles entre EE.UU y China que el primero de los estados aplicó al segundo en índices que oscilaban entre 10 y 25 por ciento en la importación de productos. Y por ese mismo acuerdo, China se comprometió a comprar más a EE.UU para reducir el déficit comercial entre ambos países.
- El documento conclusivo elaborado por los asesores de las dos potencias –conocidos como los SHERPAS-, no incluye la cuestión del cambio climático.
Los intereses argentinos
Si nos enfrascamos en los acuerdos que nuestro país buscó consolidar a través de una relación “cara a cara” con otros mandatarios internacionales, debemos referenciar a que:
- Argentina pidió a Francia que acelere acuerdos entre la Unión Europea y el MERCOSUR., los que vienen siendo bloqueados por agricultores franceses. Y ya que hablamos del MERCOSUR, debemos decir que Argentina busca flexibilizar la unida aduanera con dicho organismo ante la posibilidad de que Brasil se abra del mismo.
- Con el Reino Unido Macri trabajó en construir confianza para acercarse comercialmente. En las conversaciones Inglaterra buscó que los isleños en nuestras Islas Malvinas se autodeterminen.
- Con España, Argentina se interesó en profundizar las relaciones comerciales y se habló de la visita de Felipe VI a nuestro territorio en marzo de 2019, para el Congreso de la Lengua, a lo que debe sumarse la creación de un Fondo Empresarial de Pequeñas y Medianas Empresas. Se buscó que empresarios españoles vengan a nuestro país a invertir en el marco de una reformulación comercial global.
- Con Arabia Saudita, nuestro presidente se dedicó a solicitar inversiones en el área de petroquímica, energía y seguridad alimentaria y buscó en la entrevista recibir como respuesta que una delegación saudita vendrá al país a acordar sobre esos temas.
- Con Turquía el diálogo giró en torno de la invitación para que ese estado invierta en Argentina para incrementar la actividad laboral.
- Con Alemania, hubo conversaciones sobre acuerdos a lograr entre la Unión Europea y el MERCOSUR y el desarrollo de Pymes de nuestro país con inversiones alemanas.
- Con Rusia, desde Argentina se buscó obtener acuerdos en el campo de la energía nuclear, con eje en el cuidado del clima.
- Con Japón, Macri buscó un socio estratégico para que ayude a que Argentina ingrese a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y para que aporte cooperación técnica a los fines que desde nuestro territorio se optimice la proyección de inversiones y se incremente la exportación cárnica. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com
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