Por Ricardo Marconi (*)
A días de una elección para intendentes y concejales, es interesante realizar determinadas consideraciones relacionadas con lo que podría considerarse como el control del ego de los postulantes que inician el tránsito de una carrera política.
Para dominar el ego, aquellos que inician dicha carrera pueden reflexionar acerca de la posibilidad de no adelantar logros y evitar mostrar orgullo por las primeras victorias en su trabajo para diferenciarse del profesional con años de político en sus espaldas.
La diferencia esencial está en que el profesional trabaja y el que se inicia habla. El político debe buscar organizar su conocimiento apoyándose en la eficiencia de manera continuada mientras, en paralelo, ejerce su profesión.
No hay triunfo sin esfuerzo, apoyado en la utilización en experiencias propias para desarrollar mejores formas de trabajo. Si la práctica por si sola fuera todo o que se necesita, no serían necesarios los asesores políticos.
Autoevaluación
Los candidatos a intendentes y concejales para Rosario seguramente se autoevalúan y, obviamente, consideran su propia puntuación en las actividades que desarrollan o piensan desarrollar en función de lo que reflexionan acerca de sus diferentes habilidades de liderazgo.
Entre ellas están seguramente las relacionadas con su capacidad oratoria frente al público; su inventiva para resolver problemas comunitarios o su capacidad para negociar con quienes presentan una postura diferente a la suya ante una cuestión determinada o calificada de urgente.
Evaluar objetivamente es un elemento útil para las actividades del postulante al cargo político porque ese autocontrol permite determinar si se es bueno o no en todas las destrezas o habilidades, e incluso esa valuación personal posibilita ayudarse a sí mismo a ser más humildes y a conocer imperfecciones para precisar en qué destrezas hay que enfocarse para conocer el potencial propio.
Con esa información, el candidato obtiene una mejor versión de uno mismo. Un experto en el tema como Ryan Holyday deja claro que: “Una persona que se juzga a sí misma con base en sus propios estándares no anhela estar en la primera plana tanto como alguien que deja que los aplausos sean los que contabilicen su éxito. Una persona que puede pensar a largo plazo no se compadece de sí misma cuando tiene reveses personales”.
Las cuestiones descritas de manera resumida sobre el manejo del ego en el ciclo de aspirar, triunfar o fracasar son sólo una porción de un análisis más extenso.
En esta breve columna sólo intentamos advertir a los votantes para que tengan en cuenta –entre los que van a elegir-, si en los elegibles hay alguno de los postulantes que se han apropiado, en lo personal, de los elementos expuestos para cumplir su misión política en nuestra provincia y en Rosario. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política